Día 5

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(Esta historia es solo una adaptación la autora es @devonnecxkes)

Billie no vino en la tarde siguiente, como esperaba que lo hiciera. Usualmente venia por una hora o dos después de la escuela pero hoy no lo hizo. En vez de eso, ella vino durante la noche, alrededor de las diez para ser exactos.

Supongo que Tay le dijo a nuestra familia, quienes vinieron hace unas horas, quien era Billie, porque la tía Maddie no me preguntó quién es Billie, solo me dio una mirada juguetona cuando me llamó para que bajara de mi habitación. Encontré a Billie sentada en uno de los sillones mientras un montón de niños estaban a su alrededor.

-¿Eres el príncipe encantador de ______?.--Emma hija de Dallas, quien tiene siete años y estaba sin dientes le preguntó a Billie a la vez que ella rió entre dientes.

-Seguro que lo soy.--Billie bromeó, pretendiendo sonar como un chico lo cual hizo que mis oídos se exaltaran.

La niña chimuela jadeó antes de tener un ataque de risa. 

-¡Pero los niños son asquerosos! ¡Tienen piojos!

Billie rió, agitando el cabello rubio de las pequeñas niñas. 

-No cuando eres un príncipe.

Había escuchado suficiente cuando salté de atrás de la pared. Me acerqué a Billie, arrastrándola fuera de la pequeña multitud de niños. 

-Vamos Billie.--susurré.

-¿Vas a llevar a ______ a su reino mágico ahora?.--el pequeño Roby preguntó con su voz chillona, haciendo mis mejillas encenderse.

-¿Cómo adivinaste, campeón?.--Billie preguntó juguetonamente.

-¿No deberían estar en la cama niños?.--Tay apareció por la puerta, cruzando sus brazos. Inmediatamente, todos los niños se apresuraron a salir de la sala, apagando la televisión en el camino. 

Ella me guiñó antes de salir, siguiendo a los niños por las escaleras. Probablemente quería asegurarse que se cepillaran los dientes y se metieran la cama.

Yo empujé a Billie a la cocina, cruzando mis brazos mientras la miraba acusatoriamente. 

-Ahora ellos me molestaran para siempre contigo.--suspiré.--¿Qué estás haciendo aquí tan tarde?

Billie sonrió ligeramente. 

-Quiero llevarte a un lugar.

Fruncí el ceño y mis sospechas se elevaron. 

-¿No me estarás llevando a un reino mágico, o si?

Billie rió, sacudiendo su cabeza mientras me sacaba de la casa. Quitó el seguro de su auto y abrió la puerta del pasajero para mi. 

-No.--ella hizo una pausa para entrar al asiento del conductor.--Solo espera y ve.

Me crucé de brazos, mirando por la ventana a la vez que Billie comenzaba a conducir. Momentos después, noté que estábamos en el estacionamiento del paseo marítimo solo a un par de minutos fuera de la ciudad. Todas las luces estaban encendidas hoy y mis ojos se enfocaron inmediatamente en la rueda de la fortuna.

-¿Me trajiste al paseo marítimo?.--fruncí el ceño.

Billie sonrió, asintiendo. 

-Solía venir aquí todo el tiempo cuando era niña. Pero deje de hacerlo hace un tiempo.

-¿Por qué?.--pregunté, mirando a Billie.

Billie no me estaba mirando. En vez de eso, sus ojos azules estaban perdidos y distantes mientras veía las luces parpadeantes. No me moví pero noté como se veían de brillantes sus ojos azules bajo las luces. Era el tipo de azul oceánico que casi parecía irreal.

Una semana para vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora