13.

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Era casi media noche cuando llegaron a su destino, el lugar era una cabaña en un bosque a orillas de un lago, durante el trayecto habían pasado cabañas similares así que Taemin supuso que era una especie de lugar de descanso.

- ¿Te agrada? – preguntó Minho quien entro detrás de él cargando las maletas –

- Es acogedora – dijo el rubio mirando alrededor, tomo un profundo suspiro y no notó ninguna esencia en particular - ¿Es tuya? –

- Sí, me gusta venir aquí para relajarme – respondió el alfa, al dar un vistazo más por el lugar el pediatra pudo notar los difusores instalados, era obvio que Minho los había mandado poner antes de que llegaran –

Taemin esperaba que hablaran de inmediato lo que ocupaba la mente de ambos pero en cambio Minho lo insto a que cenaran, en ese momento se dio cuenta que la mesa estaba servida y la comida aún caliente, con una sonrisa acepto. Luego de cenar el rubio se relajó con una ducha caliente para después acomodarse con Minho en el sillón, la fogata encendida y la televisión como ruido de fondo.

- ¿Te sientes mejor? – pregunto el mayor pasando sus dedos por sus cabellos aun húmedos –

- Mucho mejor – confirmo el otro cerrando los ojos ante el tacto –

Como el alfa parecía no querer mencionar el elefante en la habitación Taemin se dejó arrullar por las caricias del otro, apenas fue consciente cuando Minho lo levantó del sillón y los llevo a ambos a la cama.

**

Cuando Minho despertó el sol apenas se asomaba por el horizonte, a tientas busco a Taemin en la cama pero al no sentirlo sus ojos se abrieron de inmediato y se incorporó a prisa.

- ¿Taemin? – no hubo respuesta y preocupado se levantó para ir a buscarlo –

No lo encontró en la cabaña, por ultimo salió a ver afuera y lo encontró sentado en la banca que estaba en el porche, envuelto en una cobija y una de las sudaderas del alfa, al escuchar la puerta abrirse alzo la mirada.

- Minho, estás despierto – comentó, vapor saliendo de su boca –

- No estabas en la cama – dijo Minho con un suspiro aliviado y se acercó al rubio que abrió la cobija para que se acomodara a su lado –

- Lo siento, no quería preocuparte –

- ¿Qué sucede? –

- No podía dormir – dijo, un silencio lleno los siguientes minutos hasta que volvió a hablar - ¿Leíste la carta? –

- Si – dijo Minho apretándolo contra si –

- ¿Qué piensas sobre ello? –

- Nada ha cambiado, mi resolución sigue siendo la misma. – dijo el alfa con seguridad – Esa carta solo prueba lo que ya sabía, que eres mi compañero de vida –

- Pero yo no... -

- Lo sé, y no me interesa. – dijo Minho tomando su rostro entre sus manos para poderlo ver a los ojos – Te amo, y no necesito a nadie más que a ti –

- ¿Qué hay de una familia? –

- Tu eres mi familia, te amo –

- Y yo a ti, mucho – correspondió el pediatra –

- Solo eso necesitamos, – aseguró antes de besarlo – y comida – aquello hizo reír al rubio - ven vamos adentro. Te preparare el desayuno –

- De acuerdo –

Laboratorios Yoshida

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