🍂C a m p o M i n a d o🍂 [RusVene] [PAUSADA]

♖Pesadillas♜

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-Aaaahg... me duele la puta cabeza...¿uhg? ¿Qué coño?

Venezuela se desperto en un banco, el cual estaba en medio de una plaza completamente vacía hasta donde él pudiese apreciar.

Se encontraba muy cofundido, ¿Dónde estaba? ¿Era de tarde o madrugada? ¿Qué hora era? ¿Y las personas?

Y la pregunta más importante, ¿Como llego ahí?

Todo estaba tan vacío y el ambiente desprendía un aura lúgubre y tétrica, se preguntaba que clase de lugar era ese.

Sí que estaba perdido, ni sabía en que zona o parte del mundo estaba, ¿Quizás la countryplaza? No, que va, ese lugar siempre estaba lleno de países y emanaba felicidad sádica en la mayoría de su tiempo, sin importar la hora, así sea fumando o contando chistes.

Pero donde fuera que estuviese, la definición del lugar se alejaba de lo lindo, él sitio le hacía sentirse nervioso e inseguro.

Pero no iba a dejar que el sentimiento lo dominase, tenía que concentrarse, intentar recordar que fue lo último que hizo o como fue a parar ahí, pero no tenía ningún tipo de recuerdo que ayudara a refrescarle la memoria, ni siquiera podía pensar en nada, estaba completamente vacía su cabeza.

La brisa soplo fría contra su piel, haciendo que se le erizaran los vellos del cuerpo, por una parte le dio algo de miedo, odiaba estar solo y más en lugares abiertos- donde se imaginaba lo peor-, y aunque mucha veces lo estuviera, no terminaba de acostumbrarse al sentimiento.

Intentando no perder más tiempo busco entre sus bolsillos su celular, antes de llamarle a alguien para que lo fuesen a buscar, tendría que saber donde estaba, ¿Y a quién recurrir en ese caso?

Correcto, Google Maps.

Para su suerte, encontro aquel teléfono que le había regalado Japón en su último cumpleaños.

Recordar eso le saco una pequeña sonrisa. Ese día el venezolano a pesar de su estado la había pasado en grande, gracias a sus amigos y familia, pero no iba a detenerse a recordar buenos momentos, tenía una tarea que hacer.

Al tenerlo en las manos y ver que no reaccionaba a los botones, su ilusión de saber donde estaba cayó.

- Está verga no tiene pila...que arrechera.- molesto devolvió el móvil descargado a sus bolsillos, pero se alarmo un momento, chequeando sus prendas, percatandose de algo muy importante.

La ropa que llevaba no era suya.

Jamás en su vida recordo comprar un cojunto de ropa blanca deportiva, nunca le gusto el color blanco, por más bonito o "a la moda" que estuviera el pigmento. Lo hacía sentir como un enfermo internado y no, tampoco pensaba que sus amigos que si llevaban el gusto por el tono fueran unos enfermitos, sino que así se sentía él con el uso de esa tonalidad.