Hetaoni: Final Stage

Capítulo 19: Offer (Sacrificio)

– Noru, ¿estás bien? – le pregunto preocupado.

– Sí, céntrate en la pelea, Den.

Hace un rato que nos separamos de los demás y hemos sido emboscados por cinco de esas cosas de las que Austria nos habló. Le miro de nuevo. Está completamente agotado.

Lukas se aferra a su espada y ataca al monstruo, el cual lo lanza hacia atrás.

– ¡Noru! – grito corriendo hacia él.

Se pone en pie, a pesar de que sus piernas casi no pueden soportar su peso. Tenemos que acabar con esto cuanto antes.

Me giro para atacar pero veo a esa cosa desaparecer.

– ¿Lu-? ¡LUKAS!

Cae al suelo, con una herida muy profunda en su vientre. Consigo sujetarle antes de que se desplome del todo. No, no, no.

– ¿¡Qué has hecho, Noru!? ¡Ese golpe era para mí!

– Lo.. lo sé.

Le dejo en el suelo con cuidado, intentando no sucumbir a un ataque de ansiedad. ¿Qué hago? ¿¡Qué hago!? ¡Tapar la herida!

Me saco el abrigo y la corbata, tirándolos al suelo, y arranco los botones de mi camisa, usándola como venda.

– Anko...

– Shh... No hables, por favor.

Con mi mano apretando la herida, cojo como puedo mi móvil y marco el número de Sealand.

– ¡Hello! ¡Tío Den!

– ¡Peter, este no es el momento! ¡Preparad un médico! ¡Han herido a Noru!

– ¡Enseguida!

Este niño es maduro cuando quiere. Cojo a Lukas en brazos, poniendo su mano sobre la herida.

– Aprieta lo que puedas. No se te ocurra morirte, Noru.

– Mathias... Yo...

– Te dije que no hablases. Te pondrás bien.

No, no lo sabes. No sabes si estará bien. Mis ojos empiezan a llenarse de lágrimas. Corro con mis pocas fuerzas hacia la entrada, pero no puedo más.

– Anko...

– No hables Noru... Te vas a poner bien... Lo juro...

– Anko, escúchame...Si me pasase algo...Cuida de Ice.

– No voy a cuidarle porque tú no vas a morir. Aún me quedan muchas cosas por decirte y no voy a dejar que mueras antes de que me atreva a hacerlo.

– Den... Jeg...

Le dejo en el suelo, agotado. Mierda, joder. No voy a llegar a tiempo. Con mi mano ensangrentada, le acaricio la cara, intentando contener mis lágrimas.

– Quédate conmigo, ¿sí? Aguanta, por favor.

– Mathias... Quiero...

– No digas nada.

Con suavidad, pone su mano sobre la mía y me sonríe débilmente. De lejos veo a Xiang y Emil, que se acerca corriendo al vernos.

– Jeg elsker deg...Mathias.

Sus palabras hacen que mi corazón se pare. Antes de que pueda responder, Ice llega alterado.

– ¡Dan! ¿Qué ha pasado?

– No he podido llevarle. Sea tiene un médico preparado pero...

– Llamaré para que vengan. – dice Hong Kong poniendo una mano en el hombro de Ice. – Quédate con él.

Emil cae de rodillas a mi lado, temblando.

– Ice... Estoy bien... – le susurra Lukas.

– ¡Y una mierda estás bien!

Me siento impotente. No he podido protegerle y ahora... Dios, Odín, quién sea... Por favor, no os lo llevéis.

– Noru... Jeg elsker dig også. Así que ni se te ocurra morirte.

Lukas me sonríe, como si le hubiese quitado un peso de encima. Ice me mira, un poco sorprendido y sonrojado por escuchar mi confesión.

Xiang regresa con Berwald y Tino y se arrodilla al lado de Emil, poniendo su mano en la rodilla de Ice para darle fuerzas.

– Noruega, el médico está en camino.

– Bi...en...

– ¿Noru? ¡Noru!

Intento llamarle pero no responde.

– ¡Hermano!

Hong Kong sujeta a Ice, que está gritando como un loco. Yo simplemente no puedo moverme. No te has ido, ¿verdad, Lukas?

El médico llega y sigo sin moverme. Mis piernas no responden.

– Está vivo, aunque algo débil. – le escucho decir – ¿Has sido tú quien ha tapado la herida?

Asiento con la cabeza, con la mirada aún perdida.

– Que sepas que le has salvado la vida. Hay que llevarle al hospital.

Levantan a Noru y le ponen en una camilla. No quiero separarme de él.

– Den. – me llama Emil. – Gracias por salvarle. Ve con él, también necesitas un médico.

Me señala un corte profundo que tengo en la pierna. Ni siquiera lo había notado.

– Os mantendré informados.

Solo espero que el médico tenga razón. Noru, por favor, no te mueras.