INFIEL - Min Yoongi

Four

Lloró, lloró como nunca antes en su vida, lloró como si miles de cristales le hubieran atravesado el corazón. Y dolía, dolía como el infierno. Se sentía pisoteada, traicionada y engañada. Era la peor sensación que había sentido a lo largo de sus años y combinándolo con el corazón roto era algo devastador.

— ¿Por qué, por qué? ¿Por qué a mí? — Eran las dos constantes preguntas que se hacía mientras se vestía. Aunque bien las podríamos confundir con sollozos, pues su llanto era tan desgarrador que las palabras salían mal articuladas. — ¿Por qué?

Se ató el sujetador mientras buscaba la camiseta con la vista. Quería salir de ahí lo antes posible, antes de que él despertará, pero le resultaba difícil saber que prenda debía coger entre todo el desastre del suelo. Después de unos segundos de búsqueda al final la encontró, y hubiera ido a por los pantalones si un murmullo no la hubiera alarmado.

— Soo — Yoongi la llamó al no encontrarla a su lado algo adormilado. Al escuchar su voz se quedó estática en medio de la habitación. —... ¿Soo, qué haces ahí parada? ¿Y por qué te estás vistiendo? — Su voz ronca hizo que se estremeciera y continuará quieta, no quería verlo a los ojos, no aún — ¿Soo qué te pasa? — ¿Qué que me pasa? La chica río internamente. Me pasa de todo Yoongi, de todo. Pero no dijo nada, sólo se puso el pantalón que por fin había encontrado. — Soo contéstame por favor. — El chico hizo el amago de levantarse e ir con ella, pero la joven se giró de golpe aturándolo.

— No — Levantó su mano indicándole que se quedara quieto. —. No te acerques... — Susurraba, pues no tenía fuerzas ni para hablar, pero lo dijo lo suficientemente alto para que él lo escuchara.

— ¿Ca-Cariño? — SooYon, que había logrado retener el llanto, soltó un quejido al escuchar ese apodo cariñoso hacia ella. — ¿Por qué lloras? — Ahora sí que Yoongi se acercó a ella, no sin antes ponerse su ropa interior y sus pantalones de chándal.

— ¡He dicho que no te acerques! — Esta vez sí pudo alzar la voz, haciendo que Yoongi se parara de golpe.

— ¿SooYon qué te pasa?  — el chico volvió a repetir la misma pregunta de antes mientras la miraba confundido y preocupado, pues sus ojos estaban hinchados y rojos. — ¿Hice algo ayer? ¿Algo te dañó? — Rió incrédula. 

— ¿Qué que me pasa? — Negó incrédula. — ¡Esto me pasa! ¡Esto! — Le tiró su móvil. El contrario lo atrapó en el aire.

Cuando Yoongi tuvo el dispositivo entre sus manos y vio lo que la pantalla reproducía, su piel se volvió más blanca de lo normal y empezó a susurrar incontables nos.

— Soo...Por favor, yo...

— Min cállate — dijo sería a la par que se limpiaba las lágrimas que de nuevo caían por su rostro. Y Yoongi supo que todo iba mal, pues la chica solo lo llamaba por su apellido cuando las cosas iban horribles. —. No quiero saber nada, ni de ese vídeo, ni de ti. Así que cállate.

La joven continúo vistiéndose mientras que Yoongi estaba procesando lo que estaba pasando. Él no podía hacer nada, no sabía qué hacer ni qué decir, así que solo preguntó una cosa.

— ¿Quién te lo ha enseñado?

Al oír esa pregunta ella comenzó a reír. Reía fuerte y escandalosamente, pero en su risa solo había estupefacción y rabia.

— ¿Es en serio que eso es lo único que me vas a decir? — Yoongi se quedó callado, pues no quería preguntar algo que la cagara más. — Lisa, me lo ha enseñado Lisa. Y le agradezco infinitamente por hacerlo, porque si no aún estaría con alguien como tú. 

— Yo te lo iba a decir... — El chico susurró mientras daba un paso hacia ella, cosa que hizo que SooYon retrocediera otro.

— ¿Ah sí? ¿Cuándo Yoongi? — Su tono de voz era filoso. — ¿En medio de una cita? ¿O de una cena familiar? O mejor aún, ¿en medio de un orgasmo? ¡Ah no, espera! ¡Eso es imposible! Estarías demasiado ocupado siéndome infiel. — Y cuando acabó de hablar cogió el móvil entre las manos del chico y salió de la habitación.