Dia 2 - Acurrucarse, abrazar con suavidad o acariciar.

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Desperté al sentir los tenues rayos solares intentando colarse a la habitación tras las cortinas. Me levanté algo cansado aún, imaginé que fue por haber bebido tanto el día anterior o por haber dormido tarde gracias a que Dazai le había agarrado la mano la noche pasada. Me vestí para luego dirigirme a la cocina y tomarme un café con unas galletas como desayuno. Tras eso, solo me lavé los dientes y salí de la casa, no sin antes cerrar la puerta tras salir.

Pasé todo el día trabajando hasta que Dazai se dirigió a mí con un rostro que cualquiera podría decir que se había propuesto algo y sería imposible negarse, más para mí debido a mis sentimientos por aquel joven ejecutivo.

—¡Odasaku! ¡Hablé con Mori para que tengamos el día libre, así que pensé que sería buena idea ir a la playa!— dijo el castaño bastante ilusionado. Era obvio que Dazai quería pasar el día conmigo a toda costa sin trabajo ni alguna excusa en medio para que me niegue así que solo me quedó aceptar su petición.

Así fue como Dazai estábamos en mi coche viajamos a la playa

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Así fue como Dazai estábamos en mi coche viajamos a la playa. Él llevaba una camisa normal y que parecía bastante grande: era de color azul con varias tonalidades y realmente lucía como un niño normal a pesar de todas sus vendas. El viaje tardó como una dos horas en las cuales Dazai dormía plácidamente con una gran sonrisa en su rostro. El de verdad quería ir a la playa y nadie iba a poder pararle.

El castaño se despertó como si nada cuando estacioné el coche, cosa que me sorprendió, y bastante, pues él parecía estar profundamente dormido como para despertarse así de fácil. Simplemente reí al ver como Dazai corrió hasta la arena de la playa a construir cosas. Parecía conservar aún la inocencia a pesar de que era bien sabido que él disfrutaba de torturar a sus rehenes, matar y cometer cualquier otro crimen.

Yo simplemente me senté en la arena después de agarrar para leerlo aunque después de unas horas Dazai vino hacia mí corriendo y se agachó para moverme con suavidad, pues me había quedado dormido con el libro en mi rostro. Como era de esperarse me desperté y quité el libro dirigiéndole una mirada a Dazai, la cual era una obvia señal de que quería saber qué es lo que quiere. Tardé en notar que Dazai tenía un cangrejo en mano y parecía que el quería comerse el cangrejo.

—Dazai, devuelve ese cangrejo al mar. Cuando volvamos compraré cangrejo—dije en un tono realmente serio, aunque la última parte cambié ese tono a uno amable ya que Dazai parecía que iba a montar un berrinche hasta que lo pensó dos veces y devolvió el cangrejo para luego seguir jugando con la arena.

 Cuando volvamos compraré cangrejo—dije en un tono realmente serio, aunque la última parte cambié ese tono a uno amable ya que Dazai parecía que iba a montar un berrinche hasta que lo pensó dos veces y devolvió el cangrejo para luego seguir jugand...

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Solo sonreí para volver a dormir. Esperaba que esta vez Dazai se comportara y me dejara descansar por fin. Aunque ese silencio me estaba trayendo una mala sensación, ya que era uno de esos típicos silencios incómodos o sospechosos, por así decirlo. Así que solo me levanté para buscar a Dazai con la mirada, desesperándome al no encontrarle. En ese instante una persona gritó que alguien se estaba ahogando. "Oh no, Dazai", pensé tras salir a la orilla del mar y saltar.

Tras unos largos minutos en encontrar  a Dazai con los ojos cerrados dentro del mar y lo saqué rápidamente. Intenté comprobar su pulso, el cual parecía débil junto con su respiración. Estaba vivo por suerte. Había llegado a tiempo por suerte para salvarlo. Aparté suavemente algún mechón del rostro de Dazai, mismo que cubría su rostro.

—No lo vuelvas a hacer... —murmuré tras leventarlo y abrazarlo suavemente. Estaba seriamente angustiado que Dazai hubiera muerto y no hubiera llegado tiempo para salvarlo, tanto que me dejé llevar, abrazándolo en el acto. El obviamente estaba sorprendido por el repentino abrazo, el cual pude sentir que él correspondió.

—Perdona, Odasaku... —dijo el castaño en un tono ya arrepentido. Le perdoné, agradeciendo a mí mente que me dijo que algo estaba demasiado mal en ese momento

Definitivamente, no dejaré a Dazai sin cuidado en la playa la próxima vez. ¿Quién podría saber que podría haberle pasado al joven ejecutivo si yo no hubiera estado ahí para salvarle?

30 Dias OTP ChallengeWhere stories live. Discover now