10.- Tiempo

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LuHan se había despertado temprano ese día, quería hacer el desayuno para sus padres, sin embargo estos ya habían salido, como el día anterior no lograron encontrar nada de su hermano, Lu supuso que ambos tenían un poco de prisa por encontrarlo, después de todo la amenaza de guerra seguía en pie, así que no le dio muchas vueltas al asunto. Él estaba bien si su hermano volvía a casa sano y salvo.

Al haber despertado cerca del alba y con sus planes iniciales arruinados, decidió de todas formas hacer el desayuno, dentro de poco llegaría el alfa SeHun a hacerle compañía. De sólo recordar que tendría que compartir su casa durante algunas horas con el hijo del alfa líder de la manada del Este, sus mejillas se sonrojaron levemente, esperaba que SeHun no fuese un alfa demasiado dominante de los que se ponían como prioridad y esperaban que todo el mundo los sirviese, porque de ser así, él como omega estaba seguro de que no soportaría compartir su espacio con SeHun, él había sido criado por alfas, los cuales le daban cierta libertad en algunos aspectos y no era sirviente de nadie, además, esperaba que el SeHun no estuviese muy molesto ya que él había hablado sin pedir permiso en una junta de alfas y se había enfrentado de cierta manera a su padre, estaba casi seguro de que su padre debió haberle comentado de su osadía. Ojalá que no quiera vengar a su padre de la posible deshonra que sintió por el pequeño atrevimiento de ese día.

Intentando despejarse de esas preocupaciones pronto decidió hacer el desayuno, el cuan consistía sólo en huevos con un poco de pan tostado, la carne escaseaba por la falta de alces en el bosque, así que tendría que conformarse con eso. Tal vez para la hora de la comida podría preparar un poco de verduras al vapor y arroz, esperaba que SeHun no fuese muy exigente con él y la comida. Sus pensamientos se vieron interrumpidos por los golpes suaves en la puerta.

Pensando en el rey de Roma...

Intentando tranquilizar a su corazón y diciéndose a sí mismo que todo estaría bien, se encaminó a la puerta, tomó un pequeño respiro al llegar a la entrada de su hogar y por fin recibió a su invitado, SeHun era alto, fue lo primero que notó al ver su pecho fornido en lugar de su cara en cuanto abrió la puerta, tuvo que alzar la cabeza para poder ver la cara del alfa, el cual tenía una pequeña sonrisa, tal vez incomoda, en sus labios.

—Buenos días... Yo soy SeHun, el hijo de JungHo, el alfa líder de la manada del Este.

LuHan se estremeció levemente por la voz del alfa, profunda, con un ligero seseo casi imperceptible, su aura era fuerte, pero no parecía del tipo de alfa que lo doblegaría con su voz de mando sólo por saber que tiene el poder de hacerlo.

—Un gusto, mi nombre es Byun LuHan, soy el hijo menor del alfa líder de la manada del Oeste.

Hizo una pequeña venia antes de quitarse de la entrada, invitando a pasar a su hogar a SeHun de manera silenciosa. El alfa se adentró con paso tranquilo y luego esperó por él en el pasillo, Lu cerró la puerta y caminó con pequeños pasos rápidos, la comida se enfriaría y entonces el alfa podría tomarlo como una ofensa. Entró a la cocina seguido por SeHun y cuando volteó en dirección al alto, una pequeña risita se escuchó en el lugar. LuHan, al estar confundido, observó al alfa interrogante, ¿por qué se había reído?

SeHun al parecer capto su pregunta y lo señaló.

—Lindo delantal.

Fue ahí donde el omega cayó en cuenta de que estaba usando el delantal rosa de su madre, ése que tenía dibujitos de corazones por todos lados, un pequeño sonrojo invadió sus mejillas y agachó la mirada.

—S-si quieres que te alimente, e-entonces no te burles.—El pobre LuHan tartamudeaba y temblaba a causa de los nervios y se sonrojó aún más al darse cuenta de lo que dijo, ay Diosa Luna, ¿por qué su filtro entre boca y cerebro tenía que fallarle en los peores momentos?

Alfa y OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora