Capítulo 12

3.3K 449 64
                                    

Había decidido salir a tomar un café con Ancel y Ailian, pero ella todavía no llegaba.

—¿Quieres que le llame? —me preguntó Ancel, lo miré un momento para después dar un suspiro.

—No te preocupes, ya lo hago yo.

Me levanté de la mesa y me dispuse a sacar mi celular del bolsillo de la sudadera, ella me contesto hasta el segundo tono.

—Guapura, no podré llegar.

—¿Cómo qué no podrás llegar?

—Es que ocurrió algo en casa y tengo que resolverlo, pero no te preocupes, tendrás al papi de Ancel contigo, aprovéchalo —escuché su risa del otro lado de la línea y podía hasta sentir como me guiñaba un ojo de manera coqueta.

—Si estás pensando lo que yo creo que piensas, te equivocas, no pasará.

—Lo dices como si el engendro fuera feo y es lo contrario, sean amigos, conocelo y comele la boca. Recuerda que eres una bad bitch.

Amaba la manera de darme ánimos de Ailian, pero definitivamente comerle la boca no era un objetivo ni algo necesario para sentirme bien, con conocerlo me bastaba. Si bien Ancel se me hacía una persona interesante y con muchas cualidades, no lo veía como algo más.

—Te odio.

—No, me amas. Besitos en la cola, bai.

Después de colgar la llamada regresé a la mesa donde Ancel se dedicaba a darle pequeños sorbos a su café y ver por la ventana. Me miró con curiosidad al sentarme.

—¿Vendrá?

—No, al parecer sucedió algo en casa y no podrá venir.

—Que mal, es una pena.

Hice una seña restándole importancia. Conversamos durante un rato hasta que la campana de la cafetería anuncio la llegada de más personas, inevitablemente volteé hacía ese lado observando al par entrar. Cada día me convencía más de que dios me odiaba.

Lloyd y April tomados de las manos era lo que miraba, Ancel se dió cuenta de eso y por eso preguntó:

—¿Es el chico del que me hablaste?

Solo asentí, desvíe la mirada justo en el momento en el que Lloyd me miró. Sentía su mirada encima mío, sin embargo no se la regresé, me concentré en Ancel y en preguntarle sobre sus antiguas parejas. Afortunadamente él no tuvo problema con contarme, me dijo que tuvo una relación tóxica hace dos años que se basaba en celarse, terminar y regresar, hacer cosas dañinas para él. Cuando yo planeaba hablarle más a fondo sobre Lloyd alguien o mejor dicho, ellos se detuvieron delante de nuestra mesa.

—Oh, que coincidencia encontrarte aquí con tu novio, Bibi —escuchar a April decir el apodo que solo dice Lloyd me causaba enfado y no precisamente con ella, sino con él—. ¿Podemos sentarnos con ustedes?

Levanté la mirada hacía Lloyd que me miraba serio. Yo no me atreví a responder, sabía que si lo hacía respondería mal. Ancel por otro lado, se mantuvo sereno y amable. Me miró como pidiendo permiso para que ellos se sentarán, asentí no muy convencida.

—Claro.

Ancel se recorrió hacía mi lado e intenté concentrarme en él para que no fuera más incómoda la situación.

—¿Puedo preguntar cuánto llevan saliendo? —preguntó Ancel, intentando sacar tema de conversación.

—¡Claro! Pues mira, te cuento. Llevamos siete citas, saliendo como dos meses y...

Y así fue como April le comenzó a contar absolutamente todo sobre ella y Lloyd, estaba segura que en toda la cara se me notaba el enfado.

Ellos eran los únicos en hablar, Lloyd y yo nos manteniamos callados.

—¿Y ustedes cuánto llevan saliendo? Me da curiosidad saber —preguntó con curiosidad April, automáticamente eso llamó mi atención.

Los cables en mi cerebro hicieron click y sabía que metería a Ancel en un problema, pero no me importaba en esos momentos con tal de causar alguna reacción en mi amigo.

—Oh no, nosotros no...

Lo interrumpí tomándole la mano y entrelazando nuestros dedos por encima de la mesa.

—Tenemos poco saliendo.

La cara confundida de Lloyd me gustó, seguro se estaba preguntando por qué no le conté sobre Ancel. Le di un apretón disimulado a Ancel, intentando que comprendiera lo que estaba pasando y así fue cuando me lo regresó.

—Me alegro por ustedes, ya era hora de que Ibbie saliera con alguien que no fuera Lloyd, ¿Cierto, cariño?

Él no le respondió.

—¿Por qué no me lo habías dicho, Ibbie? —por primera vez desde que se sentaron en nuestra mesa, Lloyd habló.

—¿Cómo lo haría si nunca tienes tiempo?

—Pudiste decirme que querías hablar contigo.

—"Ahora no Ibbie, estoy con April" "estoy ocupado enseñándole historia a April" "quedé de verme con April" —dije imitando su voz lo mejor que pudiera.

—Es normal, soy casi su novia —se metió ella.

—No, no lo es. No eres su única prioridad, no tiene por qué dejar a sus amigos o familiares por ti.

—No entiendo por qué te enoja eso.

Mi paciencia era casi nula y con ella mi paciencia estaba llegando a su límite.

—Me molesta porque estaba yo antes de ti en su vida.

—Que estupideces dices.

Y exploté.

—Cállate perra, ladras y ladras, pero no sabes cuando callarte.

—¡A mí no me hablas así!

—¡Yo te hablo como se me da mi gana!

—¡Ya basta las dos! —pidió Lloyd con impaciencia-. Ibbie tiene razón, no eres la única en mi vida, tengo amigos y familiares.

—¿¡Pero tú por qué le das la razón a esta!?

—Le doy la razón porque he descuidado a mi mejor amiga por ti en muchas ocasiones.

Estaba harta de todo y estaba segura que Ancel lo estaba aún más, el pobre no se había atrevido a decir algo.

—¿Nos vamos, Ancel?

Él asintió levantándose.

—Ibbie, espera.

—Disfruta tu comida, mejor amigo.

Me alejé a pesar de los llamados de Lloyd.

It'll Be Okay, Lloyd ©| ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora