Dia 5 - Besandose.

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Pasé unas largas horas sentado en aquel banco, tocando mis labios con las yemas de mis dedos en leves roces. Sin apartar la mirada del sol, observando aquel redondo círculo de color amarillento, con tonos rojos y naranjas escondiéndose en el horizonte, dejando que la luz tenue de la luna cubra todo a su alrededor.

Decidí levantarme de aquel banco, guardé ambas manos en mis bolsillos en el acto en que dejé de sentir un nerviosismo que recorría mi cuerpo de pies a cabeza. En el camino daba pasos lentos y cortos, mientras en mi cabeza solo se repetía la misma escena en la cual casi había besado a Dazai, cosa que amenazaba con hacer aparecer un rubor intenso en mis mejillas.

Pasé en frente de Lupin y sinceramente me quede ahí parado como estúpido, tratando de hacer que mis piernas se movieran o me hiciesen caso para pasar de largo, pero algo dentro de mí me impulsó a entrar con la esperanza de encontrar a Dazai junto a Ango, para luego escuchar como el castaño se quejaba por llegar tarde sin decir nada del casi beso de hace unas horas.

Entré después haber estado casi "seguro" de lo que diría y de que cara pondría, aunque en el fondo, me sentía realmente nervioso y no estaba del todo seguro, pero simplemente no pude controlar aquel impulso. Lo que vi fue un Dazai con sus brazos posados en la barra del bar, con su cabeza posada en sus brazos, dormido. «Bebió demasiado.» Pensé para mismo algo preocupado.

Algo en mí simplemente me decía que me acercara más, y como era obvio... No pude controlar el impulso así que terminé acercándome para sentarme a su lado. Me fijé en cada detalle que no había notado antes en el rostro de Dazai, sobretodo sus labios. Parecían estar totalmente intactos y libres de alguna cicatriz o golpe cosa que me alegro. Supuse que Chuuya se lo comía los golpes y eso me tranquilizaba, ya que en el fondo no aguantaba la idea de que Dazai estuviese herido.

Sabía que el Lupin pronto cerraría y Dazai parecía estar profundamente dormido, así que solo lo cargué en mis brazos, como pude, para llevarlo a mi casa. Al llegar, lo recosté en mi cama para luego taparle. Me quedé observándolo otra vez. Sin saber porque, empecé agacharme hasta que el rostro de Dazai quedó demasiado cerca del mío, tanto que podía sentir su respiración. Esta vez el nerviosismo no me paralizó, toqué los labios de Dazai con los míos, suavemente, dejando un corto beso, ya que a los pocos segundos me separé.

Simplemente salí del cuarto para luego cerrar la puerta, notando como mi rostro estaba totalmente ruborizado. Era un rubor tan intenso que parecía un tomate, pero me alegré que Dazai estuviese durmiendo. Suspiré alivido para luego irme al sofá y recostarme ahí. Lo que no me esperaba era que me quedara dormido a pesar de lo que hice.

Lo que no llegó a pensar Oda, es que Dazai estaba totalmente despierto y correspondió al beso. Para posteriormente ruborizarse bastante cuando Oda salió del cuarto, aunque en su rostro había una sonrisa demasiado traviesa y esta vez si fue a dormir aferrándose a las mantas que parecían oler a su amado Oda.

30 Dias OTP ChallengeWhere stories live. Discover now