CAPÍTULO 2

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Después de cuatro semanas en las que Ignacio regó diariamente la semilla, el terreno seguía igual. Ninguna planta había crecido. Desesperado, removió la tierra y sacó la semilla: estaba exactamente igual que cuando la había sembrado. ¿Qué habrá pasado? La he cuidado como oro, pero no ha prendido, se dijo, y empezó a dudar quizás todo esto del maestro era una tontera y él estaba perdiendo su tiempo. ¿Qué mensaje de sabiduría podía contener una planta? o quizás la semilla no crecía en su jardín porque él no tenía derecho a su felicidad... Su esposa le había contado que las plantas captan la energía humana y quizás su energía no le permitía crecer. Finalmente, no importaba tanto por qué no crecía; el hecho era que el no lo había logrado. Ignacio se sentía inútil y tonto, y no le gustaba esa sensación. Estaba frustrado y amargo consigo mismo. Decidió regresar donde el maestro y pedirle explicaciones.

 Llegó a la casa como alma que lleva el diablo, empujó el portón con un movimiento enérgico, llamó con insistencia a la puerta y ni siquiera reparo en el jardín cuando lo hicieron pasar casi directamente donde el maestro. 

 –¡Maestro! –le dijo, en el colmo de su impaciencia–. ¡Usted me está haciendo perder el tiempo! ¡He invertido cuatro semanas regando esta estúpida semilla y no pasa nada! ¿Cuál es el mensaje de sabiduría que debo descubrir? ¿Acaso que los empresarios somos malos jardineros? Si en la oficina alguien se enterara de que he estado regando una semilla mágica, pensarían que soy un reverendo idiota. Dejémonos de juegos. Enséñeme sus técnicas de relajación, que es realmente para lo que he venido.

 El maestro lo miró hasta el fondo de sus ojos y le dijo con calma: 

 –Te di una semilla golpeada por un martillo. Jamás crecerá. 

 –¿Y para qué diablos me dio la estúpida semilla? ¿Para hacer el ridículo? ¿De eso se trata? ¿Para ser feliz hay que humillarse y sentirse inútil? 

 –Ignacio –continuó el maestro–, los niños son como semillas. Tenemos un potencial inmenso cuando nacemos, como si fuera un árbol de vida capaz de alcanzar las mayores alturas. Pero si nuestros padres golpean la semilla, es decir, nos maltratan, nos humillan, nos violentan y no nos valoran ni nos dan cariño, la semilla no germinará. A lo sumo, si crece, producirá un árbol débil y limitado. Quería que vivieras en carne propia la imposibilidad de hacer germinar la semilla, para que nunca te olvides de este concepto. Sin embargo, a diferencia de las semillas, los seres humanos que han sido golpeados de niños si pueden crecer, desarrollarse y ser elices. Pero para lograrlo necesitan conocerse a sí mismos, tomar conciencia de su pasado y de como los afecta en el presente. La primera semilla de la felicidad es el autoconocimiento. 

 Ignacio escuchaba al maestro con una rara mezcla de fascinación y escepticismo. Sus ojos iban del rostro a las manos pausadas del maestro, y de ahí a las paredes con todos aquellos cuadros de hombres que sin duda habían atravesado los vastos caminos de la educación del espíritu. De pronto, Ignacio se sintió ínfimo ante aquella sabiduría ancestral. Nuevamente había logrado elevar su estado de ánimo agresivo hacia otro de tranquilidad y paz. El maestro le había demostrado que además de poseer mucha sabiduría, podía realmente hacerle aprender la lección.

 Después de una pausa, el maestro continuó: 

 –Al nacer venimos al mundo con la amígdala, esa parte del cerebro que registra nuestra memoria emocional, totalmente desarrollada. Por el contrario, la corteza, parte encargada de nuestra memoria racional consciente, es incipiente y se va construyendo poco a poco. Por ello, si un niño pasa momentos difíciles que generan emociones fuertes, estas emociones son registradas en la memoria emocional pero no en la memoria racional. En otras palabras, las sensaciones derivadas de los momentos difíciles de la niñez están grabadas en una memoria emocional de la cual no somos conscientes. A esta memoria se le denomina técnicamente "memoria subconsciente" y tiene la particularidad, para nuestra desgracia, de que es atem-poral; es decir, la recordamos como si fuera ayer. Cargamos de por vida con nosotros un conjunto de emociones fuertes de las cuales no somos conscientes.

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⏰ Última atualização: Aug 06, 2019 ⏰

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"El secreto de las siete semillas"Onde histórias criam vida. Descubra agora