Capítulo 5

187 16 3
                                    

Después de ayudarlo con el casco, volvió a subir a la motocicleta haciendo rugir el motor de esta e indicándole al empresario que subiera.

—Si se sostiene así, puede que ocurra un accidente.— dijo el mayor.

Shura no quería ni acercarse más a él, así que solo mantenía sus manos tocando suavemente el chaleco de oficial de los costados.
Aioros sonrió, el tipo que tenía atrás podía haber hecho equitación, esgrima, tiro con arco y hasta jugar tenis como cualquier magnate de su categoría, pero no podía sostenerse bien.
Con los guantes negros tocó las manos del empresario y las llevó a su abdomen pegandolas más a su cuerpo.

—¡Te caerás, si no te sostienes mejor!— soltó una pequeña risa.
Sabía perfectamente que el español iba a viajar abrazado a él, pero también es un momento en que debe que cumplir con su trabajo.
Dió marcha al motor de la motocicleta para seguir adelante hasta llegar a la agencia.

Por su parte Shura tenía un rubor en las mejillas, nunca había viajado de esa manera y tan cerca de una persona, sentía que le robaba su espacio personal.
Aún así hundió su cabeza literalmente en la espalda del mayor, con sus manos comprobaba que era más corpulento que él, tenía las caderas más anchas y espalda.
Era un verdadero hombre, aún no sabía por qué se había interesado en él, porque ese oficialucho debía saber que él era multimillonario, empresario famoso y todo lo demás, cabía destacar las clases sociales, ya que su padre siempre le recordaba eso, que el día que se fijara en alguien se asegurará que fueran del mismo mundo y mismo ideal.

Suspiró al saber que se encontraba en un verdadero lío, su primera misión era enamorar al conductor de esa motocicleta, la segunda sacarle información y la tercera mantenerlo alejado de la agencia de policía cuando Saga hiciera estallar esa ubicación.
Decidió aceptar enamorar al oficial debido a que no quería que sangre inocente fuera derramada, la única sangre que debía formar un río era la de la gente corrupta.
Llegaron a la agencia y él fue el primero en bajarse, aún tenía que atender una cosa más y era la bala en su brazo.

Se quitó el casco y se lo dió a Aioros, después de que el griego bajará de su motocicleta, subió hacia su oficina que estaba en el quinto piso.

Shura tomó asiento en las sillas de en frente del escritorio del moreno.

—¡Auch!— su mano derecha se colocó en su brazo dañado.

—Perdona mi imprudencia al traerte aquí, para que me ayudes en mí trabajo, cundo tienes una herida de bala... Si quieres llamó un doctor para que te atienda.

—¡Disculpe, pero ¿Desde cuándo nos empezamos a tutear?— dijo serio.

—Perdone no debí...

"Enamoralo"

—No te preocupes, está bien... Me gusta, todos mis empleados me hablan como si ya estuviera viejo y solo tengo veintitrés años— sonrió pero volvió a quejarse.

—De verdad... ¿Puedo llamar un médico?— dijo  el dueño de la oficina tomando el teléfono.

—¡No...!— se quejó.

—Shura, de verdad puedo llamarlo, conozco uno muy bueno o prefieres que el que saque esa bala sea yo.

—No creo que puedas hacerlo — lo retó.

—Soy un oficial, aunque quería estudiar medicina, sé primeros auxilios y extraer una bala. Durante algunos operativos mis compañeros resultan heridos y esas cosas...

—Entonces hazlo, confío en ti.— sonrió —Aunque al principio no lo hacía.— sonó sincero.

—¿Seguro?— preguntó. —Porque no tengo anestesia.

"A love between Secrets" (Aioros Y Shura)Where stories live. Discover now