¿Quién sabe? [Brawl Stars] Pᴀusᴀdᴀ

5.

Rico se sentía mal.

A lo mejor lo que había dicho Poco era cierto.

A lo mejor el no le hacía falta a Carl, a lo mejor solo era un estorbo más en la vida del pequeño.

-¿Te vas a quedar ahí toda la noche o me vas a ayudar?-

La voz del anterior nombrado lo sacó de sus pensamientos.

¿Y si Piper tenía razón?

A lo mejor era un 'completo idiota' como ella lo llamó.

Por estar enamorado de la persona equivocada.

¿Carl era la persona equivocada?

El más bajito lo seguía mirando impaciente.

Esos ojos.

¿Cómo iba a ser la persona equivocada?

Ambos se sentaron en un par de... ¿Sillas? Que realmente eran dos rocas.

Carl le extendió el brazo herido a Rico sin siquiera mirarlo.

Esto realmente dolía.

Rico lo sujetó con toda la gentileza que pudo y lo examinó más de cerca.

-Parece grave.-

Un silencio algo incómodo se estableció en la sala.

Pero fue roto por el minero.

—¿Puedes arreglarlo?—

Por muy sorprendente que parezca, Rico sabía bastante sobre reparar piezas, él mismo se había remodelado por completo hace unos meses.

—Sí, pero...—

Carl lo miró expectante y con una señal del más alto le hizo entender que necesitaba acercarse más.

En silencio y con algo de dificultad, se sentó sobre la pierna izquierda de su contrario y le volvió a extender el mismo brazo herido que quedó frente a él.

—Esto te puede doler, ¿está bien?—

Dijo acercando sus manos al hombro del de gafas y empezando a desencajar la extremidad que estaba rota.

Una especie de sollozo salió de la boca de Carl.

—Pe... Perdón.—

A Rico se le hacía imposible concentrarse de esa forma.

Y no era culpa de nadie más que de él.

¿Que si le gustaba?

No, gustar no era suficiente.

Carl era el único que no lo menospreciaba.

Era el único que no lo trataba bien por pena.

Que no se metía con él por ser algo estúpido a veces.

Otro gemido de dolor llenó el silencio de la habitación.

—Rico, duele.—

El nombrado se detuvo por un momento.

El mismo agarró la cadera del que estaba sobre él.

—Necesito que aguantes, solo un poco más.—

Carl giró levemente su cabeza quedando cerca de la cara del otro, frunció el ceño algo adolorido.

—A la de tres, ¿vale, pequeño?—

De nuevo Carl cerró sus ojos con fuerza y asintió.

—Una...—

Él mismo comenzó a contar.

—Do... ¡Ah! ¡Idiota, dijiste a la de tres!—

Rico le ahorró el sufrimiento y se lo quitó antes de tiempo, recibiendo una mirada enfadada de su amigo.

—Ya pasó, ya pasó...—

Intento tranquilizarlo Rico.

Se quedaron mirándose el uno al otro.

Nadie decía nada, nadie hacía nada.

Rico sabía lo que estaba esperando, lo veía en su mirada.

Colocó sus manos en las mejillas de Carl y se acercó lentamente.

Notaba como Carl se estiraba un poco hacía él para poder llegar.

—¡Carl!—

El nombrado empujó al más alto instantáneamente al escuchar esa voz, cayendo al suelo y golpeando por accidente su cabeza.

—Carl, te estaba...—

Dynamike apareció de repente y al ver a su compañero en el suelo sospechó del otro robot, al que amenazó con una bomba que llevaba en la mano.

—Espera, espera.—

Carl, tambaleante se levantó del suelo.

—Es solo Rico, no es peligroso.—

Dynamike dudando bajó su arma y se dirigió al pequeño para acto seguido susurrar algo en su oído.

Carl asintió y miró a Rico preocupado.

Horas después, cuando el brazo del más bajito ya estaba completamente arreglado, ambos salieron a pasear por el pueblo.

Aún siendo de madrugada, había bastante gente aún despierta y al igual paseando.

Pero aún así, la noche estaba siendo perfecta.

Aunque claro, el momento de tranquilidad tuvo que durar poco.

—¿Rico?—

Una chica rubia y alta llamó al robot más alto desde atrás.