uno.

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GEA

Miro asustada la cama en la que se encuentra mi madre, otra vez está sufriendo una de sus crisis y no sé qué mierda hacer, no estoy preparada para esto. No creo que alguna vez lo esté tampoco.

Su cuerpo suda mientras ella da desgarradores gritos de dolor que me ponen los bellos de punta, tapo mis oídos y aprieto mis ojos.

—Por favor mama, ¿Qué hago? –Sollozo sin mirarla-

Ella intenta tomar aire varias veces antes de contestarme. —Está bien cariño, pasara, lo prometo. –Niego con la cabeza y hago más presión en mis orejas para acallar sus gritos- Pasara pronto bebe.

Pero dura demasiado tiempo, incluso más del que ha sido otras veces y comienzo a desesperarme. Tomo mi teléfono lista para llamar a una ambulancia cuando ella deja de moverse. —¿Mami? -Sus respiraciones no son contantes, parece casi como si le fuera doloroso respirar- ¿Llamo a una ambulancia?

Niega y toma una respiración profunda. —Nos queda tan poco dinero bebé. –Acaricia el costado de mi cara- Estas tan linda…

—No importa mama, esta vez duro demasiado, quizás tengan que internarte. –Seco mis lágrimas- No hables así, no te estas despidiendo mama.

Me da una media sonrisa. —Eso cuesta dinero bebé y yo ya no tengo solución, creo que me estoy yendo. –Gimo y comienzo a llorar otra vez- No llores tontita, vas a estar bien.

—Voy a llamar a una ambulancia mama. –Me levanto decidida pero ella me sostiene por el brazo-

—Ven aquí Gea. –Me siento en el borde de la cama- Vas a ocupar el último dinero que nos queda para ir con tu padre, no en una vieja sin remedio.

Las lágrimas impiden que pueda verla bien. —No me digas eso mama.

—Estarás bien bebé, porque tú no eres una debilucha como tu madre y vas a estar bien. –Su mirada está ligeramente desorbitada- Quiero que encuentres a tu padre, te dará algo de ayuda, estoy segura de que tiene más corazón del que aparenta.

No quiero desilusionarla diciéndole que el probablemente no sabe siquiera lo que es un corazón. Asiento. —Está bien mami.

—Te amo mi pequeña Jolene.

Mi madre se fue durante la noche, los vecinos me ayudaron a enterrarla dos días después. Aun no puedo llorarla, creo que aún no puedo aceptar que estoy sola en esto, mi mama ya no está y no sé qué voy a hacer con mi vida ahora.

Tengo suerte de que nuestra casa no haya sido hipotecada, porque al menos tengo un lugar donde quedarme por ahora. Toda la casa me recuerda a ella y solo quiero salir pronto.

No he tocado nada del dinero que nos quedaba, durante los últimos tres días he estado viviendo del apoyo de nuestros vecinos y le agradezco a mi madre por ser tan buena con todos.

Al cuarto día alguien viene a tocar la puerta, no es alguno de nuestros vecinos, puedo reconocerlos por los golpes suaves y cuidadosos. Me levanto del sillón y abro la puerta.

Un gran hombre me recibe.

—Buenos días ¿Gea Mawson? –Asiento y él se quita el sombrero en señal de alivio- Soy Hendrik, investigador privado. –Sacude mi mano y sonríe-

—¿Investigador privado? –Asiente- No he hecho nada malo, lo juro…

—No, no. –Me corta- ¿Puedo pasar para explicarme mejor?

Me encojo de hombros y lo dejo pasar. Se sienta en nuestro sillón, voy tras él. —He estado buscándote durante algún tiempo.

Frunzo el ceño. —No entiendo.

—Trabajo para Justin Bieber. –Mi desconcierto se acentúa aún más- Me contrataron para encontrarte, eres la hermana de Marie Mawson ¿Verdad?

He escuchado quién es Marie y Mawson es el apellido de Mark, creo que es obvio. —Eso creo…

—Vine por ti, ella quiere conocerte. -Toma mi mano y la acaricia-

Tiro de mi muñeca y corto nuestro contacto. —No creo que sea una buena idea… Estoy en una mala situación y no es el mejor momento.

Suspira y pone su sombrero otra vez. —Su padre no quiso decirle cual era tu dirección, ella lo hizo todo por encontrarte ¿No crees que merece al menos un mérito?

Interesante. Así que Mark quería mantener a la pequeña niña lejos de la pobre hermanastra bastarda. Comienzo a interesarme más en conseguir un viaje hacia ella, solo para hacer enojar al hombre. —No tengo el dinero para viajar.

Se rie. —Mi jefe es millonario, pagara lo que sea necesario para mantener feliz a Marie ¿No lo entiendes? No necesitas pagar nada ya, mientras estés con ella, te tendrá segura.

Fijo que pienso durante algún tiempo. Sé lo que voy a hacer, lo que es necesario. —Está bien.

Aplaude y se levanta rápidamente. Toma un teléfono de último modelo desde su bolsillo y toca su pantalla. —¿Justin? La tengo, vamos en camino. –Corta y me mira- Ella está feliz.

—Yo también estoy muy feliz de al fin conocerla. –Le doy una sonrisa y él no puede evitar contestármela-

Mentir se me comenzó a hacer una costumbre desde que murió mama…

Espero que les haya gustado el primer capítulo, se que las hice esperar, pero ya esta aqui.

•HER LITTLE SISTERWhere stories live. Discover now