🍀 o n e 🍀

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Daebyul se percató de que algo no andaba bien incluso antes de ver a esa pequeña niña de piel pálida y ojos rasgados entrar a la habitación —que, por cierto, no lograba reconocer—.

Había despertado por una fuerte punzada en la cabeza, que eventualmente había desaparecido, aunque dejando aún un sentimiento nada agradable dentro de Dae. No sabía cómo había llegado a parar ahí.

El lugar era acogedor. No era extremadamente grande pero sí lo suficiente como para una cama matrimonial, dos mesitas de noche a cada lado y un armario grande en frente. Había bastante espacio restante que era ocupado por una alfombra en el suelo que parecía muy bien cuidada y distinguió una puerta que aparentemente era el baño de la habitación.

Sus últimos recuerdos se basaban en la noche de la fiesta de Goeun, una chica de la facultad en donde estudiaba. Sin embargo, cuando intentó recordar cómo había llegado hasta esa habitación desconocida; todos sus recuerdos se nublaron.

Creía haber estado con Goeun, para después acercarse al chico nuevo de la universidad: Min Yoongi. Él era guapo, y por lo que Dae había escuchado; también un buen chico y un muy buen partido. Estudiaba música, y sus clases coincidían en el mismo centro de la institución, dado que ella estudiaba literatura, así que Daebyul lo había visto más de una vez y habían cruzado miradas furtivas llenas de sonrisas dulces que al principio eran incómodas.

Daebyul quiso apartar las sábanas que la mantenían aún prisionera en la cama, pero antes de lograrlo; divisó un marco de fotos cerca de ella. Había una fotografía aparentemente suya y de un chico ligeramente más alto, de cabello oscuro y ojos pequeños. Tenía la piel bastante pálida y a Dae se le hizo extremadamente guapo. De inmediato, lo reconoció como Yoongi.

«Esto debe ser una broma de mal gusto» pensó, pero no; las sorpresas no acababan ahí.

Fue entonces que aquella niña de aparentemente dos años apareció por la puerta de la habitación y corrió con un poco de dificultad hasta la cama en la que se encontraba, para alzar los brazos en su dirección. Dae supuso que quería ser cargada o abrazada por ella, pero no estaba segura de qué hacer.

–Mami...

Y fue entonces, que Daebyul estuvo segura: algo no iba bien.

...

Por más que Dae intentó mantener distancia con la pequeña, no pudo lograrlo. Fue cuestión de minutos para que la niña se sentara sobre ella, recargando su pequeña cabeza sobre su hombro; buscando calor reconfortante y pidiendo ser arrullada.

Así fue como Woo Daebyul terminó en uno de los sofás de la sala de estar, cargando a la pequeña niña de dos años; quien parecía dormir tranquilamente en su pecho.

Había pasado así casi toda la mañana, demasiado concentrada en hallar una explicación y hurgando en sus recuerdos; además de investigar todo el lugar con la mirada.

Y ella siquiera se había percatado de la hora cuando la puerta de la casa se abrió con un ruido que sobresaltó a Daebyul incluso más de lo que esperaba.

Su mente estaba hecha un revoltijo, ni siquiera había podido llamar a alguien o pedir alguna explicación debido a que su única compañía era esa pequeña niña que no dejaba de llamarle mamá, y como si fuera poco; no encontraba su celular o algún teléfono cerca. Tampoco intentó salir del lugar por la simple razón de no querer dejar sola a la pequeña ni salir con ella en brazos.

–Llegué –anunció la figura del chico entrando a la casa. A Daebyul le sorprendió sólo un poco que fuera Min Yoongi. En realidad, se lo esperaba, gracias a que casi todo el lugar estaba lleno de fotos de ella y él juntos; además de algunas de esa niña de piel pálida y un niño que no había visto nunca pero que aparentaba unos seis años.

Dissociative ;; SUGA - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora