noche excitante

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"y si no quiero" de seguro esas fueron las palabras que comenzaron todo lo que estaba pasando, o quizás fueron aquellas manos del pecoso que agarraron las mejillas del cenizo para acercarlo y darle un apasionado beso en los labios que inmediatamente fue correspondido. Aquello ojos rubí que miraron con tal lujuria, eran imposible de rechazar. Izuku nunca había deseado a una persona de esa manera, era como si su cuerpo se movía por sí mismo y era imposible parar, su autocontrol era nulo a pesar de saber que las situaciones o lugares no eran adecuadas.

–Hay que parar –dijo Katsuki conteniendo un poco la excitación que traía dentro y dejando perplejo, al contrario, ya que no entendía su comentario reciente –, no puedo moverme bien aquí.

Ahora eso tenía sentido, cabe recalcar que el lugar -a pesar de ser un auto de gran espacio- para hacer este tipo de cosas, no era algo adecuado, así que se contuvieron un poco o por lo menos hasta llegar a la sala de la casa que tenían en frente.

En la casa, ninguna luz estaba encendida, todo estaba oscuro y la única luz que los dejaba ver lo que hacían en el sofá era la que refleja la luna a través de las cortinas. Katsuki mantenía una risa socarrona, esta situación le diversita porque era como tener una vestía a su merced y al mismo tiempo sentía victorioso o eso pensó por un momento.

Las manos del pecoso rondaban por todo su cuerpo, siendo tan calientes como siempre, Katsuki sabía que este no se estaba conteniendo, lo podía ver en sus ojos, pero eso no le importaba, de todas maneras él tampoco lo estaba haciendo, el cenizo se estaba dejando llevar por el momento como era costumbre de él, sabiendo que había un 99,99% de arrepentirse al día siguiente, ya que lo que hacían se podía caracterizar como sexo con un hombre, aunque en su defensa un hombre muy caliente, las cuales maldecía en su mente aquellas manos escurridizas que pasaban por todo su cuerpo mientras devoraba su cuello, logrando sacarle varios jadeos, frunciendo un poco el entrecejo por sentir varias partes de su cuerpo como cuello, glúteos y su erección siendo atacadas cuando se recostaba más a él.

De repente algo hizo clic en la mente del cenizo. Esto era sexo entre hombres y él estaba dejándose dominar de una manera que para él era vergonzosa, sin oponer resistencias en los toqueteos del mayor y sabía que alguien se tenía que dejar dominar, lo cual eso no es para él, así que quiso atacar, siendo un poco brusco a la hora de lamer el cuello del pecoso cuando tuvo la oportunidad mientras le quitaba la camisa que todavía traía puesta e igualar la situación, ya que Katsuki ya se había despojado hace mucho tiempo de la suya.

–¡aah...! – katsuki sacó un sonoro gemido como lo había hecho la otra vez, siendo su momento de dominar interrumpida.

Al parecer la técnica de atacar su cuello mientras tocaba aquel cuerpo y trataba de juntar más sus cuerpos solo provocó que el contrario aumentará más la bestia que tenía dentro, apretando con sus manos el agarre que poseía en su trasero juntandolo hacia él, algo que por una razón inexplicable le parecía tan endemoniadamente excitante, nunca pensó que esa parte de su cuerpo fuera una especie de interruptor que hacía nublar su mente y siendo ese toque el retiro de un Katsuki activo. Izuku era lo suficientemente caliente como para dejarse llevar y más cuando se trataba de la dedicación que le daba al unir sus labios en los besos lujuriosos.

Izuku era una persona amable y siempre se dirigía con respeto a las personas y a pesar de que no era una persona de contar sus cosas personales, por su apariencia podrías notar que era una persona sonriente y serena, pero... nunca pensarían que sería una persona muy dominante a la hora de tener sexo, esa timidez que todos veían, se iba a la basura casi de inmediato cuanto este se calentaba, su sonrisa amable se convertía en un rostro de lujuria, Izuku quería hacer de Katsuki suyo y eso era lo único que tenía en mente, y justamente al verlo de ese modo con su mirada divertida que mostraba cuando hacía algo 'malo' o como todo lo que trataba de su persona decidió tenerlo, el cenizo sería suyo a como dé lugar.

–Kacchan quiero que seas mío –musitó jadeante mientras trataba de bajar los pantalones de katsuki, en una señal de querer hacer algo que a Katsuki le estremecía en tan solo pensarlo e inmediatamente negó con la cabeza.

–tu pene nunca cabra allí maldito Deku– se excusó, quería evitar a toda costa que su cosa lo penetrara.

–Kacchan, confía en mí – le respondió –, haré todo lo posible para que se sienta bien.

"¿Por qué tienes que hacer esa expresión ¡maldita sea!?" se maldijo al observar la clara expresión de súplica que el pecoso tenía, haciéndolo estremecer y ceder, despojándose de la poca ropa que le quedaba.

Izuku al notar esto, sacó de su bolsillo un condón y un sobre con lubricante que, en una de las bromas pesadas de su amiga castaña se lo había regalado, diciendo que en cualquier momento tenía que estar preparado para el acto sexual, que en su momento lo puso en el auto hace unos pocos días.

Abriendo aquel sobre prosiguió a vaciarlo, dejándolo caer en el trasero del cenizo, quien se encontraba en el regazo de pecoso apoyando sus rodillas en el sofá y su cabeza en el hombro de Izuku al igual que sus manos.

En las mejillas de Katsuki se postraba un sonrojo notable que se extendía en todo su rostro descendiendo hasta su cuello que trataba de ocultar, pero fue imposible ya que al sentir aquel líquido aparentemente muy gélido, hizo que un espasmo se esparció por todo su cuerpo.

–Tienes que relajarte –mencionó Izuku al intentar introducir un dedo provocando que el chico encajara sus uñas en los hombros de este.

–¡no me digas que hacer estúpido Deku! –gruño. Aquel líquido entraba en esa cavidad y era una sensación muy extraña para en rubio.

Pasaban los segundos e Izuku trataba de lubricar lo suficiente para que no le doliera tanto y con cada dedo que introducía, las uñas de Katsuki se encajaban aún más.

–¿te duele? –le pregunto al notar que Katsuki trataba de cohibir unos quejidos.

–n..no me subestimes, un pequeño dolor no me hará nada –musitó tratando de levantar su rostro {e en hombro del contrario y así verle a la cara –así que mete tu pene de una vez –su sonrisa maliciosa se podía ver desde lejos y eso fue la señal para que este obedeciera.

–está bien –musitó dándole un beso gentil y corto en los labios.

Katsuki había marcado su sentencia con esas palabras, a él no era que le dolía aquella intromisión, había sentido mucho más dolor en su vida como para que eso solo fuese una molestia, no era precisamente dolor lo que sentía y siendo sinceros aquella sensación era extraña o por lo menos así se trataba de convencer.

Después de unos cuantos besos apasionados y caricias estando dentro de Katsuki, el pecoso empezó a moverse sacando del chico varios espasmos.

La sensación de ser penetrado era algo que jamás había sentido y no podía compararlo con nada, llegando a asustarle. Esto le gustaba, sentir como su pene salía y entraba descaradamente de su trasera era algo que le estaba encantando, siendo incapaz de aguantar su voz.

–mierda –susurro en un jadeo, cada segundo que pasaba, el movimiento se hacía más rápido y cuando su trasero chocaba con los muslos del pecoso con rudeza eso le gustaba aún más, y cuando tocaba su próstata era como tocar el cielo, sin contar que una de las manos de Deku no dejaba de masturbarlo.

Si, el no era virgen, de antemano había tenido sexo con sus antiguas novias, pero ninguna les llegaba a los talones a los distintos sentimientos y sensaciones que estaba experimentando en ese momento. Su mente ya se hacía más que en blanco y solo lo sumergía la excitación.

–voy a... –no pudo terminar su palabra, porque el movimiento empezó a aumentar aún más, hasta que sus abdómenes se contrajeron para ambos correrse.

El cansancio era notable en ambos partes, sus respiraciones eran pesadas mientras sus miradas se conectaban, ambos estaban de acuerdo al decir que esto era distinto a cualquier sexo de una noche, sus cuerpos eran endemoniadamente compatible, haciendo del acto sexual algo indescriptible, pero... ¿cómo se desarrollaría estos nuevos descubrimientos?

En ese momento no hubo palabras ya que con solo sus miradas podían decir lo que en sus corazones ocultan.

Una  conexión  entre ambos 【 DekuKatsu】Onde histórias criam vida. Descubra agora