Y ahora vuelvo a enamorarme de ti.. {Terminada}

Capitulo 35

La fiesta había terminado de lo más normal, quitando el hecho de que me había besado con un completo desconocido.

Sam habia consiguió números de un par de chicas, Katy y Joshua seguían bailando, Emily había hecho bastantes amigos y yo; era la única que, salvo el beso, no había hecho nada interesante durante toda la noche.

Antes de irnos, me despedí de Alison, la cual estaba abrazada a Zac. El chico spiderman, se había ido después de besarme y no lo volví a ver mas. Aún seguía con la incomodidad de no saber quién era, pensaba que estaba mal besarme con un desconocido, pero algo dentro de mí me dijo que lo hiciera.

- Estoy muerta. La fiesta ha sido brutal, sin duda iré muchas veces a ese bar. - comentó Katy mientras estábamos en el coche de vuelta a casa. La miré entrecerrando los ojos.

- Sería brutal para ti. Te recuerdo que me dejaste completamente abandonada.

- Lo siento, Bel, en serio. Pero seguro que no la pasaste tan mal, ¿cierto? - recordé al chico Spiderman y sonreí levemente, pero enseguida borré la sonrisa.

- ¿Cómo la pasarías tú, si todos tus amigos te dejaran sola?

- Ya te he dicho que lo siento. Espera.. a ti lo que te pasa es que te molesta que Marshall no haya ido, ¿verdad? bel, te he pillado, amiga. - me dijo con una sonrisa en su rostro. Yo reí ante su comentario y le pegué suavemente en el hombro.

Al cabo de unos minutos, llegamos a casa. Emily se había dormido en el camino, por lo que Sam había tenido que cargarla hacia su habitación.

Subí a mi habitación, quitándome por el camino los zapatos. Escuché ruidos en la habitación de Marshall y vacilé en si ir a mirar o no.

Me decidí por ir, no sería nada malo. Me asomé por su puerta, que estaba entreabierta y

Visualicé a Marshall en una esquina de la habitación, guardando algo en una caja y, escondiendo ésta debajo de su cama.

Me separé de la puerta en cuanto él se giró. Alcé una ceja, pensando qué sería eso que escondió. No me dio tiempo ni a dar dos pasos, cuando escuché su voz detrás de mí.

- ¿Te lo has pasado bien, Bel? - me giré hacia él y pude ver como esbozaba una sonrisa al verme.

- La verdad es que no, ha sido la peor fiesta de mi vida. - confesé, ambos reímos. ¿Y tú, estás mejor? - pregunté mientras me acercaba un poco a él.

- Más o menos. Me hubiera gustado que te quedaras a cuidarme, pero bueno. - reí y él se acercó a abrazarme.

- Será mejor que vayamos a dormir, es tarde, Bel - se separó de mí, mientras yo asentía. Depositó un pequeño beso en mi frente y se adentró en la habitación.

Yo me quedé allí, mirando la puerta de su habitación. Suspiré fuertemente y una pequeña sonrisa se formó en mi rostro.

A la mañana siguiente, me desperté cansada. Había dormido menos de cinco horas, por lo que pude calcular. Katy me había despertado, según ella porque quería recuperar el tiempo perdido en la fiesta.

Me levanté a regañadientes, maldiciendo por lo bajo a Katy y a sus absurdas ideas.

Me di una ducha larga, despejando mi mente del sueño y relajando mi cuerpo. Los pies de dolían descaradamente, por lo que me quejaba al caminar,

- Buenos días, parejita. - saludé a Joshua y a Katy, una vez que llegué a la cocina.

- Buenos días, Bel. - respondieron los dos al mismo tiempo. Me serví en un tazón de cereales y un poco de leche, para luego sentarme en una de las sillas donde estaba la mesa de la cocina.

- ¿Y los demás? - pregunté mientras me metía una cucharada en la boca.

- Tus primos siguen durmiendo y Marshall se fue temprano, quería ir a correr, o algo así. - asentí desinteresadamente después de que Joshua me respondiera. Pero algo se encendió en mi cabeza: la cosa que Marshall había escondido anoche.

Ultimamente se me estaba haciendo costumbre espiarlo y querer saber qué escondía.