V.- ¿Qué crees de la vida?

197 17 1
                                    

-El estár aquí es relajante.- comentó.- el sonido del mar me encanta.

-Honestamente me gustaría más volver al agua.- dice Isaac.- ¡Vamos Elizabeth!.- toma a su hermana y se lanzan al agua.

-Disfruten todo lo que quieran porque nos iremos a las 6.- la voz de Richard se escucha por todo el lugar.

-¿Porqué a las 6?.- le preguntó con la ceja fruncida.

-La marea sube demasiado a partir de esa hora y mucho más desde esté lugar.- me responde.- así que debemos volver pronto

-De acuerdo.- respondo sin más y me lanzó al agua, está helada y algo profunda pero se disfruta de igual forma.

-Toma.- Elizabeth le lanza agua en el rostro a Isaac.
Todos reímos al ver la escena, este se quita los lentes que lleva y los deja sobre la roca.

- ¡Ahí va!.- dice en voz tan alta que resuena por todo el lugar, y salta con un montón de agua para mojarnos a todos.
Y así en pieza una pelea para ver quién moja a quién.

                                *
Las horas se pasan volando y es que con toda está vista, cualquiera perdería la noción del tiempo.

Nos encontramos ya todos recostados en aquellas piedras altas hechas por la naturaleza, cierro los ojos un poco ya que con tantas cosas, el sueño comienza a cobrarme factura.

-Tenemos que irnos.- menciona Loren.

-¡¡No!!.- décimos todos al unísono.

-¿Podemos quedarnos aquí un rato más?.- pregunta Lauren haciendo un puchero.

- No.- responde serio.- saben que la marea sube y éso podría causar un accidente.

- Está bien.- respondo y me levanto, el chico tiene razón, este viaje podría convertirse en un funeral sino tenemos cuidado.

Todos comienzan a levantarse con suma pereza.
Una vez listos, volvemos al agua para caminar por el sendero de la muerte.

De regresó por la orilla de la roca, todo fue un poco más tranquilo o así me sentí yo.
La verdad el agua seguía chocando contra nosotros pero sentí menos nervios y fue mucho más rápido.

Una vez de vuelta en la arena, caminamos con los pies descansos para sentir la marea en ellos.

- Me encanta la sensación de la arena en mis pies mojados.- comenta Elizabeth.

-Honestamente a mi casi no me gusta.- menciona Richard.- una vez que sales de ella, te da comezón en los pies y ni te deja caminar.- hace una mueca.

- A mi me encanta.- les digo.- pero a veces si es un poco molesta.- río.

- Bueno chicos.- comenta Loren.- ¿Tienen hambre?.

-Si.- décimos todos.- demasiado.- agregó.

Luego de tantas horas el estómago necesita comida, y en esté caso yo necesitaba una avalancha de comida para recuperar las energías.

De vuelta en la playa ya no hay tanta gente, la mayoría se encuentran comiendo o ya de ida para descansar.
Mi padre seguía recostado en su silla.

- Esperen.- les comentó rápidamente Y caminó para reunirme con él.

-Hola.- lo saludó.

Se levanta los lentes de sol.

- Hola.- me responde con una sonrisa de lado.- ¿Te divertiste?.

-Si, demasiado.- sonrió muy feliz de estás vacaciones.

-¿Quieren comer algo?.

-Si.- y llevó mi mano al estómago.- demasiada.

Un Amor de VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora