Polos Opuestos #1 (En Edición)

Vida de Jimin

Park Jimin es un chico de 21 años, sus padres, los dueños de la mitad de las empresas de Busan se encargan de darle todo a Jimin, él creció entre riquezas y lujos, enseñado a vivir como un rey en un mundo sin castillos, debido a eso la persona de Jimin se ha deteriorado hasta el punto de ver a los pobres como simples animales sin oportunidad alguna de ser grandes.

Jimin tiene todos los lujos que cualquiera pudiera desear; Desde un auto último modelo, hasta una universidad privada donde van los estudiantes más ricos de todo Corea del Sur, incluyendo sus tres mejores amigos que han estado con él desde que tiene uso de memoria, ellos son: Kim Seok Jin, quien pertenece a una familia millonario debido a las cantidades de empresas que poseen, Jeon Jungkook hijo de un multimillonario y Kim Taehyung el cual su padre es un gran inversionista.

—Tenemos que hacer tareas Jimin — mostró su libro.

—Pagaremos para que las hagan, no te preocupes por eso — dijo sin importancia mientras ponía sus zapatos. — ¡Mejor vamos a divertirnos!

—Jimin tiene razón ¡Vamonos de fiesta! — Jin alzó sus manos indicando diversión. 

—Bien, como guaten — musitó Taehyung tomando las llaves de su auto — el que llegue de último pagara todo.

Los cuatro chicos salieron corriendo para tomar sus autos, a pesar de ser millonarios, ninguno quería pagar lo que los demás tomarán y comieran, les parecía más justo que todos pagaran lo de cada uno, así que se apresuraron a llegar rápido a sus autos. Todos manejaban a una velocidad increíble, pareciera como si quisieran morir cada vez que aceleraban, pero era lo que menos les importaba, así que siguieron manejando sin darse cuenta que un policía había notado tan increíble velocidad, lastimosamente solo Jimin había sido el demalas.

—¡Alto! ¡Detenganse! — gritó el policía mientras hacía sonar su silbato.

—¿Por qué demonios se meten en lo que no les importa? — susurró mientras detenía su auto. —¿Algún problema oficial?

—No debe manejar tan rápido, podían sufrir un accidente o causarlo — decía mientras escribía en una pequeña libreta azul — tendrá que pagar esto — le extendió la hoja con la cantidad escrita.

—¿Esto? — preguntó con cierta burla en su voz — mejor tome, — le dio una gran cantidad de dinero — ahora fuera de mi vista, solo estorban.

Jimin volvió a conducir con la misma velocidad de hace algunos segundos, su calmada personalidad ahora se había vuelto un completo demonio, pues por culpa de ese policía entrometido tendría que pagar todo lo que los chicos pidieran y se iría a casa con menos dinero que sus actuales amigos, definitivamente la policía había amargado un poco su noche, pero eso no iba a evitar que se divierta como nunca.

Llegó al lugar indicado y bajo de sí auto haciendo que un guardia lo cuidara como si fuera su propia vida, entró al lugar y divisó a sus amigos riéndose por lo bajo mientras lo miraban con ojos de superioridad.

—Al fin llegas Jimin — Jungkook sonrió con maldad — tendrás que pagar todo.

—Ya lo sé — rodó sus ojos con desagrado — solo no se pasen chicos.

—Claro que lo haremos amigo. — Jin alzó una copa y los demás chicos lo siguieron — ¡Brindis porque Jimin pagara todo!

—¡Sii! — dijeron todos al unísono.

Bufo — maldito policía, todo es culpa de él.

Todos empezaron a tomar exageradamente los mejores vinos y alcohol del lugar, las chicas que se encontraban ahí se acercaban a ellos con coqueteó, pero todos las retiraban con desagrado mientras seguían en lo suyo, para ellos no único que importaba era el dinero y el poder, no querían compartirlo con ninguna pareja u otra persona que no fueran ellos mismos, así que cualquier mujer que tratara de acercarse ellos la retiraban dando a entender que su dinero no sería de ellas.

Los chicos siguieron bebiendo hasta que sus sentidos empezarán a fallar, nuevamente habían tomado bastante dándoles a entender que había sido una noche provechosa, pero ya era demasiado tarde y era hora de irse.

—Creo que ya (hip) es hora de irnos —  musitó Taehyung mientras se bambaleaba — ¡Chicos!

—Está muy temprano — se quejó — apenas son la 5:00 de la mañana Tae.

—Ya éstas muy tomado Jimin, vámonos — Jungkook y Jin se dirigieron a Jimin para tomarlo de los hombros — mejor vámonos.

—Está bien, está bien, vámonos — susurró casi adormilado.

Todos tomaron un solo auto y los demás se habían dejado guardados en el lugar, luego volverían por ellos o comprarían unos nuevos, el que menos había tomado era Taehyung así que él sería el encargado de manejar y llevar a los chicos a casa; Sin embargo, Taehyung manejaba bastante mal, pareciera que en algún momento iban a tener un accidente, pero era lo de menos, vivían la vida con riegos y dinero. Una vez que llegaron a casa de Jimin, lo dejaron en la puerta y salieron del lugar en busca de las demás casas.

—Veamos, cual llave será — trató de abrir la puerta pero ninguna llave le servía — carajo, pero porqué no sirve — musitó con molestia.

—¿Problemas con las llaves hijo? — cuestionó su padre con voz calida.

—Hola papá — saludó — no encontraba la llave, creo que salió corriendo.

—Apestas a trago — oro su padre moviendo su mano al frente de su nariz —, cuéntame ¿Alguna chica te llamo la atención?

—Ninguna — confesó pasando de largo. — solo me importa el dinero, no estoy para relaciones.

—Ese es mi hijo, me siento orgulloso de ti — sonrió mientras le daba pequeñas palmadas en la espalda.

Jimin subió a su habitación tratando de no golpearse con algo y se lanzó a la cama sin ponerse pijama o algo cómodo, solo quería dormir un gran rato y recuperar las fuerzas que se habían esfumado entre las burbujas del alcohol.

Al día siguiente Jimin se despertó con un fuerte dolor de cabeza, la habitación le daba vueltas y al mirar el reloj se dio cuenta que había perdido un día de clases debido a su borrachera, pero sus estudios no estaban dentro de sus preocupaciones, así que le importaba un carajo si iba o no.

—No puedes descuidar tus estudios Jimin — regañó su madre algo preocupada.

—Ya vas a empezar mamá — masculló  — me duele la cabeza, déjame en paz.

—¿Y cómo no te va a doler? Casi llegas en ambulancia, por Dios — siguió regañando sacando a Jimin de sus casillas.

—Ya mujer, nuestro hijo quiere disfrutar su juventud, no se la arruines — defendió su padre sin importancia.

La madre de Jimin era algo estricta, siempre decía que era un chico que no hacia nada, pero su padre se encargaba de volverlo un niño caprichoso y mimado, pues siempre le daba los lujos que pidiera y gracias a eso Jimin había crecido así.

Gracias por leer
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