Capítulo 53.

3.2K 257 21
                                    


L

a amo, es mi futura esposa y soy incapaz de engañarla. No estaba haciendo nada malo, pero sé que si se entera se pondrá verdaderamente furiosa, cualquiera lo haría en su posición, y creo que el peor error fue ocultárselo, pero no hay marcha atrás.

Valentina se metió en la casa de Stamford sin mi consentimiento, me lo había pedido el día del café pero me negué pero igual no le importo. No recordaba que tenía llaves de esa casa, llego hasta allá y se instaló. Lo resolveré lo antes posible y de igual modo lo seguiré teniendo en secreto, absolutamente nadie sabe de esto. 

Los abogados ya presentaron ante la corte el caso de Valentina, ya yo cumplí con ella y la ayude, no puedo quedarme a su lado velando por su seguridad como ella pretende. Me llama siempre para decirme cualquier cosa, a veces me pongo a pensar que soy la única persona a la que puede acudir y por eso lo hace, pero yo ya la ayude, yo tengo mi vida, a Montserrat y a mi familia que es de lo que tengo que estar pendiente. 

-¿Por qué cuelgas? -me preguntó dudosa acercándome- 

-Me asustaste, no colgué solo se cayo la llamada pero ya la devuelvo -tome mi teléfono entre mis manos, estaba temblando. Tampoco me sentía bien mintiéndole a cada rato. 

-¿Quién preguntaba por mi? -bostezo y camino hacia la cocina- 

-Era Abraham, no se lo que quería, a lo mejor está borracho -dije siguiéndola 

No quería seguirle mintiendo pero ya comencé con esto y tengo que terminarlo. 

Se sirvió un vaso con jugo y se lo tomó, al haber vomitado no quedó nada en su estómago y por ello ahora tenía hambre de verdad. 

-Toma solo un vaso, mañana comes algo liviano -le indique 

-¿Y si no lo hago que me hará el doctor? -reí por su comentario y la manera en que se me estaba acercando- 

-No me tientes -la tome por la nuca y la bese- 

Río y se alejó, lavo el vaso y lo guardo. Soy un hombre afortunado al tenerla a mi lado, tengo que resolver lo de Valentina lo antes posible para poder estar tranquilo con ella, iría a hablar con ella en persona y a pedirle que saliera de esa casa. 

A los días empezó a circular en las noticias que me casaría dentro de dos meses con Montserrat, y claro quién dio la premisa fue la revista de Mamá. Nos tomaron unos fotos en el estudio de la revista nos hicieron un par de preguntas y listo a la semana ya estaba circulando la revista del mes con nuestra foto de portada, y no es por ser egocéntrico pero nos veíamos muy bien en las fotografías. 

Aún no había hablado con Valentina pero mañana lo haría definitivo, para salir de esto de una vez, iría solo y le caería de sorpresa. 

Montserrat 

Había amanecido y como cosa rara me levante con más hambre que nunca, ultimadamente el hambre se ha apoderado de mí pero ya sé que comería moderado y liviano. Me dio el olor del perfume de Alejandro y me dirigí al vestidor, allí estaba acomodando su camisa. 

-¿Saldrás? -le pregunte al borde de la puerta- 

Giró para verme y se acercó a mí dándome el beso de buenos días. 

-¿Cómo amanece mi bonita? -me dio otro beso en la frente- 

-Con hambre -respondí 

-Que raro -dijo risueño- 

Volvió a mirarse en el espejo para terminársela de abotonar. Creí que el día de hoy se la pasaría aquí ya que era domingo ¿A dónde irá? Estoy aburrida y no me quisiera quedar aquí sola, quisiera acompañarlo. 

-¿A dónde vas? -dije al lado del espejo mirándolo a él- 

-Ire a una reunión, es algo rápido, es sobre la clínica que era de  Armando -dijo sin dejarse de mirar en el espejo- 

-Esta bien, Malia tendrá un viaje e insiste en que la acompañe, se irá a ver con un agente de Victoria Secrets le harán algunas pruebas y eso -le comente 

-¿Y cuándo es? -me preguntó, se estaba colocando su reloj- 

-Esta semana, creo que es el miércoles o el jueves, me gustaría ir con ella -dije 

-Me harás falta -se acercó para tomarme por la cintura- 

-Solo serán unos dos dias -puse mis manos en su nuca - 

-¿Dejarás a Chanel? -acomodo mi cabello- 

-Para nada, se va conmigo después se pone triste 

Luego de que se marchara tome una duche larga, aunque él no lo notara estaba bastante preocupada, tenía ya dos semanas de retraso con mi periodo. Pero hoy saldría de dudas. 

Me alisté y salí a hacerme la prueba, estaba muy nerviosa, solo de esto sabía Malia. Mis manos sudaban mientras conducía y mi mente no dejaba de pensar en que él no estaba preparado en caso de que fuese positivo. La voz de la enfermera me saco de mis pensamientos. 

-¿Cuál es tu nombre? -dijo mientras escribía en el papel- 

-Disculpe -le dije para que me repitiera- 

-Cuál es tu nombre linda -dijo 

Se lo indique y procedió a sacarme la sangre, según lo que estaba leyendo este es el método más efectivo para comprobar un posible embarazo, así que me ayudaría a salir de dudas. 

Los resultados estarían listos en un par de  horas pero no podía quedarme allí a esperar, sé que allí me angustiaría más. Encendí mi auto y me devolví al penthouse, Marian tenía unos días de descanso y la otra chica por ser domingo estaba libre. 

Puse música y empecé a acomodar y limpiar, era grande así que era muy tediosa la tarea pero necesitaba entretenerme de alguna manera. El olor a desinfectante me gustaba muchísimo, olía a limpieza y orden. Luego de hacerlo con la sala y la cocina me dirigí al cuarto y empecé por la cama. Me dirigí al vestidor y pude visualizar varios ganchos vacíos donde iba la ropa que ya estaba sucia, los saque para llevarlos al área de lavado y seguí acomodando, tenía ropa muy linda y costosa, me gustaban mucho sus camisas y los tonos que tenía de ellas. 

Fui al baño y para colocar las mis cosas allí ya que habíamos acordado que estaríamos los dos en ese apartamento de manera permanente y que de vez en cuando iríamos al mío, abrí el mueble donde estaba el espejo y empecé a poner mis cosas pero también debía poner sus cosas a un lado. 

Me pareció raro ver una caja de medicinas allí la tome para ponerlas donde el las guardaba y al tenerla en mis manos sentí un peso extraño, no era el habitual para unos pastillas, lo abrí para ver qué tenía dentro, sacudí la caja en la palma de mi mano y sentí como especie de un metal frío, me sorprendí al ver lo que era, por estar husmeando me he topado con nuestros anillos de matrimonio, eran preciosos. 

Tome uno entre mis dedos para divisarlo mejor, Creo que eran de oro  por su brillo particular y su color, lo rodé frente a mis ojos y por lo que decía dentro el anillo era el de el, pero por lo visto tenía un error, la fecha que tenían al lado del nombre tenía un error, eran antiguas y no era la correcta en cuanto a mes y día de nuestro matrimonio como tal, tome el otro rápidamente entre mis dedos y lo acerqué a mis ojos, por los detalles el anillo era el de la mujer, es decir el mío, con ese comprobaría si se habían equivocado en un solo anillo o en los dos. 

Pero la equivocada era yo, ese anillo no me correspondía, tenía tallado dentro el nombre de Valentina junto a la misma fecha. Al leer su nombre allí pude comprender que aunque él lo niegue ella sigue presente en su vida de una u otra manera. Me llene de mucha rabia, tome ambos anillos y los metí en el bolsillo de mi pantalón, deje de hacer lo que estaba haciendo, tome las cosas que había acomodado mias y las volví a meter en el bolso de donde las saque, no me sentía cómoda. 

Esto no se iba a quedar así, conseguir eso allí para mí fue un golpe bajo, ya he pasado muchas cosas por alto, pero esta no.

Doctor Evans.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora