18: Guillermo Gallagher

792 84 5
                                    

Clow

«Me aterra, estoy aterrado, mami».

Mi voz de pequeño suena en mi mente, recuerdos que no quieren ni cruzarse por mi cabeza, pero que sabes que permanecen ahí, sin dejarte en paz. Salgo del edificio del hotel, con el arma preparada y veo un auto negro estacionado en frente. Mi respiración es agitada, siento que el miedo podría atacarme otra vez. Si con solo pensar en su nombre mi cuerpo hasta desea vomitar, no tengo idea que podré hacer cuando me lo encuentre. Quiero venganza, pero pienso que puedo paralizarme en cualquier momento. Debo tomar valor y terminar con esto lo más pronto posible. El vehículo no tiene patente, lo que lo hace todavía más evidente. Me sobresalto cuando arranca para irse, entonces reacciono rápido, subo a mi coche y lo sigo.

Tiene que ser él.

Conduzco de manera moderada ya que parece que el vehículo no tiene intención de acelerar, no sé si sabe que los estoy persiguiendo o en realidad no le importa. Descubro mi duda cuando otro automóvil comienza a manejar detrás de mí de una manera sospechosa. Es obvio, el viejo se asustó y trajo refuerzos.

Sé que Guillermo no es cualquier empresario, no anda por ahí haciendo de santito, hace estafas, contrata asesinos a sueldo y está metido en varias cosas ilegales, sin contar las aberraciones que me ha hecho, y quién sabe a quién más, o los gustos raros que tiene para satisfacer su mente retorcida. Tiene contactos que trabajan para él y lo ayudan, está lleno de corrupción, pero nadie lo ha frenado, por ahora. Es como un fantasma, es más difícil de encontrar que cualquiera. Aunque yo también lo soy, teniendo en cuenta que fingí mi muerte, pero eso nadie lo sabe. No sé si quiero que me reconozca, prefiero matarlo y ya, no me importa su reacción, necesito deshacerme de este karma pronto.

De repente el auto dobla en una esquina y al girar la curva estaciona, trago saliva para acto seguido hacer lo mismo, bajando de mi coche. El vehículo que venía detrás frena también. A diferente del automóvil de atrás, del de Guillermo no sale nadie. Entonces me doy cuenta que ha decidido que sus matones se encarguen del asunto sin él mover un solo dedo. Aun así no veo venir lo que llega, literal una bomba de humo me ciega y en vez de lo que creí que pasaría, no termino en un tiroteo sino con una bolsa negra en la cabeza y me quitan el arma.

Rato después soy llevado a otro lugar, con las manos atadas hacia atrás acabo arrodillado en el suelo, noto que estoy sobre una alfombra y oigo que hay más de una persona alrededor de mí, se oye que se abre una puerta, después unos pasos, luego solo silencio. De hecho permanece todo sin ruido por un largo tiempo, no sé por qué pero siento que me están mirando fijamente. Se escucha el sonido de un papel y alguien habla.

―Jefe, encontré esto ―dice un hombre.

¿Jefe? Entonces debe ser... no quiero ni nombrarlo.

―Me irrita mucho ―De repente oigo otra voz, creo que se agacha hasta mí porque logro ver sombras a través de la tela negra ―no saber quién eres ―Termina la frase y vuelve a pararse.

El muchacho que tengo a mi lado me quita la bolsa de la cabeza y me encuentro con un hombre canoso en frente de mí, no reconocí su voz, pero sus facciones son idénticas, está más viejo y me observa enfadado, no quiero ni mirarlo así que bajo la vista. Intento controlar la bilis que quiere escaparse por mi garganta, me he bloqueado ya que no puedo moverme ni un centímetro más y no es por las sogas sino por mí mismo.

«Mami, quiero volver con mi mami». La voz de mi yo pequeño sigue escuchándose en mi mente como una repetición traumática que no se va.

―Una identificación falsa ―Vuelve a hablar Guillermo mirando el papel ―¿Quién eres y por qué fornicas con lo que no te pertenece? ―Habla de Yuri, entonces reacciono y lo miro, así que sonríe ―¿De ella sí quieres charlar? Se supone que Yuri era la que saldría del hotel, no tú, estúpido entrometido ―Agarra un arma y me apunta con esta ―. Ahora me desharé de ti como lo hice con Manuel ―Sonríe ―. Mil disculpas, no es personal, o quizás sí ―Se ríe ―, pero ya que soy un caballero ¿Unas últimas palabras?

―Te he buscado por mucho tiempo, Guillermo ―me atrevo a decir y de repente baja el arma mirándome confundido ―. Ojalá y te pudras en el infierno ―confieso mis deseos.

―¿Te conozco?

―No ―expreso fríamente a pesar de que sea una mentira.

―¿Quién eres? ―insiste.

―No te importa, si vas a disparar hazlo, antes de que vomite por ver tu maldita cara ―Literal.

Se forma un silencio y me observa todavía más interesado en saber. Luego mira a uno de sus empleados, para pedirle algo.

―Tráeme todos los registros donde se ha alojado este zángano ―Me señala y el hombre asiente, retirándose rápido. Guillermo no deja de mirarme mientras espera que le traigan la información, una vez que lo hacen, se queda perdido en sus pensamientos ―Clow, ese es tu nombre... ―Hace una pausa ―pero este no es tu apellido ―dice leyendo otro de mis registros falsos. Le da todos los papeles a su empleado e incluso el arma, luego se agacha hasta mí ―. Dime tu apellido ―ordena.

―No ―expreso cortante.

―Creo que era con R ―dice pensativo parándose otra vez, pone la mano en su barbilla analizando la situación ―. Clow R... Ro... ¿Rockefelle? ―Chasquea los dedos y sonríe ―Clow Rockefelle ―Sigue pensando ―¿Dónde he oído ese nombre antes? ―Como si el mundo se iluminara para él, sus ojos se abren en grande, se muerde el labio inferior, y me agarra un asco. Baja la vista para observarme rápido ―Eres tú ―expresa emocionado como si todo el resentimiento que tenía hacia mi persona por haber estado con Yuri se desvaneciera, como si ese odio se hubiera esfumado y nunca hubiera existido, se agacha hasta mí entusiasmado ―Eres tú ―repite.

―Voy a matarte ―es lo único que alcanzo a decir y reprimo la necesidad de vomitar, no sé cuánto tiempo más aguantare las arcadas.

―Mírate, ya eres todo un hombre, hasta me amenazas ―Se ríe, luego vuelve a pedirle algo a su empleado ―. Necesito saber más, búscame información sobre Clow Rockefelle.

―Qué asco ―susurro para mí, sintiendo un gusto horrible en mi boca, entonces escupo un poco de bilis que logró escaparse por mis débiles intentos de detener la repulsión que siento.

De repente comienza a hablar mientras espera que su empleado traiga la información, lo dice con tanta naturalidad que me vuelvo a bloquear ante sus retorcidas declaraciones.

—Ah lo recuerdo, estabas avergonzado porque fue tu primera vez, pero me las arreglé para que se sintiera bien para ambos y te tratarte como un príncipe, mírate ahora, ya pareces un rey, ese lindo niño se convirtió en un atractivo hombre. Siempre me pregunté cómo te estaba tratando tu padre, me preocupé tanto y ahora estás aquí, en frente de mí, no puedo creerlo, estoy emocionado ¿Tú? ¿Con Yuri? Creo que acabo de cambiar de idea para con ustedes, ahora que sé quién realmente eres.

¿De qué está hablando? Está loco.

—Jefe —Vuelve el hombre y le entrega un documento.

Gallagher lee los datos entusiasmado.

—Wow, me impresionas —opina —que orgullo, me hubiera encantado ser parte de tus hazañas delictivas —Se muerde el labio inferior —. No puedo creerlo —Continua leyendo —, cuanto potencial —Me observa aunque yo no lo miro —. Pienso que tu padre nunca te valoró Clow, tú eres excepcional. Siempre me arrepentí de no haberte ido a buscar.

—¡¡No hables, asqueroso!! —le grito asqueado manteniendo la mirada baja en el suelo, no puedo levantar la vista, el cuerpo no me lo permite.

—No eres tan diferente a mí, Clow.

—Pederasta —lo insulto con odio.

—Violador de mujeres —se burla.

Mis dientes se presionan porque no puedo defenderme frente a eso. Tiene razón, soy un monstruo, igual que él. Voy a perder la poca cordura que me queda si sigo aquí escuchándolo, debo salir y pronto. Me levanto del suelo, agarrando desprevenido a uno de sus empleados, ya que le doy un codazo, entonces al lograr soltar mis manos, salgo corriendo por la puerta que han dejado abierta. Solo espero que las demás estén igual y que no me alcance nadie mientras intento huir. 

Perversa Oscuridad: Redención [#5.5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora