*RASPBERRY*

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El sonido de las cigarras, aquel ambiente caluroso pero fresco bajo las sombras de los árboles, y el sonido del hielo al derretirse en aquel vaso ahora vacío.

Ese era el verano, la estación para diversión en las playas que todo estudiante deseaba, pero para una dama era diferente.

Sentada bajo la sombra de una de las palmeras, se hallaba leyendo un libro, claro que a su vez vigilando los estudiantes de primero, Minerva había sugerido a Dumbledore una salida veraniega a lo muggle, eso sí apoyada de Scarlet , y la idea había sido excelente.

Los profesores estaban presentes al igual, vigilando por parejas cada grupo, Kreuz fue emparejada con Lupín, para vigilar el grupo de primer año, que emocionados disfrutaban del paseo.

La dama no iba como cualquiera, con un traje de baño, ella sólo llevaba un vestido veraniego de colores a la temporada, hecho con telas finas y frescas, no era de las que le gustaba mostrar y más siendo una mujer longeva con educación muy ambigua.

Pero disfrutaba de que gracias a su extensa vida, tenía el placer de ver la evolución de los años.

—Tu marido está como en Hogwarts, bajando puntos a diestra y siniestra —dijo Lupín sonriente, llegando a donde Kreuz se encontraba.

—Es su manera de distraerse no puedes culparlo —expresó con diversión la merlina dejando su lectura.

—¡Profesora Kreuz! —ambos profesores voltearon para ver a dos Slytherin, siendo el más alto quien hablara—. Los Gryffindor están haciendo trampa en los juegos.

Remus no aguanto y hecho a reír por ello, por su parte la merlina cerró el libro—. Y me lo dicen a mi que soy el jefe de casa de los leones, que descaro —enarcó una ceja la dama, mientras el licántropo continuaba divirtiéndose con la escena.

—Diría que ustedes algo hicieron para que los gatos que se hacen llamar leones les hagan trampa —había llegado Snape que ya se olía las mentiras de sus serpientes, como siempre el hechicero estaba con su ropa negra.

—Vayan a jugar niños y espero no sigan peleándose —los reprendió Scarlet, apoyando el regaño de su marido.

Los estudiantes salieron huyendo de ahí, ya conocían bien a su jefe de casa.

—¿Severus no te acaloras con eso puesto? —señaló Remus.

El pocionista iba con una camisa manga larga de algodón y unos pantalones pesqueros, raro de ver así pero ya que se le hacía.

Scarlet sonrió por el comentario—. No importa así decidí casarme con él —dijo la dama.

Remus hecho a reír de nuevo, esa bruja era excepcional, podía burlarse de su marido sin problemas.

—Aguante a los merodeadores y ahora, ¿tengo que soportar las burlas de ustedes dos? —replicó Snape ante su esposa.

Ambos brujos echaron a reír por el reproche de Snape, en verdad que la leona y la serpiente eran un matrimonio único y raro, quien los viera se sorprendería todavía de que ambas casas rivales terminarán con los jefes de casa en matrimonio.

Esa bruja era la única que lograba o más bien toreaba a la serpiente mayor.

—No me burló, al contrario —con porte elegante y alzando sus brazos rodeó el cuello del hombre, que se inclinó un poco debido a la baja estatura de su mujer—. Yo me enorgullezco de ser la esposa del pocionista y hechicero oscuro más poderoso actualmente.

—Mmmmm... —medio sonrió el pocionista sin dejar de verla a los ojos—. ¿Acaso me estás adulando bruja? —como le encantaba esas pláticas traviesas de su esposa, sabía cómo provocarlo de forma astuta.

El Café ⌜Especial Fest-Aniv⌟Where stories live. Discover now