call of silence [levi ackerman]

IV

"no es que me aterrorizara contemplar cosas horribles, sino que me aterraba la idea de no ver nada"

Año 844

Propiedad y poder

-¿cynara?- me giro al escuchar la voz de Isabel hablarme- ¿desde cuando conoce a Farlan y a mi hermano?- aun me sigo preguntando porque le dice hermano a Levi, quiero decir, entiendo que tal vez tenga un sentimiento de aprensión con él, pero ¿hermano?-

-lo conocí cuando tenía siete años, Levi vivía frente a mi casa- le contaba un poco sobre mi relación que tuve con Levi cuando éramos niños, pero no me explaye con la historia de mi escondite y como Levi era antes de que conociera a Farlan, antes de que desapareciera.- ¿Por qué preguntas?- ambas caminamos por los pasillos del fuerte de la legión. Los tres habíamos llegado justo esta mañana, fuimos presentados ante todos y como me esperaba su recibimiento fue, especial. Era obvio que nadie tenía la intención de recibir soldados que no tenían nada de experiencia y que se habían saltado el entrenamiento como cualquier soldado ordinario lo haría.

Pasamos el día de hoy haciendo literalmente nada, solo conociendo el establecimiento, y algunos altos rangos de la legión, ya de mañana comenzaríamos nuestro entrenamiento exprés.

-es solo que creí que tu conocías mas a mi hermano y a Farlan- ¿conocerlos más?, lo dudo yo solo llegue a conocer una pequeña parte de lo que fue el pequeño Levi y el pequeño Farlan, algo totalmente diferente a lo que son ahora. La inocencia de un niño se pierde si o si con el tiempo, para dar paso a un ser que si o si pierde su humanidad... al menos en este mundo.- lo siento, no quise incomodarte- me dijo porque no le respondí la pregunta, que tierna.

-no, no, solo estaba pensando, en que tienes razón, si bien conocí antes a Levi y a Farlan, estos ya no son los mismos que hace tiempo atrás- llegamos a nuestra habitación- aunque creo que ellos igual me ven cambiada- llegamos a la habitación que nos correspondía junto con las otras reclutas de la legión de reconocimiento. Isabel y yo compartíamos la litera, esta era la última de la habitación, ella dormiría arriba y yo abajo.-

Esa noche paso sin más, una noche común y corriente, donde por fin sentía que me sentía segura, nada de inyecciones y donde por supuesto tenia conciencia de lo que hacía. Aun así no podía sacar de mi cabeza el hecho de que Noa no lo esté pasando nada bien, y que definitivamente tenía que hacer algo para que nadie saliera lastimado. Maldición eso es lo malo de dejar que la gente entre a tu vida.

A la mañana siguiente, me levante junto con las demás chicas para ir a desayunar todos juntos al comedor, Salí a darme un baño para volver y cambiarme ropa, una vez que estuve lista y comenzaba a arreglar mi cabello, veo arriba de mi litera y veo que Isabel aún no se dignaba ni a lavarse la cara.

-oye Isabel- levanto mi mano, mientras muevo su cuerpo que se encontraba en la parte de arriba de la litera- llegaras tarde al desayuno- esta solo se cambia de lado tapándose aún más- no me digas que no te lo advertí- de su parte solo recibí un gruñido, esta chica, seguro tenga problemas con el sueño porque su cuerpo no está acostumbrado, mejor la dejo descansar. Abro la puerta de la habitación y salgo, pero paso a chocar con una chica- lo siento- le digo mientras la veo, pero ella baja la cabeza y asiente, apenas puedo verle la cara, se tapa completa y entra a la habitación. Que extraño su pelo rubio se me hacía conocido, solo conozco a una maldita con el pelo casi blanco como el que vi recién. Solo espero que casimir no me mande a un seguidor para ver si hago bien mi trabajo. Mucho menos me beneficiaba que me siguieran, si casimir se entera que no tengo intenciones de matar a Levi, seguramente me lleve de vuelta con él y me encerraría de por vida, en un cubículo de diez por quince centímetros y a Noa le corte la cabeza sin que le tiemble el pulso. Tengo que calmarme, todo saldrá bien, lo presiento.