Capítulo 35

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Gaia se encontraba en la piscina de aquel hotel en el que se encontraba de vacaciones. Su familia y ella llevaban casi una semana en aquel lugar de Miami. Su padre las había sorprendido a las tres con ese viaje repentino, pero se lo habían agradecido mucho, a pesar de que Greg no estuviera realmente de vacaciones, pues aquel viaje había sido planeado por la empresa en la que trabajaba.

Selene y Gaia disfrutaban del agua de la piscina, la cual se encontraba vacía, a excepción de ellas. Cecilia, por su parte, se encontraba recostada en una tumbona, disfrutando de la tranquilidad.

-Quisiera vivir aquí-dijo Gaia a su hermana- no problemas, no escuela, solo una piscina y nosotras-

-Irías a la escuela de aquí-contestó Selene- mis papás no te dejarían no estudiar-

-Ya sé, pero siento que me estresaría menos, sobre todo si vivo en este hotel-la pelinegra sonreía al pensar en su vida ahí.

-Pero este hotel está muy caro-rió Selene, haciendo que su hermana hiciera un puchero al escuchar aquello. Pero era cierto, antes de partir hacia el lugar, habían buscado por internet los precios del hotel y casi se desmayaban al ver los costos.

-Tal vez le pediría a SHIELD que me lo pagara a cambio de mi ayuda-dijo Gaia riéndose ante lo que acababa de decir.

-Tú todo quieres que SHIELD te pague-

-Obvio, he dejado que me estudien y he utilizado mi poder porque ellos lo piden, por lo menos merezco un poco de privilegios, ¿no crees?-dijo la pelinegra.

Ambas mantenían una energía demasiado alegre, hasta que Gaia notó que algo entraba al agua de repente.

-¿Qué era eso?-preguntó Selene. Gaia se sumergió por completo y lo que encontró la alertó demasiado. Aun debajo del agua, tomó a su hermana y la sacó de ahí enseguida. Aquella reacción asustó a Cecilia, quien se sentó de golpe y miró como sus hijas caían frente a ellas en segundos.

-¿Qué sucede?-preguntó la mujer a su hija menor, pero esta no contestó y creó rápidamente un campo de fuerza que cubría por completo a las tres.

Todo sucedió de manera rápida. Justo en el momento que la joven creó el escudo, una explosión se presentaba ante ellas, haciendo que el agua de la piscina saliera de esta casi por completo.

Las personas que se encontraban en el restaurante frente a la piscina comenzaron a salir atemorizados hacia el interior del hotel. Gaia mantenía el campo activo, fue hasta que el agua dejó de caer cuando pudo soltarlo.

-Hay que irnos de aquí-dijo la pelinegra tomando la mano de su hermana y su madre.

Intentaron llegar lo más rápido hasta el interior del hotel, pero dado que Cecilia no podía correr, Gaia decidió llevarlas de otra forma. Los tres pares de pies abandonaron el suelo y se dirigían a toda velocidad hasta la puerta del hotel. Una vez dentro, los guardias comenzaron a acordonar la entrada. Mucha gente estaba en el lobby, preguntándose qué había sucedido, pero nadie entendía nada.

-¿Es que nunca nos dejarán tener vacaciones?-murmuró molesta la pelinegra.

-¿Se encuentran bien?-preguntó Greg llegando hasta donde se encontraba su familia.

-Sí, Gaia se dio cuenta a tiempo-contestó Cecilia.

-¿Alguna idea?-preguntó Greg a su hija, quien solo lo miraba.

-Una noción- murmuró.

Los presentes comenzaron a ver como una fila de hombres vestidos con ropa negra, muy bien equipados se posicionaban frente a la entrada. Todos portaban armas de gran calibre, ocasionando que todos entraran en pánico. Las personas comenzaron a huir lejos del lobby, quedando solo unos cuantos y la familia Bronte.

Mystic: The little AvengerWhere stories live. Discover now