DICIOTTO.

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Cristóbal.

Llevaba una semana siendo pololo de la Sofía, habíamos pasado la mayoría de los días de fiestas patrias juntos, disfrutándonos mutuamente y nuestras familias conociéndose las unas a las otras, la mamá de la Sofía se llevó bacán con mi papá y la Pía, ahora son como amigos de toda la vida.

Volvimos a clases ayer, fue el día más pajero de la vida porque justamente volvimos un Viernes.

Aunque igual no me podía quejar porque salimos temprano los Viernes, pero pUTA ME GUSTA QUEJARME DE TODO, SOY UNA VIEJA CULIÁ.

El Dante últimamente anda en otra volá, no se junta con nadie, se aisló de nosotros y de las chiquillas, pero qué se le va a hacer.

Hoy, como todos los Sábados, había fiesta en la casa de la Melanie, obviamente invité a mi mujer pero me dijo que no tenía ganas de ir porque tenía mucho que estudiar para dar sus pruebas, así que la dejé no más po, si mi cabra tenía que sacar su cuarto medio bien y dar la psu.

Eran las nueve de la noche cuando decidí que era momento de arreglarme, me puse unos jeans algo ajustados, pero tenía acceso pa moverme y agacharme sin que se rompieran, encima una polera roja junto a una chaqueta, claramente mis preciadas vans no iban a faltar en este conjunto.

Me revisé fijo sus diez veces en el espejo, aunque no sé por qué me iba a arreglar tanto si la Sofía no iba y tampoco me interesaba estar con alguna otra mina.

El Felipe iba a ser mi fiel apañe como siempre lo es, claramente iba la Maite, pero también iba la Camila, si tan solo los hueones se pegaran la avispá todos seríamos felices.

El reloj marcaba las 21:20 cuando sentí unos golpes en la puerta de mi pieza, un "pase" salió de mi cabeza y delante de mi vista se apareció un moreno con rulos.

—Te vei guapo culiao, aunque pa que te arreglas tanto? si no va la sofi —me dijo antes de correrme del espejo pa verse él, vanidoso culiao.

—Puta, me quería ver guapo igual po, no vei que van a subir fotos y pa figurar tengo que verme rico —le dije antes de acomodarme bien la chaqueta—. Ya vamos, si no nos queda na cerca la hueá, ah y por cierto, no pienso beber ni fumar pa poder manejar bien —salí de la pieza y me dirigí hacia la de mi papá para despedirme, estaba con la Pía así que aproveché de despedirme de los dos—, chao mis amores, nos vemos mañana temprano yo cacho, en vola llego con el Felipe —les dije y por lo que pude oír, el Pipe ya había salido de la casa, no se despidió el culiao maleducao.

Salí de la pieza de mi papá y baje las escaleras, me dirigí al living para tomar las llaves que estaban sobre el mueble y salí de mi casa cerrando la puerta con suavidad.

Apreté el botón para abrir las puertas del auto y el Pipe se subió altiro al asiento de copiloto.

Me subí al auto, coloqué la llave y nuestro rumbo fue fijo, la casa de la Melanie.

(..)

Al llegar se escuchaba la música en alto, hueones fumando, tomando en el patio y vacilando dentro de la casa. Con el Felipe optamos en entrar para ver qué onda el ambiente, estaba más piola que afuera.

—Oye hermano, recuerda no tomar pa manejar, aunque yo tampoco lo voy a hacer porque me da paja quedar raja curao —me dijo el Felipe casi a gritos porque gracias a la música, no se podía hablar normal.

Le pasé las llaves del auto por si sucede algo, como por ejemplo que se me pierdan. Él es más responsable que yo en ese sentido.

En menos de cinco minutos, mi mejor amigo desapareció, por lo que pude ver, se fue con la Maite. Espero hablen las cosas.

(..)

Felipe.

—¿Podemos hablar? —escuché una voz femenina a un lado mío, suave y angelical, la conocía perfectamente.

—Claro, vamos a otro lado —le dije antes de seguirla por detrás hacia el lugar donde íbamos, llegamos a una pequeña pieza que había arriba, no supe de quién era, pero estaba vacía así que aprovechamos de entrar y cerrar con pestillo para que no nos interrumpieran.

La Maite salió a la terraza sentándose en una de las dos sillas que habían allí y yo la seguí sentándome en la otra, quedamos frente a frente, no sé cuál de los dos iba a hablar primero así que tomé la iniciativa.

—Maite, ¿de qué quieres hablar? —pregunté algo impaciente, llevaba un rato callada y quería saber qué estaba pensando.

—Quiero hablar de lo que nunca nos atrevimos a decirnos porque somos hueones, porque somos perones y porque no sabíamos cómo explicarnos, eso creo —soltó, no tiene pelos en la lengua esta cabrita—.

—Me gustai, Felipe, me gustai caleta y siempre te mantuve alejado de mi, poniendo excusas culiás imbéciles, diciéndome a mi misma que no podiai gustarme por ser el mejor amigo de la Sofía.
Sentía que la iba a traicionar cuando en verdad, no estaba ni cerca de hacerlo porque ella siempre me decía que me avispara y te lo dijera porque según ella también sentías cosas por mi —un pequeño suspiro se escapó de sus labios y continuó—, comenzaste a comerte con la Camila, en el liceo me partía el alma verlos juntos, a día de hoy me duele. Quizás debí haberle hecho caso a la Sofía cuando me lo dijo, pero ese fue mi error, no pescarla —finalizó con nuevamente, un suspiro.

Procesé por un segundo todo lo que la Maite me acababa de decir, era serio, era sentimental, eran sus sentimientos por fin expresados. Por mi cabeza pasaban miles de hueás, como por ejemplo chantarle el beso de una pero esa huea iba a ser muy patuo, así que me reservé.

—Maite, pa mi no es tema la Camila, ella no me gusta ni yo a ella, es como un touch and go.
No es nada serio, nada formal, ella sabe que la que me gusta erís tú, no tenía na que perder —le dije—.  Sinceramente nunca te he sacado de mi mente, donde vaya estás tú, de lo que hable estás tú, siempre tú y jodidamente tú —pasé mis manos por mi cabello y lo revolví un poco para continuar hablando—, perdóname por ser un hueón que espera a cagarla para ser sincero sobre lo que siento por ti, perdón por no haberme pegado la avispá para ir y hablarte sobre lo que en verdad pasó, yo no me la tiré Maite, claro que no me la iba a tirar. Pero si, nos comimos y han sido varías veces —tomé un poco de aire y continué—. Te quiero muchísimo, Maite, te quiero caleta.

Se quedó sin palabras, creo que estaba pensando en todo lo que le dije, pero en menos de cinco minutos, la tenía sentada en mi regazo dándome un beso, uno de aquellos que siempre deseé que me diera.

Le correspondí sin pensarlo dos veces y me abracé a su cintura.

(..)

Luego del primer beso con la Maite, conversamos las cosas y quedamos en que íbamos a intentarlo, por lo pronto, decidimos que era momento de bajar, pero lo que vi no me pareció y me hizo desear no haberlo dejado solo.

El Cristóbal se estaba comiendo con la Melanie.

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hola, hola bebés💘.
¿cómo les baila la vida?

espero no odien a Cristóbal, pero como el titulo lo dice, es un Niño mal portau🤕.

recuerden seguirme (obviamente si así lo desean) en mi Instagram @/charlespulento.w ✨🥰

les amo. ❤️🧡💛💚💙💜🖤

NIÑO MAL PORTAUHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin