☆ Capítulo I: Una guerra, un mundo ☆

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—Oh vamos, no puedes estar hablando en serio —el usual tono juguetón y risueño de Luxanna terminó por atenuarse en la última vocal. Garen, quien estaba al otro extremo de la habitación, se mantuvo callado. Quiso guardar silencio tal cual como su hermano, pues sabía que era una decisión difícil para él también; mas la frustración llegaba más rápido a mover su boca de lo que ella podía terminar de procesar las cosas.  —¿De verdad vas a dejar a tu hermanita sola a días de su boda? Y ni qué decir acerca del tipo de bod-... 

Unos brazos cálidos la rodearon y pequeñas lágrimas cristalizaron sus ojos. Ni siquiera pudo terminar su frase con el pesado nudo que habían dejado las cosas en su garganta. Lux no hizo más que corresponder a el abrazo con todas las fuerzas que tenía en ese momento. Ambos hermanos se quedaron congelados, quizás para intentar que el tiempo se detuviera en ese mismo momento y el trágico destino que le aguardaba a ambos nunca llegara. No fue así su suerte, pues pronto Garen alzaría la cabeza mientras se separaba de la frágil figura. La observó seriamente, grabando su imagen para cuando él ya no estuviera y necesitase hallar el amparo en medio del dolor. Acarició su mejilla antes de apartarse por completo y dirigirse nuevamente hacia la puerta. 

—Lo siento por no poder asistir a tu boda, Luxanna. Órdenes son órdenes, y servimos a nuestra patria. Noxus está levantando tropas traspasando la frontera y el Rey ha ideado un plan para tomarlos desprevenidos mientras asedian pequeños poblados que son la única vía por la que pueden avanzar. El plan está contemplado para 2 semanas por la brigada táctica, aunque el Rey insiste en que nos tardaremos menos que eso, yo no estoy muy de acuerdo. 

—¿Menos...? ¡Si mi boda es a mediados de la próxima semana! ¿Sería posible entonces que llegaras? 

Antes de que su rostro pudiera recobrar la felicidad, Garen negó con la cabeza.

—Realmente pienso que la disposición del Rey se aleja bastante de la realidad. De hecho, es precisamente por eso que me ha hecho marchar. Insiste en que no hay caso en que me quede por tu boda, porque llegaré antes. Ya ves.

—¡¡Pero no es imposible!!

Pegó un saltito en su lugar tomándose sus propias manos. ¡Una posibilidad...! ¡Había una posibilidad en que su hermano llegara antes de su deber! 

—No es imposible, ¿verdad? Si el Rey lo dice... además, eres tú. No te perderías la boda de tu hermana, ¿verdad? 

Y así es como volvían al mismo punto de partida de la conversación. Garen ya había previsto que darían bastantes vueltas en la conversación antes de que Lux lo dejara marchar. Suspiró dándole la espalda. Si fuera algo normal... no hubiese tenido miedo de alimentar las fantasías de su hermana. Sin embargo, ahora más que nunca necesitaba que Luxanna pusiera los pies en la tierra y, por una vez, tratara de ser realista en lugar de dejarse llevar en su optimismo. Pero entonces, ¿qué debería hacer? ¿qué era lo correcto? No, Garen ya no podía darse el lujo de pensar en ese tipo de cosas mucho más. Crujió la funda de su espada al no poder soportar la impotencia, sus dedos incrustados en el mango. ¿Por qué tenía que ser así? Ni siquiera podían tener una despedida digna. Mas no podría preocupar a su pequeña y dulce hermana, al fin y al cabo, ella cargaba en sus hombros con la peor parte. Tenía que seguir mostrándose fuerte. Por él... por ella. Tenía que ser el primero en dar el paso que traería el fin de la Gran Guerra. 

—Gracias por todo. El deber llama, y recuerda—el sonido de la puerta de madera llamó la atención de la menor, quien ahora observaba a su hermano marcharse tras tomar su enfundada espada—, es nuestro deber proteger a la gente de Demacia. 

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⏰ Última actualización: Apr 24, 2020 ⏰

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