Gotico SeducciÓn Mortal By Isuzu

Capitulo 49

Capítulo 49

Cristal y Plata

"Ya es hora"...

Se escuchó esa voz en su mente, ella miró sus insignias y brillaban, se puso de pie y agitó sus alas, rebuscó entre las cosas que guardaba y luego salió de su flor dormitorio, nadie la siguió, Karolette ordenó que nadie la siguiera, fuera de sus dominios, Katsumi prefirió caminar...

La tarde parecía tan gris, después de escuchar los lamentos, ahora estaba a punto de provocar otros, pero el destino era indudable, inevitable, no le quedaba otro remedio más que cumplir con su cometido, no pudo evitar que las lágrimas le rodaran por sus hermosos ojos

Se dará el amor, en esta vida, que está llena de temor, no me verás rendir, caminar sin reparar, en que es la infelicidad, como tú, yo también podría ser feliz

La melancolía no era parte de las hadas, sabía que estaría un poco deslucida, pero no podía brillar como antes, no cuando sabía que se encontraría con Tegan, con ese precioso varón que le había demostrado que si bien su corazón estaba muerto, sus sentimientos estaban vivos

¿Por qué tenía que pasarle todo a ella? ¿Por qué la castigaban de ese modo? No era justo, Karolette debía estar en su lugar, al principio no le importaría pero ahora, ahora que se había enamorado de él... pero luego pensaba en que de todas maneras los dos no tenían futuro

Sonrió con amargura cuando se dio cuenta que intentaba justificar sus acciones, finalmente lo que iba a hacer, era obligatorio, no había de otra, ahora o nunca, y nunca no estaba contemplado

¡Por Titania! Al verlo ahí, de pie, mirándola con esos hermosos ojos tan expresivos, con esa sonrisa encantadora, seductora, con esa ternura infinita... decía que no lo merecía, el no... pero era una orden, un mandato, un sacrificio, algo que nadie más que ella lo comprendería

Tegan era... una luz a pesar de ser un hijo de la noche, podía recordar su modo al hacerle el amor, al acariciarla, podía sentirlo abrazándola, estrechándola y diciéndole un montón de cumplidos cariñosos, amorosos que lo convertían en el mejor de los amantes sin duda alguna

¿Por qué? ¿Por qué precisamente el? Ella parecía flotar con solo mirar esos ojos intensos, su corazón latía tan a prisa como el de un colibrí que iba directo al néctar para beber y saciarse... Tegan era su flor, ella el colibrí, pero uno no con buenas intenciones, estaba lista ¿Acaso si?

No pudo decir nada cuando él la abrazó, la rodeó con sus brazos y sintió su calor, sintió su alma regocijada, el deseo, la pasión, todo explotaba con Tegan en ese preciso momento y eso la hacía sentir más mal

-Que hermosa luces hoy pero...

-¿Pero?

Sonrió ella intentando controlarse

-Noto algo de tristeza en tus ojos ¿Es por lo que le sucedió a Gabriela? Oye, Adriel es un maldito, ya la pagará, si no es en una vida, será en otra, pero tú no te preocupes, imagino que así como nosotros, aún la escuchas

-Tegan...

-¿Qué te pasa cariño?

-Te quiero mucho

Susurró

-Y yo a ti mi amor

Sonrió él y esas sonrisas eran puñaladas para su traición

-Tegan... te lo juro... por mi vida, por mi alma, por nuestro amor, que en realidad, en verdad, yo te amo...

-¿Qué pasa nena, porque te noto tan ansiosa?