Superdetective en Hollywood

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—Collin ¿Cómo va todo en la escuela?— cuestionó su madre, Andrea Bourgeois, con una pequeña sonrisa mientras daba un bocado a su corte de carne y lo llevaba a la boca. Collin rodó los ojos, su madre sabía perfectamente lo mal que le estaba yendo, la mayordomo le había hecho ya algunos comentarios y hasta ahorita se atrevía a presentarle "interés".

Y es que ¿Cómo demonios debía sentirse bien con los Kurtzberg en su contra cada ves que quería ir a visitar a Nath? ¿Cómo debía sentirse con todas esas miradas repletas de curiosidad pegando contra su espalda en la escuela?

"¿Qué ha sucedido con Nathalie?", "¿Por qué ella ya no viene a la escuela?" , "¿Por qué Collin luce tan molesto desde que ella no viene?" , "¿Qué le había hecho Collin a ella como para asustarla para no venir en la escuela?" ; preguntas que escuchaba día con día entre murmuras. Sabía que la escuela cotilleaba mucho, pero esto ya era exagerado.

"No me sorprende que el primer noviazgo de Collin terminara mal. Él es insoportable." Escuchó decir a un par de varones en los baños. Y a pesar de ser comentarios fuertes, los ignoraba realmente. Lo único que traía en la mente era ella.

¿En verdad no lo quería ver?

Cada día mientras estuvo hospitalizada intentó entrar a su habitación o mandarle un obsequio para animarla. No consiguió nada, si tenía suerte era echado por las enfermeras; sino era echado por su tía, una mujer que siempre hacía comentarios filosos y le dejaba en claro que Nathalie ya no le tenía afecto, sino miedo, asco y enojo. No lo creyó, al principio; no eran más que palabras hechas por la misma señora en contra de su apellido. Pero con el paso de los días las palabras de ella rebotaban en su cabeza, lo que sucedió ese día también.

Aquel moretón que le divisó a Olive antes de la tragedia ¿Qué hubiera pasado si las hubiese tomado a las dos y llevado directo de regreso a Paris en cuanto sospecho que ella sufría agresión? ¿Cómo mierdas decidió ignorar ese hecho? Se sentía un vil cobarde, una despreciable basura, el culpable de todo.

Pudo haberlo evitado. Pudo haber traído el vaso de agua en vez de Nathalie. Pudo haberle impedido a Nathalie ir a ese lugar. Pudo haberse quedado con Olive un rato más para averiguar que le sucedía. Pudo haber sido él el que se enfrentase a Remmy y no la hermana de ella, así ahora su pelirroja estaría feliz con el ser que ama, no demacrada por todo eso.

Sólo pensaba en cómo sería todo cuando la volviera a ver, cómo le pediría perdón por todo, por ser un inseguro bueno para nada. Se preguntaba si tan siquiera le permitiría seguir siendo su amigo. Odiaba mucho la idea de perderla.

—Ya me tengo que ir a la escuela, mamá.— respondió con simpleza sin darle un bocado a su comida. La mujer se quedó viendo atónita el plato lleno mientras el chico tomaba su bolso para ir a clases.

—Pero no has comido nada.— entonó preocupada Andrea, el chico sólo negó.

—No tengo hambre ahora. Más al rato veré si salgo con Sam o algo.— curiosamente la amistad entre Sam y él había vuelto cuando iniciaron los rumores. Aún conservaba algo de distancia, pero el chico con anteojos se mostraba atento ante el mal ánimo de su amigo y aunque no lo intentaba hacer reír, si lo ayudaba a estar atento a las clases o le sacaba conversación en algún momento.

La amistad entre esos dos era bipolar. No se querían siempre, se podían llegar a sentir asqueados por el otro; pero nunca se esfumaría esa grata estimación que ambos se tenían. Parecía que sólo entre ellos podían entender su relación.

Entrar a la escuela y respirar. Imaginar por un momento que nada ha pasado, que sigue siendo la misma escuela inútil que te desprecia por las mismas razones de siempre, no por la que ahora era más latente.

80's films (Nathloe, Genderbend)Where stories live. Discover now