Capítulo VIII

96 8 0
                                    

La verdad, ya no sentía nada por Jimin, era guapo y tenía una personalidad increíble, pero mi corazón comenzaba a ser llenado por otra persona, además, él estaba colado por otra chica, así que no entendía porqué me había besado.

Fue un momento muy incómodo, los dos mirándonos fijamente esperando una respuesta del otro.

—Jimin ¿Qué sientes por mí?—me atreví a preguntar.
—Aún no te he olvidado del todo, Minah.

No quería hacer daño a Jimin, después de todo era mi mejor amigo, pero no sentía nada como para seguir el beso.

—Lo siento, pero... Creo que siento algo por otro y tú sientes algo por esa chica. Nosotros somos como hermanos, Jimin.

Desde aquel momento, todo se volvió muy incómodo, no sabíamos que hacer ni que decir, así que decidió irse.

Me preguntaba si había hecho mal, si tuve que devolverle el beso, pero luego pensaba que si hacía eso lo único que conseguiría sería dar falsas esperanzas. Así, me quedé hasta la hora de trabajar pensando, obviamente haciendo mis tareas, pero no podía sacarme ese momento de la cabeza.

Como siempre, iba de camino hacia el trabajo, cuando un mensaje llegó a mi móvil, era de Jimin.

"Después de esto será mejor un tiempo sin vernos".

No entendía porqué, a mí no me costaba olvidar ese momento, no quería estar sin verle, así que le llamé.

—Jimin ¿Qué te pasa?
—Lo siento, Minah, necesito aclarar mis ideas y ordenar mis sentimientos, pero esto no es una despedida.

Me colgó y noté algo punzar mi corazón, no sabía que eso le había afectado tanto y me dolía pensarlo, quizá sea por su inseguridad, así que me sentía peor pensando que le he hecho daño.

Necesitaba desahogarme en un profundo y silencioso llanto, pero alguien tocó mi espalda.

—Hey, cabeza alta o asoma la papada—si, estaba mirando al suelo.
—Namjoon, me has asustado...
—Te veo triste ¿Te pasa algo?—preguntó preocupado y mi corazón se aceleró.
—No, no. Estoy bien.
—La mentira es mala—solo dijo eso y me abrazó, entonces sentí como si todo a mi alrededor desapareciera, haciendo de nosotros uno, rodeados de destellos brillantes. Me sentía demasiado bien, tanto que incluso a mí me sorprendía.
—La verdad, me siento tan bien a tu lado que a veces incluso dudo que seas humano—confesé bromeando.
—Puedes llamarme ángel de la guarda.

~

Me acompañó hasta el bar, pero no quería que se fuera.

—Quédate, te invito a lo que quieras.
—No puedo, tengo cosas que hacer.
—Ah, pues otro día será...—dije algo triste.

Se iba a ir, pero alguien se acercó a él.

—Perdona ¿Tienes fuego?
—No, no fumo.

Mi expresión cambió totalmente a una de confusión, el otro día, cuando estábamos en la discoteca me dijo que fumaba ¿Por qué mentiría en algo así? No quise comerme mucho la cabeza y entré al trabajo.

~

Estaba trabajando, pero como había poca gente, decidí hablar con Jungkook.

—Oye Kook ¿Tú no tienes a alguien que te hace sentir tan bien que ni tú entiendes porqué?
—No sé a que viene la pregunta, pero definitivamente mi hermano, Yugyeom, cuando estoy mal, siempre está él y entonces, me siento mejor, solo con su presencia.
—Jo, que bonito... Que pena que no pueda decir lo mismo de mi hermana.
—No tenéis buena relación por lo que veo.
—Nunca la hemos tenido... Pero no es algo de lo que me guste hablar.
—Ah, cambiemos de tema entonces—propuso incómodo.

Serví una copa a un señor que estaba en la barra y seguí hablando.

—Creo que la persona que me hace sentir así es alguien que conocí recientemente...—confesé.
—No te lo pienses mucho, agradece que tienes a alguien para sentirte así.

Y eso me hizo pensar. No todo el mundo tenía a alguien especial, ya sea una madre, un hermano, amigo... Era una triste realidad y por ello agradecí tener a Namjoon en mi vida, aunque no lo viese tantas veces como desearía.

Deseaba que al salir de trabajar, me cruzase con Nam en el camino, como ayer, pero no podía saberlo, solo esperar. Cogí mis cosas y me despedí de Jungkook.

Caminé por las oscuras calles con bastante miedo, pero convencida de que Namjoon estuviese cerca. Entonces vi a alguien a lo lejos, más bien dos personas. Caminé mas deprisa y algo dentro de mí se rompió. Era Nam con una chica de la mano, esa imagen se grabó en mi mente y me hizo pedazos el corazón. Cambié de dirección para que no me viesen.

No era la única vez que sufría una decepción amorosa, también me pasó con Jimin y en su día, con Wonho, pero esa vez era distinta, Namjoon era especial.

Llegué a casa y pensé detenidamente ¿Y si me equivocaba? Es decir, Nam era alguien que me hacía sentir bien y segura, pero no por ello tendría que estar enamorada, quizá mis sentimientos estaban confusos y realmente no sentía nada por él. Decidí quedarme con esa idea para no hacerme sufrir más.

Al día siguiente, me desperté por los lametones de Yeontan. Abrí los ojos y le acaricié, cogí mi móvil y tenía un mensaje de mi hermana: "voy a recoger a Tannie dentro de una hora".

Vale, tenía una hora para prepararme a mí y recoger un poco. Busqué algo en mi armario para ponerme, después me duché y cuando estaba aseada, me vestí, peiné y me eché algo de maquillaje para ocultar mis ojeras.

Recogí mi habitación y me puse a ver la televisión en espera de mi hermana.

Llamó al timbre y abrí.

—Hola, Minah.
—Hola—mostré una sonrisa incómoda—¡Yeontan! ¡Ven, bonito! Ha venido mamá.

El cachorrito vino corriendo y cuando vio a su dueña saltó emocionado.

—Hola pequeño, vamos a casa—lo cogió en brazos—adiós.

Me despedí con la mano y cerré.

¿Cómo se sería tener una buena relación con mi hermana? Me lo solía preguntar, pero tampoco le daba muchas vueltas ya que sabía que era imposible.

Estaba viendo una novela en la televisión, cuando escuché el timbre de nuevo. No esperaba ninguna visita, así que no me imaginaba quien podría ser.

Abrí y me encontré con la alegre mirada de Jungkook, no sabía el porqué de su visita, pero por otro lado, estaba contenta, me alegraba tener a alguien a mi lado ahora que Jimin me había pedido un tiempo.

—Buenos días, compañera—me guiñó un ojo, era un gesto típico de Jungkook.
—Buenos días ¿Qué te trae por aquí?
—Simplemente quería venir a verte, tenía la mañana libre y ningún plan.

Nos reímos, él dejó a la vista sus característicos dientes, eran como los de un lindo conejo, por eso me gustaban.

—Entiendo, entonces pasa. Yo tampoco tengo planes.

~

Jungkook en tu casa🖤

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jungkook en tu casa🖤

Guardian angel|K.NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora