Las sonrisas más reales de mi vida

Capítulo 3 - Primeros lazos de una sola atadura

Mis primeros días sola en "este mundo" fueron algo extraños, podría decir que más que diferentes fueron... difíciles. La primera parte del día solo me encontraba siguiendo la guía de aquellos adultos que llamábamos "profesor/a" y en los cortos tiempos de "libertad" me dedicaba a observar a aquellos extraños seres parecidos a mí, pues a su vista parecía simplemente no existir. Tal vez era invisible hasta cierto punto; es decir, era invisible hasta que alguien viera en mi algo que llamara su atención, algo que le gustara al menos un poco.

Algunos de los extraños, más amigables que otros, eran los primeros en dar el paso más tenebroso para todos, y adentrarse en "este mundo" para tocar la "puerta" en el pequeño mundo de alguien más y así crear los primeros lazos. Aquellos primeros roces y contactos con otros iguales; que dieran paz y alegría, diversión e "incondicional" apoyo ... en especial en las pequeñas travesuras que emocionaban tanto nuestros pequeños corazones. Era fascinante prestar atención a cómo iban de aquí para allá, corriendo, saltando, jugando, gritando, riendo... siendo felices. Observar como el temor no estaba presente en sus ojos al recibir un regaño de parte de los "adultos", porque estaban acompañados de lazos... de lazos de dos ataduras.

Suspirar era lo que podía hacer cuando me dedicaba a ello ... cuando anhelaba tener esos lazos de dos ataduras ... no me importaba si los nudos no fueran fuertes o estuvieran destinados a deslizarse lejos lentamente ... no me importaba. Quería alguien con quien jugar, reír, correr, gritar... sonreír y ser feliz; realizar alguna travesura y no sentir temor a nada mientras tuviera ese lazo conmigo. Realmente quería un amigo, pero mi timidez me dificultaba avanzar por ello y la poca paciencia de aquellos "iguales" a mí... no me daba esperanzas. El jugar, correr, saltar y sonreír sola dejaba de ser interesante y solo se volvía algo que provocaba tristeza en mí... tristeza y soledad, dos palabras cuyo significado no conocía en ese entonces, pero que podía vivir...

Porque ser niño no te quita la capacidad de sentir "cosas dolorosas" y de llorar cuando ellas te golpean

En la tarde, los primeros días, sentía alivio al llegar a casa; pues mis padres allí se encontraban esperando mi regreso, listos para darme amor y olvidar la soledad que me llenaba en el día.

Aunque nada es bueno para siempre, por lo menos no cuando uno todavía no tiene la capacidad de manejar algo de aquella desdichada situación.

Con el tiempo ellos ya no me esperaban en casa... el mundo de los adultos era duro, podía notarlo en sus rostros angustiados a fin de mes y el ambiente sombrío que podía albergar mi hogar en esas fechas. Aun así intentaban mantenerse, al menos, un poco sonrientes cuando estábamos allí.. Los 3 pequeños de la casa.

Al final aquellas tardes se volvieron de los 3, y yo era feliz con el hecho de ver a alguien en casa al llegar. Mis hermanos siempre estaban ahí y eso me hacia sonreír al volver, al principio ellos siempre estaban para mi... jugaban conmigo, corrían, saltaban, reían... éramos felices los 3. Mi consuelo era mi hogar... el calor familiar que dicho lugar me daba era suficiente para salir afuera y pasar unas pocas horas en soledad... por lo menos lo fue en un principio.

Hoy sé que no puedes simplemente apoyarte en las personas siempre... aunque sean tu familia... porque cada uno tiene su camino, sus problemas y sus responsabilidades.

Confiar y apoyarse en alguien tanto acabará por destinarnos a una caída solitaria

Con el tiempo me volví a quedar sola, en "ese lugar" y en casa; la palabra "no" se volvió parte de mis días completos y yo... empecé a acostumbrarme a ella.

"Con ella no"

"No le digas"

"Ella es rara, no la invites"

"No molestes"

"¿No lo entiendes?"

"No puedes hacerlo"

"No me hables"

"No me agradas"

"No tengo tiempo"

"No ahora"

"No"

...

"No"

Solo me acostumbré a ella y dejé que entrara en mi vida.

Cobarde

Pero un día...

Mi primer lazo llegó

Lo anhelaba tanto que realmente no me importaba si era de un solo nudo o si este estaba destinado al fracaso

Antes de "esa edad" era completamente feliz y volver a esos días era mi "único" deseo...

La inocencia podía empezar a jugarme malas pasadas, pero en ese entonces mi sonrisa no lo sabía

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Hola! Cómo están?

Espero que super bien y les deseo muchísima suerte en todo lo que se propongan, porque sí, en la vida se debe apoyar con amor síksí

Aquí un nuevo capítulo, me disculpo la tardanza :( estuve a finales de mi semestre y ya saben... como una loca entregando todo, pero ya pasé! jajaja

En fin, espero que este capitulo sea de su agrado. Se que son cortos, pero acorde avanza serán más largos :3 promesa 

Los quiero un montón y ajá besitos para todos <3

Gracias por leer! <3