Capítulo 58

45.2K 1.6K 88
                                    


Poché: En serio pensaste que era casada?
Calle: Sí, eran tan raras esas reglas que pensé que las tenías por temor a que tu esposa descubriera tu secreto.
Poché: Ay corazón, tienes una mente muy creativa, pero te equivocaste, sí estuve con mi familia, pero con mis padres y mis hermanos.
Calle: Jamás se me ocurrió.
Poché: Por cierto, tú no me has contado nada de tu familia.
Calle: No hay mucho que contar, soy hija única, mis padres se divorciaron cuando yo tenía cinco años y viví con mi madre, hasta los dieciséis, cuando se casó por segunda vez me fui a vivir con mi papá, hasta que terminé la carrera y me fui por el trabajo, pero ellos son muy fríos, hace mucho que no hablamos, mi mamá viaja constantemente porque su esposo es jugador deportivo y mi papá es golfista en LatinoAmérica, así que siempre está ocupado y también volvió a casarse hace año y medio.
Poché: Me apena escuchar eso, no tienen idea de la magnífica hija que tienen.
Calle: Gracias, pero nunca fui prioridad en sus vidas, ambos son muy egoístas.
Poché: Que mal, la familia es muy importante, quizá deberías tú de dar el paso para acercarse a ellos, estoy seguro que te aman.
Calle: Supongo que sí, pero no sé, me cuesta trabajo acercarme a ellos, a pesar que viví con ambos son prácticamente desconocidos para mí, los veía muy poco.
Poché: Deberías hacer el intento, me gustaría conocerlos pronto.
Calle: Lo intentaré, pero no te prometo nada.

Finalmente llegamos a Miami, tomamos un taxi y Poché le dio la dirección. Al llegar, y mientras bajaban las maletas de la cajuela, observé la casa y quedé maravillada, era enorme, de tres pisos y una fachada blanca de portada de revista de arquitectura. Un sirviente salió y metió las maletas, Poché entrelazó su mano con la mía y entramos.

Caminamos por un largo pasillo y en ambos costados había varios autos último modelo de diversas marcas y colores. Llegamos a la sala que era bastante amplia y en un lado había una escalera de caracol, yo sentí que los nervios me inundaron por completo al ver a toda su familia de pie esperándonos, Poché notó mi nerviosismo porque me temblaba la mano y me la apretó con fuerza dándome confianza mientras sentía la mirada de los seis– integrantes que parecían estarme analizando.

Valentina: Poché!, llegaron justo a tiempo, el ensayo pronto comenzará – exclamó entusiasmada y corrió a abrazarla.

Poché: Y cómo creías que me lo iba perder, pulguita?, la madrina tiene que estar presente.
Valentina: Qué emoción!, la segunda madrina también ya llegó – se soltó de Poché y luego me abrazó a mí – que gusto de verte Calle, que bueno que sí viniste, por cierto, tú y yo tenemos una conversación pendiente – señaló y yo la miré asustada, pero ella me sonrió.
Alejo: Hermanita, por favor, déjame abrazar a la mujer que por fin ha hecho sentar cabeza al Casanova de mi hermana – dijo sonriendo y Valentina se apartó, me sentí tan pequeña envuelta en esos musculosos brazos – que gusto volver a verte y más de saber que eres novia de Poché, pensé que se nos quedaba solterona la muchacha – se separó y puso sus manos en mis hombros – ya ves lo que dicen Calle, hermana saltada, hermana quedada – añadió en tono divertido.
-Alejo, compórtate, ¿qué va pensar Calle de tus afirmaciones? – Intervino su mamá, que me dio una tierna sonrisa y también me abrazó – bienvenida linda – añadió amablemente.
Alejo: Pues, son la pura verdad, yo ya hasta estaba pensando en rifarla, no sabes el susto que me dio cuando Valentina anunció su boda y esta hermana mía sin novia, no, no podía haber una solterona en la familia, ¿qué iban a pensar de ella?
–Alejo ya basta, por favor – dijo seria su mamá después de soltarme.
Calle: No se preocupe señora, es mejor ir conociendo la personalidad de cada uno.
– Marta, por favor, dime Marta y háblame de tú, hija.
Calle: Está bien, me costará trabajo, pero lo intentare… Marta.
– A mí también dime Juan Carlos, por favor, no me gusta que me hablen de usted, me hace sentirme viejo y aún no lo estoy – señaló y también me abrazó.
Calle: Gracias por el recibimiento – dije abrazándolo todavía.
– No tienes nada que agradecer, eres la novia de Poché y es lo menos que podemos hacer para agradecerte que estés aquí en un evento tan especial para la familia.
Calle: Al contrario, gracias por la invitación.
Valentina: No tienes nada que agradecer Calle, yo quería que estuvieras aquí y eso que aún no estabas con mi hermana, pero tuve un presentimiento y no me equivoqué – dijo y después soltó una risita traviesa

Eres Mi Tentación🤤🔥|  TERMINADAWhere stories live. Discover now