Cuando abro los ojos, lo primero que veo es a mi hermano sentado a mi lado. Me duele el vientre y noto algo tirante, como puntos. En cuanto mis ojos enfocan un poco, distingo a Fin y Su hablando con él, a los pies de mi cama.
– ¡Bróðir!
– ¡Lukas!
– ¿Dónde-?
Veo a Tino decir algo a Sverige, que sale del cuarto asintiendo en silencio para volver casi al instante.
– En el hospital. – dice Ice con lágrimas en los ojos. – Has estado cuatro días inconsciente.
– Sí... Recuerdo... – de pronto recuerdo todo y una sensación de terror me inunda – ¿Dónde está Mathias?
– No te preocupes. – dice Tino – Ha bajado a comer algo. No ha pasado por casa desde que te ingresaron.
Un suspiro de alivio sale de mi boca y lo que sigo suponiendo que son puntos de sutura tiran un poco. Tocan a la puerta y veo entrar a una doctora joven, de pelo negro.
Me hace unas cuantas preguntas y me revisa la presión arterial, el pulso y lo que ahora confirmo que son suturas.
– Está todo correcto. Si no hay cambios en una semana le podremos dar el alta.
Veo alivio en la cara de todos y Tino me dedica una sonrisa de oreja a oreja.
– No sabes el susto que nos has dado, Nor. Sobre todo a Ta y a Emil.
Miro a mi hermano, que tiene aún alguna lágrima en los ojos. Le revuelvo el pelo y le sonrío.
– No me había fijado en que tenéis el mismo corte de pelo. – comenta Fin – Como siempre llevas la-
– ¿Dónde está mi horquilla? – digo preocupado.
– Se te cayó en el jardín de la casa. – dice Emil – El idiota de Den volvió él solo a por ella sin decirnos nada.
Noto mi cara enrojecer un poco y oigo la puerta abrirse, seguida de el sonido de una botella de plástico cayendo al suelo.
– Lukas...
En la puerta veo a Mathias, temblando como una hoja de papel y a punto de llorar. Emil se levanta y se aparta, como dejando la silla a mi lado para él.
– Hej. – digo con una pequeña sonrisa.
Se acerca a mi cama cojeando un poco, como si le doliese la pierna derecha. Agarra mi mano entre las suyas y se sienta a mi lado sin decir nada.
– Nosotros nos vamos ya. – dice Tino – Hemos dejado a los niños solos. Volveremos mañana.
– Yo iré a comer algo. – dice Ice.
Simplemente asiento. Sé qué quieren dejarnos a solas. Cierran la puerta tras de si y yo giro la cabeza para mirar a Den, que me mira como si fuese un fantasma.
– Den-
– Tenía mucho miedo de perderte, Lukas. – susurra apoyando su cabeza en mi mano. – No sabes lo asustado que estaba...
– Ey, estoy bien. ¿Y tú? ¿Qué te ha pasado en la pierna?
– No es nada. Al parecer una de esas cosas me dio a mí también, pero estoy bien.
– ¿Te duele?
– Eso debería preguntártelo yo a ti.
– No duele, pero noto los puntos.
Suspira y apoya su frente en mi mano otra vez. No le había visto así desde...
– No vuelvas a hacer algo así nunca más, por favor. Te quiero, te quiero más que a nada en el mundo. No quiero volver a perderte.
– Yo también te quiero. Aunque a veces seas un poco insoportable. – me río.
– Cambiaré por ti.
– No quiero que cambies, idiota.
Me mira con cara de sorpresa y me sonríe. Será un idiota, pero es mi idiota.
– Por cierto, tengo algo tuyo.
Se levanta y saca algo de su bolsillo. Es mi horquilla.
– Es cierto. Me han dicho que volviste solo a por ella.
– Sé lo importante que es para ti. No podía dejarla perdida en ese sitio.
Se agacha y la coloca en mi pelo, dándome un beso en la mejilla con cara avergonzada. Le agarro de la corbata, sin dejarle levantarse, y me mira, levantando una ceja.
– Si vas a darme un beso, al menos hazlo bien.
Tiro de su corbata hasta dejarle a centímetros de mí. Se está poniendo tan rojo como el fondo de su bandera.
– Nore, yo... ¿Estás seguro?
– Por una vez en tu vida, Danmark, cállate.
Tiro de nuevo de su corbata y le beso. He esperado demasiado tiempo para andarme con chiquitas.
– No me esperaba eso de ti, Lukas. – dice sentándose de nuevo, con las mejillas sonrojadas.
– Soy una caja de sorpresas.
Ambos nos reímos y Mathias suelta un bostezo. Se pasa la mano por la cara, cansado y decido hacer algo al respecto.
– Vete a casa, anda.
– ¿Por qué? Estoy bien.
– No, no lo estás. Tienes unas ojeras del tamaño del Mar del Norte y Tino me ha dicho que llevas aquí cuatro días. Conociéndote, no has dormido nada, así que haz el favor de irte a descansar.
– Bueno, te haré caso. – dice entre suspiros, levantándose para irse. – Volveré a la noche. Jeg elsker dig.
Sonrío y le despido con la mano, mientras veo como se acerca a la puerta.
– Jeg elsker deg også.
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Hetaoni: Final Stage
FanfictionEsto es un FanFic sobre el final de Hetaoni, a partir del capítulo 17 1/2 del juego. Nada de lo que escriba es real, es todo fruto de mi imaginación. AVISO: CONTIENE YAOI, MENCIÓN DE MPREG Y OC DE VARIOS PAÍSES. NOTA: NO ESTÁ ABANDONADO, PERO LA P...