Lunes. 8:40 am.
Lorenzo avanzaba temeroso en los pasillos del instituto, sabia que aquella caminata obligado por Tomas le causaría bromas durante todo el año.
Dio un pequeño salto del susto cuando Fausto le puso el brazo en el hombro, los nervios estaban jugando en su contra.
- ¡Hola Faus! -
- ¡Hola Lorenzoo!
Se quedaron frente a los casilleros de Lorenzo hablando sobre el fin de semana, Faustino trataba de distraer a su amigo, sabia por el mal momento que había pasado la semana anterior y esperaba que no le afectara demasiado. El y sus amigos sabían que Lorenzo gustaba de Emma, pero exponerlo de esa manera frente a todo el instituto podía convertirse en una pesadilla, tampoco fue fácil para sus padres que habían escuchado sobre el incidente, y convencerlos de no acusar a Tomas, probablemente aquello le traería mas problemas en el instituto.
-Miren quien esta acaaa!! - Dijo Renata, una de las populares jugadoras de fútbol femenino, mientras se acercaba a Lorenzo por detrás, abrazan dolo por la cintura, provocando que Lorenzo se estremeciera del asco -Yo puedo darte una boche noche para quitarte tu "problemita"- lo dijo de manera burlona acercándose a su oído.
-Salí de acá! No tenes nada que pueda querer.
-Soltalo- dijo Faustino, pero en ese mismo momento había llegado Emma junto a sus hermanos, Alejandro y Delfina a interrumpir la escena.
-Renata todos saben que tus nalgas son falsas- dijo la morena levantando su dedo meñique con un tono de voz muy elevado para que todo el mundo la escuchara.
-Perdón Lorenzo. - dijo la agresora agachando la mirada, evidentemente asustada por la mayor de los Bellini.
-E- esta bien- contesto nervioso, incrédulo por lo que estaba pasando. Emma lo estaba defendiendo.
- ¿Sigo siendo una bruta?- pregunto Emma a Lorenzo antes de irse brindándole una sonrisa coqueta, la morena no esperaba contestación, simplemente se fue mientras le guiñaba un ojo, mientras Lorenzo se quedaba paralizado mirando con la boca abierta el vaivén de las caderas de Emma al alejarse de el.
