Roomie

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Bakugou ha encontrado su celular antiguo que usaba en el primer año de preparatoria. Todavía tenía carga, así que se dispuso a ver qué cosas tenía ahí. Parecía que el álbum de fotografías seguía ahí. La mayoría eran tomadas por Kirishima o Kaminari, pero algunas cosas también eran de su autoría –como las fotos de apuntes de Aizawa–.

También se encuentra con fotos que le tomaba a su ahora novio. Era cuando le gustaba pero aún no tenía el valor de confesarse; Dios, era tan vergonzoso ¿Qué pensaría Todoroki si supiera que tenía un centenar de fotos de él en ese celular? Pero tampoco quería borrarlas. Ahí Shouto se veía más niño, más adorable, no tenía los tatuajes y su cabello no era tan rebelde.

Luego de su confesión en San Valentín –donde no espero coger en los baños para que luego el bicolor le pidiera noviazgo– las cosas habían avanzado bien. Bueno, quitando el hecho de que tuvo que decirle a sus padres y Masaru le decía casi llorando que no quería que su dulce bebé perdiera algo tan valioso como su virginidad con un chico cualquiera.

Ay, Dios. Si supiera que la perdió con un bastardo cualquiera cuando ni eran nada...

Muchas veces pensó que Todoroki solo lo quería para sexo pero... joder, el idiota dos caras era virgen también. Es decir, con semejante verga y la aparente práctica que tenía cuando lo levantó en los lavabos para follarlo era casi increíble que también fuese su primera vez.

De ahí en adelante, las cosas se volvieron más calientes y eran justo como ahora. Se querían, hacían el amor como dos amantes, se llenaban de besos y caricias, de palabras dulces y abrazos para terminar en un orgasmo tan placentero como amoroso que hacía a Bakugou casi llorar de lo amado que se sintió.

Pero al mismo tiempo, también follaban como dos animales en celo, en posiciones que pudiesen provocarles un placer indescriptible, donde la polla de Todoroki entrara tan profundamente en su novio que incluso forzara la entrada del útero de Katsuki para expandirse ante la punta del pene que presionaba con fuerza para poder llenarlo de semen.

En esos días utilizaron el método del ritmo, y únicamente follaban los días seguros del rubio para evitar un embarazo no planeado. Se cuidaba bastante bien y fue cuando Shouto también lo habló con él, y le dijo que compraría condones para reforzar la seguridad en cuanto a la natalidad.

Así es, durante sus años en la academia utilizaban condones –por eso en las fotos que Todoroki le tomó a su novio durante su tiempo en la academia tienen condones usados en el fondo– el método del ritmo y a veces la pastilla del día siguiente. Todo antes de que Bakugou pudiese usar anticonceptivos. Ya luego de eso, no habría casi ningún peligro en correrse dentro.

– Pequeño bastardo pervertido... – Murmura el rubio siguiendo pasando las fotos que le tomó a un desprevenido Todoroki de 15 años.

¿A alguien le interesa saber cómo cogían estos dos en la preparatoria?

Porque Bakugou está por recordar uno de esos días...

...

Era clase de educación física, el final en realidad. Aun siendo novios, Bakugou y Todoroki no dejaban sus constantes peleas, principalmente porque el rubio quería ser el mejor en todo, y su novio que también se esforzaba para ser igualmente bueno y ser digno de Katsuki, se volvía un buen rival difícil de vencer.

Claro que, buen rival era sinónimo para Bakugou de que debía gritarle hasta de lo que se va a morir. Por lo mismo, Toshinori les había hecho quedarse a recoger las cosas de la cancha como castigo de su mala conducta. A regañadientes, el rubio lo hizo; Shouto lo hizo sin ningún problema, después de todo era más tiempo con su novio.