Una conexión entre ambos 【 DekuKatsu】

desconocido

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"Lo siento, pero... ya no puedo estar contigo, no me das la atención que merezco", recordaba aquellas palabras viles de la chica que lo había abandonado, aunque todavía no le cabía en la cabeza el porqué de las lágrimas de la muchacha, era ella quien se alejaba ¿no al revés? Pero a Katsuki no le importaba, o por lo menos fingía no importarle, la verdad es que esas palabras le habían impactado de cierta forma. La chica decía que no le daba la 'suficiente atención', pero según él si lo hacía, o eso creía. Debía admitir que a veces la ignoraba por ser muy fastidiosa, y que prefería estar con sus amigos en ver que, con ella, sin contar que a él desde un principio le importaba un comino lo que le ocurriese y que solo andaba con ella para que sus compañeros lo dejaran en paz, con comentarios diciendo que era homosexual porque siempre rechazaba a todas. Pero si quitamos todo eso él creía que estaba haciendo un buen trabajo, nunca fracasa en nada y nadie le decía nada malo, ya bien sea por temor a que este lo golpeara, o que en realidad no tenía nada malo que decir, era muy talentoso y envidiado por todos aquel que no lo adoraban, así que, al escuchar esas palabras, simplemente no lo podía creer.

–¡KATSUKI! –Grito el pelirrojo, al notar que su amigo estaba sumergido en sus pensamientos mientras se acercaba a él.

– ¿Qué mierda quieres? –Vociferó, mientras trataba quitárselo de encima con fastidio.

–Iremos a beber ¿Vienes?

–No – Respondió inmediatamente al no estar de buen humor como para salir ese día.

–Vamos, no puedes estar así todo el tiempo –musitó aquel chico que tenía sus hombros caídos –. Hay muchas chicas que necesitan compañía.

–Y ¿Qué te hace pensar que estoy así por esa ¡Estúpida!?–bueno, eso era una clara mentira y si bien no era melancolía si está pensando mucho en ella.

–Tu distracción me lo dice todo. Además, que si no fuese por eso aceptarías con gusto –Decía acercándose a su oreja para susurrarle al oído –Eso demuestra que eras débil –. Sabía que el atajo más fácil para que él aceptara era provocarlo, y vaya que lo estaba consiguiendo.

–Por quién me tomas maldito imbécil. Pasame las putas indicaciones –. Se podía ver como aquel rubio explosivo se alejaba mientras echaba humo. En ese momento Kirishima había conseguido lo que quería.

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Su fastidio se podía reflejar claramente en su rostro. Desde su asiento observar a sus amigos quienes lo había convencido de ir, aquellos estúpidos se la pasaban riendo y se divertían mientras él solo se fastidiaba aún más, sabía que si se quedaba unas horas más explotaría y se iría sin decir nada, pero el remordimiento de conciencia podía con él, sus amigos ya se encontraban ebrios y no tenían quien los parase si cometen algunas de sus burradas, así que solo empezó a suspirar para tratar de reunir un poco más de paciencia.

– ¿Cansado? –pregunto aquella persona mientras se sentaba a su lado.

–Y eso a ti qué te importa. Será mejor que busques a otra persona, pedazo de mierda.

El chico solo se quedó sin habla mientras miraba a aquel rubio que ni siquiera se inmutaba en voltear su rostro para observar a la persona que estaba a su lado, y con un suspiro puso todo su peso en aquella mesa que tenía enfrente.

–La verdad es que estamos igual... solo vine aquí porque fui arrastrado a este lugar –Dijo aquel hombre, señalando claramente a dos personas que los miraban disimuladamente.

Katsuki por fin le dedico una mirada, lo antes dicho había llamado su atención, y pensando lo bien, debía admitir que era una persona atractiva. Su cabello era alborotado, pero no le quedaba mal, su vestimenta era extremadamente agraciada y sus ojos... aquellos ojos color verde adornados con pecas en sus pómulos que hasta por un segundo pudieron hipnotizar a Katsuki, esas cosas eran las que el cenizo pensaba del contrario, pero nunca admitiría a verse dado cuenta.

– ¿Y no crees que eres lo bastante mayor para hacer este tipo de cosa? – musito el cenizo con una mirada socarrona, aquel chico no parecía tan mayor como para decir esas palabras, se le podría calcular como tan solo unos dos o tres años mayor que el rubio, pero es que Katsuki en lo personal quería ver su expresión con aquellas palabras dichas.

Aquel pecoso solo hizo lo que se esperaba el contrario, una expresión claramente que demostraba rigidez por el impacto de su pregunta –Vale, que me han dicho de todo, pero eso es nuevo– suspiraba dolido–. Ni siquiera llegó a los veinticinco– corrijo.

El cenizo no pudo aguantar y empezó a reír, él ya lo sabía por sí mismo que no era tan mayor, pero al parecer era muy fácil fastidiarle, que hasta su risa salía sin su permiso ­–okey, ¿y para qué has venido? –pregunto el cenizo entre risas, mientras secaba sus lágrimas con la mano izquierda.

–según mis amigos, dicen que "necesito" conocer más personas. Luego te vi y me senté porque es mejor estar aquí, que aguantando sermones de ser un asocial– dijo rodando aquellos ojos verdes ­–Ah, por cierto... mi nombre es Izuku Midoriya un gusto conocerte –musito, alzando su mano como invitación a estrecharla, al principio el rostro de Katsuki era de duda, pero luego terminó diciéndole.

–Valla que tu nombre es igual de idiota que tú –masculló sin pensar.

–Y tú no te dejas nada por dentro... interesante– musitó esto último en un susurro provocando que Katsuki sacara una pequeña risita y extendiera de mano para corresponder el gesto.

"Con este aburrimiento no es tan malo jugar un poco ­–pensó este con una sonrisa ladeada– ¿no?"

–Katsuki Bakugou. No lo gastes para mierdas estúpidas–

Izuku quedó pensativo, como si algo no encajaba –Entonces te diré Kacchan –musito con una sonrisa amable.

Katsuki sintió un temblor en todo su cuerpo al escuchar ese apodo que descaradamente le había puesto hace unos pocos segundos y apartó su mirada para que este no se diera cuenta del notorio sonrojo que le había provocado –como sea –dijo tratando de ser indiferente.