2.

429 27 0
                                    

—¡Betty!... No quiero hablar de este tema ahora. Este lugar es de Las Serpientes ahora y quiero que se larguen, si no, las echaré a la fuerza. Si quieren, quédense en nuestro antiguo hogar.—Dijo sin mirarla.

—Bien... Espero no verte más. Verte me causa... Asco.—Betty se alejó de Las Serpientes. Fue hacia donde estaban las demás chicas, quienes la miraban preocupadas. Las dos bandas sabían bien lo que había pasado entre esos dos hace dos años.

—Vámonos... La casa de Las Serpientes es nuestra, debe estar toda... Asquerosa. Tendremos que arreglarla y pintarla. —Betty soltó un suspiro, siempre se hacía ver fuerte por fuera, que todo podía hacerlo pero no, estaba preocupada. Todo le afectaba... Se sentía mal. Tal vez debía recostarse en una cama, por lo que con todas sus fuerzas junto con las chicas, subieron las camas a las camionetas negras con rosado. Ya era de noche, estaban sus camas instaladas y habían limpiado un poco. Betty se sentía cada vez peor. Tenía sueño. Se despidió de las chicas quienes ya se iban a ir a dormir al igual que ella, se recostó sobre su cama sin quitar su ropa... Estaba cansada, cansada de todo. Acomodó su cuerpo en la cama y se durmió... Para mañana despertar bien, con energía. Jughead Jones no podía dormir, esa noche pensó en todo... ¿Estaba arrepentido por sus actos hace años? No sabía. Él lo hizo por que no tenían dinero... Sabía que si Betty tenía al bebé, no podrían darle lo que un niño debe tener. Al no poder cerrar los ojos y dormir, se tomó una pastilla para no despertar hasta la mañana siguiente.

—¿Están listas?—Habló Betty hacia sus amigas.

—Sí. —Respondieron todas al mismo tiempo.

—Bien, debemos comprar madera, clavos... ¡Pintura!, Claro, lo más importante. Martillo tenemos... Brochas para pintar necesitamos también. Eso, creo. —Dijo Betty hacia la banda de chicas que escuchaban atentamente los materiales que dictaba su Líder que había que comprar para arreglar esa casa que ahora era de ellas. Las Serpientes la tenían destrozada, no sabían como cuidar una casa al parecer. Todas juntas salieron de la casa que ahora era de ellas, camino a comprar los materiales. Al llegar al lugar sacaron todo lo que pudieron, y al no tener el suficiente dinero echaron cosas a las mochilas. Pagaron con el dinero que tenían algunas cosas y salieron de ahí rápidamente para que nadie se diera cuenta de que habían robado un par de herramientas. Al llegar a la casa Betty dió las órdenes.

—¡Bien chicas, comenzemos! Repártanse el trabajo. Primero comenzaremos en agrandar este lugar, luego pintarlo. Vamos. —Dijo Betty sonriendo. No muchas veces se le veía sonreír, solo en ocasiones. Las Dulce Veneno comenzaron a cortar la madera, un grupo colocaba las tablas en el techo y con el martillo y un clavo las mantenían. Eran rápidas, aunque terminarían mañana. Betty Ayudaba en todo, no solo en una cosa, en todo. La casa estaba quedando realmente grande y bonita luego de un rato. Solo faltaba pintarla, pero ya era de noche. Todas se bañaron, pues estaban con tierra y algunas se habían cortado con las herramientas; pero tenían tanto sueño, que cayeron rendidas en la cama.

Las Serpientes, por otro lado, esa tarde no hicieron nada. No tenían nada que hacer en esa casa, estaba perfectamente bien. Las Dulce Veneno limpiaban, pintaban, arreglaban la casa cada vez que se llenaba de tierra, o la pintura se salía. Lo único que Jughead Jones ordenó, fue pintar todo de verde y negro... Sí, verde y negro. Unos colores tal vez no tan llamativos pero, era el color de Las Serpientes.
En pintar se demoraron solo 1 hora, lo hicieron rápido, y... No tan bien. Pero no les importaba, era una casa gigante, bien mantenida por esas chicas. Las Serpientes descansaron toda la tarde, jugaron y durmieron pero... Jughead Jones no pudo, estaba preocupado por otras cosas... Como Los Diablos. La peor banda de Riverdale, robaban, mataban, y no tenían piedad con nadie. El Líder de esa banda se llamaba Tommy.
Los Diablos siempre robaban a Las Serpientes y a Las Dulce Veneno, aunque intentaran pararlo, no podían, se escondían demasiado bien. El Líder no era inteligente, era un hombre totalmente idiota, se creía dios; no era nada sin su banda. Betty quiere atraparlo con sus propias manos al igual que Jughead, pero hace una semana que no saben de él.
Betty estaba tranquila, pensaba que él ya se había ido de Riverdale pues no lo había visto por un tiempo.
Jughead no, estaba intranquilo. Él sabía que Tommy andaba por ahí, planeando algo grande, pues la última vez Jughead y Betty prendieron fuego los autos de los Diablos.
¿Por que Jones y Cooper juntos?... bueno, los dos se encontraron en Zona de Los Diablos para hacer el mismo plan. Las dos bandas sin los líderes, decidieron hacer el plan juntos, de mala gana Betty y Jughead aceptaron.
Ya era de noche y Jones decidió descansar. Había estado toda la tarde preparando planes para la llegada de Tommy. Sus ojos estaban rojos de sueño, tenía ojeras, no aguantaba el dolor de cabeza, cayó a la cama y en segundos se quedó completamente dormido.


—Betty... Betty... —Susurraban Las chicas hacia su líder.

—Que pasa... —Betty apenas hablaba, tenía un poco sueño aún.

—Ya es más de mediodía y no están los tarros de pintura, las brochas para pintar, además de la madera que sobró y algunas de las motos de las chicas...—habló una Dulce Veneno.

—¿Qué?... Esto debe ser una broma. —Betty se levantó rápidamente causando un mareo leve. Luego de recuperarse caminó hacia su armario. Sacó su chaqueta de cuero negra, pantalones negros, botas negras, polera blanca y un cinturón que marcaba su cintura.
Volvió hacia donde estaban sus amigas y les comenzó a hacer preguntas.

—¿Alguna vió quién se las llevó?... No me importa ni la pintura ni nada, ¡Pero las motos son costosas!, ¡Nos costaron casi todo el dinero que teníamos!—Habló Betty algo molesta.

—Betty... Lo sentimos... Nosotras no quisimos que esto pasara, sabemos que nosotras somos las encargadas de vigilar el entorno desde la casa pero, nos quedamos dormidas... —Dijo una chica de la banda.

—Yo... Yo lo siento, no debí haberles alzado la voz... No fue su culpa, fue mía... Estaba cansada y no desperté temprano como todos los días. Prometo devolverles las motos... —Se sentó en una silla colocando una mano en su cabeza. Se sentía mal, ella sabía que había sido una mala líder los últimos días.

—Vi a una serpiente rondando por aquí, pasó frente a la casa y luego fue a recorrer otras partes. —Habló una chica.

—¿Quién era? —Dijo Betty levantándose del asiento.

—No lo sé... Era joven, cabello negro algo largo... No pude verlo bien, manejaba una moto. —Habló la chica.

—Ustedes quédense aquí por si alguien viene, yo misma iré a averiguar quién fue. —Betty salió de la casa, tomó su casco y se subió a su moto, la cual seguía ahí con las otras que quedaban. La encendió y fue directo a la casa de Las Serpientes.
Al llegar bajó de su moto dejando su casco en el asiento, caminó rápidamente hacia la puerta de la casa y golpeó.

—¡Abre la maldita puerta Jughead Jones! —Gritaba Betty mientras golpeaba la puerta fuertemente.

Jughead al escuchar los gritos y los golpes que casi botan la puerta, corrió a abrirle.

—¡Dime dónde están las malditas motos! —Gritaba Betty empujando a Jones.

—¡Deja a mi jefe en paz! —Dijo una Serpiente agarrando a Betty.

—¡Déjala!...

__________Continuará__________

Respecto al Líder de Los Diablos, no sé su nombre en la serie, pero el actor se llama Tommy Martínez. Por lo que decidí ponerle el nombre de Tommy
en la historia. <3

You stole my heart ; BugheadWhere stories live. Discover now