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A la luz de la luna, en una fría y tormentosa noche, el llanto de un bebé recién nacido daba alegría a una habitación que alguna vez fue un cuarto de dolor y lamentos, de rosadas mejillas y ojos tan azules cual safiro, piel tan blanca como la leche, y pequeños mechones color azul caían de la pequeña cabeza del ahora nuevo integrante de la familia.

Es una niña!

Una mujer de anchas caderas corría por la habitación en busca de más toallas limpias, y agua caliente, mientras que un ansioso papá primerizo estaba a punto de desfallecer por la angustia al otro lado de la puerta.

-está decido, ¡Voy a entrar! No puedo más con la espera.

Un pequeño muchacho extendio su mano hasta la manga del joven.

-Tranquilo amo Howl, ya va a salir la partera con noticias.

El joven padre se sentó nuevamente, pero no duró ni cinco minutos cuando ya tenía su mano en el picaporte a punto de abrir, cuando de pronto una mujer salio de la habitación.

- Felicidades señor Pendragon, es una niña sana y fuerte, su esposa resistió muy bien, ya puede pasarlas a ver.

El gran hechicero real capaz de pelear con demonios y brujos, fue derretido al instante por una tierna imagen de su hermosa esposa y su nueva bebé, feliz se acercó y besó a su amada, mientras extendía sus brazos en señal de pedido del infante.

-se parece mucho a tí, ¡Estoy celosa porque no sacó nada mio!... todos quedaran fascinados con ella.

El chico al escuchar el comentario de su esposa se hecho a reír.

- ¡De nada, por hacerte una niña tan linda!

Miro nuevamente a su pequeña que ahora dormia placidamente en sus brazos.

-No dejaré que nadie te lastime Morgan, eres la princesa de papá.

Amnesia en el corazónWhere stories live. Discover now