¡RusMex Week! (MexRus)

Familia política

Tanto Rusia como México podían sentir la tan delgada linea de tensión que creían que si alguno moviera un músculo esta se cortaría y crearía un gran escalando en medio de la sala del ruso. Ambos países trataban saliva respectivamente, buscando una solución ante tal problema que se estaba dando en medio de sus hijos

Por un lado, en el mueble largo y grande, se encontraba sentado México, teniendo al lado a Ciudad de México y Puebla, y detrás del mueble yacen parados Veracruz, Tlaxcala y San Luis Potosí con su porte intimidante y serio. Los 5 estados hijos del mexicano habían sido invitados para ser quienes conozcan primero a la pareja de su padre, el latino sentía que tenían derecho por varias razones, entre ellas que unos eran los mayores entre todos, otro que era su capital, y los últimos de colados por haber escuchado la conversación a escondidas y no teniendo de otra más que llevarselos antes de que fueran de viejas chismosas con sus demás hermanos

Del otro lado se encontraba Rusia sentado en el mueble para una sola persona, teniendo parados a su lado a Moscú y San Petersburgo, atrás estaban Novosibirks, Kazán y Samara. A pesar de que eran mucho más altos que los mexicanos estos no parecían intimidados, para nada, tan solo esperaban aquella minúscula oportunidad para tener razones de atacar a los hijos del ruso y destruir sus patéticos rostros egocéntricos; contrario a los latinos, estos fueron invitados por voluntad propia de su padre, escogiendolos como primera opción para que conozcan por fin a su pareja

México fue el primero en explotar; no soportaba las situaciones incómodas y demasiado tensas, prefería destruirlas antes de envolverse de lleno en ellas

-¡Bueno ya cabrones! ¡Se me calman o aquí delante los humilló frente a todos!

Puebla fue el primero en sentirse ofendido, junto con Ciudad de México, mirando ambos a su padre listos para proclamar

-¡Pero apá!

-¡Nosotros no estamos haciendo nada!

-¡Cierren el hocico pinches chamacos, yo nos lo crié de esa manera!

Veracruz tomó uno de los hombros de su padre, tratando de calmar la situación por su porte sereno y relajado. Tampoco era de buscar mucho las peleas, pero todos sabían que cuando se metían con su familia era el primero en sacar uñas y dientes

-Gfe, relájese. Luego podrá regañarlos, mejor centrese en poder explicarnos el que hacemos aquí

-Si, antes de que intente partirle la cara a uno por verme como si fuera basura

Exclamó San Luis Potosí, cruzado de brazos y siguiendo mirando a los estados rusos entre gruñidos internos. Tlaxcala era el único que se mantenía calmado, intentando no causar más riñas de las necesarias con su padre

Pero como era inevitable, México empezó una pequeña pelea con los catrosos de sus hijos

Rusia solo esperaba calmado y paciente, al menos ya no sentía esa tensión en el aire. Tan solo esperaba a que México arreglará su disputa con sus hijos para así comenzar una plática amena como futura familia que serían, y no faltaba mucho tiempo para ello

Moscú fue el primero en dirigir palabra a su padre en todo este tiempo de silencio desde que llegaron a la casa, acercándose al oído del mayor para que el país latino no escuchase. Al contrario de los países, los estados no entendían el idioma ajeno, eran solo simple ciudades, no portaban aquel traductor que todo país poseía alrededor del mundo

-Отец, просто скажи мне, почему третий мир? (Padre, solo dígame, ¿por que un tercermundista?)

-Вы не имеете права управлять моими вкусами и будущим, Москва (No tienes derecho a regir sobre mis gustos y futuro, Moscú)