Se acabó

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Narrado por Ana Carter:

No podía creérmelo. Al llegar a casa no podía hacer nada sino sonreír. Habíamos llegado al siguiente nivel, y ya no había miedo en confesarlo. Estaba jodidamente enamorada de Elena.

- Ana, ¿se puede saber donde has pasado la noche? - si, mi madre. Tan oportuna como siempre.

- Ya te lo dije mamá, pasé la noche en casa de Marina. - dije intentando no mirarla a la cara.

- Eso no es cierto, y sabes que no me gusta que me mientas. Y no me mires con esta cara de desconcierto, porque la madre de Marina ya me dijo que ella había pasado la noche en casa de Lisa.

Mierda

- Mamá verás...

- No, ni mamá ni mierdas. ¿Pasaste la noche con Paul? El chico ese rubio.

- No, con él no. - no sabía ni donde ponerme. ¿Que le iba a contar? ¿La verdad? Igual no se lo tomaba tan mal...

- Pues ya me estás contando con quien. - su tono no admitía replica y yo me estaba empezando a cabrear.

- No es de tu incumbencia. - me giré y me dispuse a subirme a mi habitación.

- ¿Que no es mi incumbencia dices? Jovencita, mientras sigas viviendo bajo el mismo techo que nosotros es de mi incumbencia. - Me dí la vuelta y me acerqué a ella con ganas de acabar esa estúpida conversación.

- Mamá, dormí en casa de una chica, así que no te alarmes. - sí, iba a aprovechar mi faceta de heterosexual para combatir a mi madre. Y por lo visto funcionó, porque se calmó un poco.

- Como si has dormido en casa de la reina Isabel II. No me importa Ana, lo que me importa es que me has mentido. - Me cogió de las manos. - si es en casa de una chica, ¿porque no podías contármelo?

- Es que tu no la conoces mamá, y no sabía si ibas a dejarme ir. - la primera escusa que se me pasó por la cabeza, pero por lo visto se la creyó, porqué me abrazó al acabar de decirlo.

- No tienes que ocultarme las cosas. Espero que lo sepas. - asentí y la volví a abrazar. Mi relación con mi madre siempre había sido muy cercana, pero había ciertas cosas que simplemente no le podía contar.

- ¿Como están mis dos princesas? - papá. Abrió la puerta de la entrada cargando con tres pizzas.

- ¡Papá! ¡Pizzas! Como te quiero - lo abracé y tomé las pizzas para llevármelas a la cocina dando por cerrada la conversación anterior con mi madre, pero si que fui consciente de la mirada cómplice que se hacían.

Nadie volvió a sacar el tema, por suerte, y el día fue pasando con normalidad, entre llamadas con Marina para que le contase todo y los deberes que tenía para el día siguiente y que tenía a medio hacer.

Recuerdo lo bien que dormí esa noche. No podía hacer nada sino sonreír. Me dormí rápidamente y al despertarme aún seguía con la sonrisa pegada a mis labios.

Cuidé mi higiene, almorcé, me vestí y escuché el timbre sonar. Era Marina. Le abrí la puerta, cogí mis cosas para clase y salí de casa mientras hablábamos de lo ocurrido esa noche.

- ¿Pero lo habías hecho con alguna chica antes? - me preguntó refiriéndose al sexo.

- Si, pero fue por curiosidad, por eso no dije nada a nadie, porque no lo consideré importante, pero te juro que con ella fue diferente...Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien con alguien en la cama...

- Uy...chica...ya veo que es diferente...si solo hace falta ver como hablas de ella...espero conocerla algún día, tienes que presentármela Ana porfi - dijo ella haciendo pucheros.

ELENA | Mi Vida Contigo (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora