Capítulo 44

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SAM PVO:

Mis padres estaban terminando de preparar todo, su aniversario siempre debía de ser el mejor evento de la isla o al menos uno de los mejores.

Leo: ¿Cuándo llegan los invitados?- dice comiendo, mi hermana le da un manotazo.

Vero: En media hora o así- asiente y vuelve a comer- para de comer- frunce el ceño.

Leo: Pero tengo hambre.

Me alejo mientra siguen discutiendo, yo espero sentada mientras veo el móvil, cuando me llega un mensaje de Maddie.

¿Te gusta el color rojo?- sonrío.

Solo si lo llevas tú.

Amber dice que me vas a follar con la mirada.

Ya lo hago siempre.

¡¡¡¡Samanthaaa...!!!!

JAJAJAJAJA.

Tengo que ayudar a Amber con su pelo, parece una rata muerta, X- me reí y apagué el teléfono.

Pasaron más de una hora, Noah había llegado junto a los demás invitados, en cambio Sam y Amber no habían llegado todavía, mis amigos y yo estábamos de pie mientras reíamos sobre tonterías típicas hasta que Leo abrió la boca.

Leo: Vaya...- dice susurrando con la boca abierta y con las pupilas dilatadas.

Miré a la misma dirección la cuál estaba Maddie junto a Amber, se me puso la misma cara de idiota que a Leo y todos los hombres de la fiesta, Vero intentó taparle los ojos a Leo pero fue en vano. Maddie bajó las escaleras con su vestido rojo, el cual pensaba arrancárselo esta noche.

Las dos chicas se acercaron y cuando estaban frente a nosotros me miró sonriente.

Sam: He vuelto a enamorarme de ti- digo hipnotizada.

Maddie: Deja de decir tonterias- se sonroja.

Sam: Mírate, estás... perfecta- la recorro con la mirada varias veces.

Hasta que siento el brazo de alguien y al escuchar su voz aprieto los dientes mirándo con cara de asco al suelo.

Ed, mi primo intentando ligar con MI novia.

Ed: Pero que tenemo aquí, ¿eres Maddie verdad?- mi chica asiente- wow, permíteme decirte eres muy guapa.

Maddie: Oh, gracias- sonríe.

Ed: ¿Quieres bailar o...- Maddie le interrumpe.

Maddie: Disculpa, ya iba a hacer eso con alguien- agarra mi mano- nos vemos luego- miro a mi primo con una sonrisa victoriosa mientras él me mira mal. Nos vamos al jardín donde no hay casi nadie.

Sam: No puedo quererte más- me acerco a ella y beso sus labios- por donde iba... ah si ya... estás increiblemente hermosa mi vida- sonríe.

Maddie: No sé si te has visto, podría hacerte el amor aquí mismo, me pones mucho así vestida- abro los ojos sorprendida.

Iba con una americana azul que dejaba ver mi escote, agarra mis mejillas atrayéndome hacia ella y besa mis labios.

Vero: Tortolitas- nos giramos- Esto empieza deberíais entrar.

Nos sentamos en la mesa alargada, antes de comer escuchamos los discursos de mi padre y mi madre, los cuales me los pasé jugando con los dedos de Maddie, mientras mi padre terminaba el suyo mi mano estaba en el muslo de Maddie, intenté subir pero ella me lo impedía entrelazando nuestros dedos, era demasiado tierna, besé nuestras manos y sonrió.

Terminamos de comer y empezaron a traer copas a poner música y a bailar. Nos pusimos a bailar todos juntos, Maddie se pegaba y yo no sabía como reaccionar, tener a una chica así de preciosa era algo subrealista.

De pronto, sonó una canción lenta. Decidimos separarnos y bailar juntas, sus ojos miraban a los míos de una forma que no podría describirlo, le di una vuelta sobre si misma mientras sonreía.

Sam: Soy muy feliz contigo Mad- sonríe.

Maddie: Te quiero como nunca quise a nadie- la acerco a mi y beso sus labios.

Seguimos bailando juntas hasta que sonó una canción rápida de nuevo. Habían pasado 30 minutos y solo ponían canciones de reggeaton, las cuales Maddie me pegaba a mi y me ponía caliente solo con tocarme con el meñique.

Sam: Tengo ganas de quitarte este vestido- dije susurrando en su oido,

Seguí acariciando su cintura mientras muerdo mi labio.

Maddie: Te mentiría si no te dijera que yo también- susurra.

Sam: Sígueme- agarro su mano y busco la habitación que supuestamente era la nuestra.

Al encontrarla entramos y cerre rápidamente, no dije nada, nos quedamos en silencio mirándonos hasta que ella habló.

Maddie: ¿A qué esperas?- sonríe mirándome con picardía.

Me acerco y ella se da la vuelta, dejo un beso en el principio del cierre, bajo el cierre y voy dejando un camino de besos que la hacen jadear, cuando termino de quitar su vestido lo deja caer y se da la vuelta quedando frente a mi, llevó sus manos a mi chaqueta y la quitó deslizando sus manos por mi cuerpo, desabrocha uno por uno los botones mientras se muerde los labios, la cargué hasta la cama y la dejé caer, me subí encima suya y comencé a besarla, hasta llegar a a la tiranta de su sujetador, la quité con los dientes mirándola, ella tiro su cabeza hacía atrás, mis manos dibujaban de forma abstracta en su abdomen, terminé de quitar su sujetador, arrojándolo.

Atrapé uno de sus pechos con mi boca, sus manos fueron a mi cabello, los suspiros se hacían aún más pesados, después de terminar con sus pechos decidí que debía bajar un poco más, pero no lo haría como siempre.

Me levanté y Maddie me miró extrañada, busqué algo en mi bolso, cuando al fin lo encontré, me puse el arnés, vi a Maddie masturbándose, jamás había visto algo tan caliente, me acerqué de nuevo y la ayudé con eso.

Sam: Vamos a probar algo nuevo- asiente mordiéndose el labio inferior.

Maddie: Ten cuidado- asiento besando sus labios.

Entré en ella con cuidado, mientras ella gemía, yo entraba con suavidad y lentitud, comencé a salir y a entrar, Maddie arañaba mi espalda y yo mordía su cuello.

Me susurraba que aumentara la velocidad y así lo hice, sus piernas se agarraron a mi cintura y ella comenzó a moverse aún más rápido, sus gemidos aumentaban, yo estaba alucinando, le encantaba.

Pronto me dejó a mi abajo y se subió a mis piernas, cogió el pene y se lo colocó correctamente y empezó a botar.

Sam: ¿Te gusta esto?- sigue gimiendo.

Maddie: Sam... si... Dios- subía y bajaba metiendo el pene en su interior.

Estuvo durante varios minutos así hasta que llegó al orgasmo definitivo, escondio su cabeza en mi cuello y yo le abrazaba la cintura.

Sam: Eres preciosa- beso su mejilla y luego su frente.

Maddie: Te amo- susurra.

Sam: Te amo- repito.

Verano en MaldeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora