Sila Volka <·> HyunSaeng #Wattys 2019

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Hyun trataba de no aferrar sus brazos al cuerpo entre sus brazos, sabía que tenía control pero no creía tener tanto como para no querer soltar a Young Saeng por el resto de sus vidas.

Así que camino a su auto, agradeciendo a la Luna el haber dejado atrás a su chófer, Kim no quería que nadie viera así al Omega, a SU Omega porque era suyo lo sabía, lo sentía en lo profundo de su ser y nadie impediría que estuvieran juntos.

Condujo lo más rápido posible a su casa, tenía que poner a salvó al Omega de los Alfas y su ya casi inexistente autocontrol, llamo a su hermano para saber dónde encontrar supresores, todo sería relativamente fácil.

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Jun llegó a su casa con la respiración agitada y con sudor corriendo por su frente. Estaba nervioso, desde la llamada de su hermano, y el silencio en la casa no hizo más que llevarlo casi al colapso, Saeng había entrado en celo y no tenía supresores, mientras se encontraba solo con un Alfa eso no pintaba bien, su amigo era muy joven como para tener cachorros, debió comprar supresores antes.

Caminó por su los pasillos hasta que encontró el cuarto donde provenía un aroma concentrado de café y lavanda, el cuarto de su hermano, mierda, Hyung Jun se apresuró a entrar, suspiro ruidoso y lleno de alivio al no percibir el aroma a sexo en la habitación y la ausencia de su hermano en la misma. Encontró a su mejor amigo, tirado en la cama de su hermano, abrazando una de las camisas de este, mientras se retorcía por el dolor bañado en sudor suplicando por el nudo de un Alfa.

Fue difícil lograr que su mayor le hiciera caso para poder tomar los supresores, cuando se calmó y por fin se quedó dormido, su alma pudo descansar y salir del cuarto dejandolo solo para buscar a su hermano.

- Mierda, Joong responde el teléfono.

Un sonido llamo su atención, y lo siguió hasta el baño donde encontró a su hermano mayor hecho un ovillo en el suelo a lado del lavamanos, temblaba mientras sostenía su cabeza fuertemente con ambas manos. Verlo así le destrozó el corazón su hermano se veía tan vulnerable, pero sabía que estaba así por todo el autocontrol que tuvo que tener para no saltar sobre su amigo, por eso amaba a su hermano.

-Vamos a la sala por un té para ti - acarició su espalda y lo llevo a la sala.

- Siéntate y dime qué pasó - el Omega dejo una taza de té en sus manos .

- ¿Estás consiente de que yo soy el mayor?

- Si.

- Lo encontré apunto de ser violado...- un grito lo interrumpió, observo a su hermano y con la mirada le dijo que sólo lo escuchará.

- Lo salvé y se me hacía familiar, ya sabes por tú fondo de pantalla, pero el chico estaba en celo, no podía dejarlo ahí solo, tampoco a su casa por obvios motivos. - La historia resumida y con muchas partes omitidas eran para su hermano, no le diría que  le costó mucho soltar su cuerpo y evitar besarlo hasta llevarlo a su cuarto, y solo su cuarto porque no quería que el Omega tuviera algún otro aroma en él que no fuera el propio y el suyo de madera y canela, tampoco que se volvió loco con solo verlo llorar por un Alfa, mientras que su Alfa lloró dentro de él por dar alivio al que ya consideraba su Omega, si suyo, sin importar el poco o más bien inexistente tiempo que han compartido juntos, mucho menos quería que su hermano de enterarse que estuvo a punto de perder el control y entrar a su cuarto con el Omega y hacerlo suyo segundos antes de su llegada.

- Hyun, seguro que estás bien, jamás te había visto así- el Alfa maldijo a su hermano, odiaba que lo conociera tan bien.

- Jamás me habías visto así, claro que no, porque yo jamás había sentido algo así.

- ¿A qué te refieres?

- Quiero proteger a ese Omega como nunca había querido hacerlo con alguien que no fueras tú hermano y no se porque estoy muy abrumado.

El menor se levantó de donde estaba y se acerco a su hermano que ya estaba de pie caminando por la sala y lo abrazó acarició su cabello como Hyun lo hacía cuando el era más pequeño y tenía algún accidente.

Hyun no estaba acostumbrado a sentirse fuera de control, él siempre había tenido el control sobre él, sobre su vida y sobre sus sentimientos, incluso trás la muerte de sus padres y la tutoría de su hermano siempre estuvo en calma, con control. Pero esta situación se salia completa y totalmente de sus manos, no le gustaba esa falta de control, pero al mismo tiempo le fascinan esos nuevos  sentimientos nacientes dentro de él.

- Hermano, ¿Creés en los destinados?

- Jun ya todos sabemos que son cuentos de niños - la pregunta lo dejo perplejo, que tenía que ver con los cuentos de niños con su situación actual.

- Pero Hyun, piénsalo, ¿No es extraño?

- No es eso, quizá es el estrés - volvió a tomar su taza de té y le dió un largo sorbo.

- Existe gente que si encuentra a su destinado.

- Jun.

- Hyun quieres una pareja, lo has intentado pero para ti siempre falta algo y ahora Saeng llega y te sientes sin control ¿Es eso lo que dices?, Mínimo considerarlo ¿Esta bien? - Jun fue hacia el cuarto de su hermano para ver cómo estaba su amigo, y dejo al mismo solo pensando sobre lo que acababa de decir, se supone que el mayor es el no el Omega.

- Hyun, quizá me arrepienta de esto luego pero, Young Saeng ya está mejor y no habrá mayor problema gracias a los supresores, ya es noche y está en tu cuarto así que - su hermano dudaba lo sabía pero el esperaba que fuera lo que el quería escuchar.

- ¿Puedo ir con él? - se sorprendió por lo animada que sonó su voz.

Jun asintió para después ir a la cosina,  Joong no perdió tiempo y camino lo más rápido que podía sin parecer desesperado hasta llegar al cuarto, abrió la puerta y el pequeño Omega estaba dormido tan plácidamente que le dió un ataque de ternura al ver sus mejillas sonrojadas y sus labios entre abiertos, se puso un pijama porque aunque acostumbrada dormir desnudo no lo creyó apropiado si el chico Heo estaba con el.

Se sentó en su cama cerca del menor, tú acarició sus cabellos, Hyung Jun estaba en lo cierto, el siempre quiso tener a alguien con él alguien que lo  apoyará además de su hermano, pero nunca llegó a sentir en meses de relación lo que Saeng le hizo sentir en horas sin charla, lo observó dormir y penso que no le desagradaría verlo dormir siempre, estaba en problemas claro que lo estaba, pero extrañamente la idea de los destinados ya no sonaba tan a cuento infantil.

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