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短ˀˀ ꒱ medialunas matutinas : nunca el ártico nunca se sintió tan cálido a las siete de la mañana • ━━━━━━━ ♡ ━━━━━━━ • ୧ · · kim jiwoo + ha sooyoung · · ୨ ˚ ༉·₊ 16 ╱ O8 ╱ 2O19 ,, saturnios #
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Abrigo tras chaqueta tras bufanda tras suéter tras camisa: el invierno reducido a una frase. Y bajo la ingente cantidad de ropajes, un menudo, frágil organismo sin piedad tirita. Pómulos y nariz melocotón, manitas desnudas buscando el calor de las impropias, temblando.
Con timidez, sus luceros viajan al semblante ajeno, que enmarca el Ártico en sus facciones gélidas. Sus orbes leen atropeyadamente la superficie brillante, un dedo se desliza y espera, ruega por su atención. Se congela.
Un foco se enciende, la pelinegra abandona la mesa, anda al mostrador. Un reclamo vehemente, tan helado como su semblante y probablemente su dermis nívea. Retorna, casi congelando el mundo bajo sus pestañas, retoma su pasado asiento, dejando su capuchino con nata sobre la mesa y un plato con dos medialunas.
Contraste. Donde fue Ártico, ahora llamas nacen, frío efímero; por supuesto, se derritió y no precisamente por su capuchino, sino por su cálida sonrisa, sobre la cual se alza un amanecer. Sujeta su mano bajo el mesón, igual de entumecida que la suya, mas de alguna manera el tacto parece tibio.
Le sonríe de vuelta y siente el verano acurrucarse sobre sus mejillas. La alta figura disuelve dicha unión, repentinamente sintiéndose acalorada, y deja el abrigo tras su silla. Toma su mano nuevamente para sorber del humeante americano en su taza.
Sus pupilas inician una danza sin titubeo alguno mientras el ajetreo mundano sigue y sigue, mientras el cubierto encuentra al plato, los vasos a la mesa y murmullos triviales van de boca en boca.
Ellas callan con sus iris gritando durante lo que parecen interminables decenios. Así: sumidas en tal mutismo, el tiempo podría congelarse y no importaría en absoluto, no mientras la de caramelos por cabellos acerca una medialuna hacia la boca ajena sin dejar de observarle, y esta correspondiendo.
Todos los días son iguales. Es otro lunes desayunando en la cafetería, como el viernes o martes pasados, sin embargo, la rutina invernal nunca es abarcada de monotonía, pues estaban ─y están─ muy ensimismadas en sí mismas como para siquiera notarlo.
El invierno sucumbió bajo una mirada enamorada.
─Te amo.
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