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Jeon Jungkook.

No podía besarla, en mi mente solo estaba la apuesta, y me dio un remordimiento, de que esa misma tarde había estado con Jery, y además, no creo que sea justo, aún no es el momento, yo en serio no sentía nada por ella, solo quería ganarle al puto Namjoon, y que sepan que puedo hacer que cualquier chica se enamoré de mi.

Pero quería estar con ella, solo un rato, unos segundos más.

—Vamos. —dijo ella, despegandose de mi, lamí mis labios, y seguí caminando hasta llegar a casa.

—Ya mismo llegamos, tranquila, ¿Tienes frio?

—S-si, no traje abrigo. —sus mejillas estaban rojas, y su nariz igual, su cuerpo temblaba mucho. No sabía cómo darle calor, no había traído nada.

Caminamos mucho tiempo, y al fin de mucho frío, y quejas por parte de Hayle, habíamos llegado, sabía que mi padre no estaba su auto no encontraba. Saque las llaves de mi casa, y la abrí, mi madre estaba en la sala tomando un poco de té. —¡Hijo!
Gritó al verme, pero Hayle estaba afuera, mojandose.

—M-me prestas d-dinero.

—¿Crees que vas a ir así de la nada? Entra, y abrigate. —ella asintió, y entró a mi casa.

—¿Hayle? Por Dios, estas muy mojada. —mi madre se acercó a ella dándole una manta para que se calentará.

—Claro, y que tu hijo se muera del frío. —ambas me vieron muy mal. —Solo bromeó.

Hayle había entrado, observó mi casa, cada detalle lo miraba y analizaba. —Cariño, arriba deje ropa para que te cambiaras, en el cuarto de Kookie esta.

Hayle había reído por como mi madre me llamó. —Voy a tu cuarto, kookie. —rodee mis ojos.

Ella subió las gradas para cambiarse. —Hijo, seguro ¿solo es tu amiga?

—Si mamá, ¿porque?

—No se, la forma en la que le miras, reflejas el amor hacia ella.

No, no, no, no siento nada, solo es un apuesta, y ya. —Listo—bajo las escaleras con un calentador rosa, se  ve muy bien, ahora entiendo, el rosa le queda muy bien, le resalta su belleza, y la parte frágil y tierna de ella.

—Bueno, yo debo irme. —Hayle se dirigía a la puerta. —¡Espera! Aún sigue lluvioso, ¿no quieres tomar un poco de café, cariño?

—Si, solo un rato. —quería que se quede.

Ella sonrió, otra maldita vez, había aceptado, subí a mi cuarto para cambiarme, cuando me quitaba el jean, las fotos de esa maquina habían caído, por suerte no se habían dañado, era muy extraño, ya tenía tres fotos de ella, la primera era la de su cuarto, y las otras dos, eran las de la máquina.

¡Reacciona Jungkook!

Baje las escaleras, y vi como mi madre y Hayle estaban riendo, se veían muy felices, al parecer se agradaron mucho. —Hijo, hablé con los Park, y no tiene problemas que esté aquí Hayle. —sonreí.

Hayle estaba muy apenada, y muy roja, me acerque a ella y pique su nariz, haciendo que se ponga rosa. —¡Auch tonto! --chillo.

Mientras tomaba la taza de café, mi madre hablaba con Hayle de como era yo de pequeño, enseñándole una de mis fotos.

Entonces, me sentí en una cómoda situación en la que yo le presentaba a mi novia a mi madre y ellas se llevarán muy bien.

Varios pensamientos inundaban mi cabeza, aclarando un poco mis ideas de mi mente y del corazón, por que a pesar de que diga que solo es una apuesta, algo me hace sentir ella, pero también me sentía muy bien siendo yo, dominando a la gente, y teniendo cosas con Jery, solo para el momento, estaba en un dilema muy raro.

Había ya pasado mucho tiempo, y Hayle ya se había ido, subí a mi dormitorio, y me acosté un poco, viendo las fotos con ella, riendo por alguna extraña razón. Y en la primera foto vi la cadena que Hayle tenía, y recordé lo mucho que significaba eso para ella, y la culpa me agarro, si ella no se hubiese metido en mis asuntos, nada habría pasado, pero quizás, si ella no se metía en mis asuntos, nunca hubiera visto su cuarto, no tendría su buso color rosa, nunca hubiera salido con ella, ninguna de estas fotos estarían en mis manos.

Y lo peor, nunca me hubiera embriagado tanto por esa sonrisa matadora, esa sonrisa que me devuelve el sueño, y me lo quita, esa sonrisa que jamás había alagado tanto, esa sonrisa que tal vez, solo tal vez podría volverme loco, y podría pasar horas mirándola.

Entonces, ¿será posible que si me guste? Pero también me gusta mucho mi anterior vida, aún no encuentro las fallas que dicen que tiene mi vida, yo la encuentro perfecta, y no quisiera cambiar, por eso quiero acabar rápido esta apuesta, ganar, tener mi celular nuevo, y acabar con esto de una vez.

Suspire profundo, y tire las fotos de Hayle, y me re coste en mi cama, calentando mis manos. Y en eso recordé cuan linda se veía Hayle con su cabello mojado, y su cara muy rojita.

Di varios golpes en mi cabeza, con cualquier tontería ya pienso en ella.

Apuesta, es una apuesta.

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