Capítulo 12

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Los dos días restantes pasaron rápidamente, Jimin se encontraba cambiándose de ropa para poder irse a su casa. La cual, no veía desde que tenía catorce y extrañaba mucho su habitación, sus cosas y el calor de hogar.

Yoongi le había traído algo de ropa que el mayor ya no utilizaba, eran unos pantalones de algodón cómodos, y un suéter negro, y para cubrir su cabeza por petición de Jimin le encontró una gorra del mismo color del suéter.

Jimin aún se sentía un poco mal y decidió ir en silla de ruedas hasta el auto, Yoongi lo ayudó a subirse en los asientos de atrás y luego él se fue junto con su madre. El mayor le dijo que iría más tarde a verlo, había redoblado turno desde antier y hoy acababa.

Se sintió muy feliz de haber regresado a su casa después de tres largos y horribles años, deslizó sus pies descalzos hasta la sala y sonrió al recordar todas las estupideces que hacía con su hermano menor. Subió las escaleras con ayuda de su madre y entró a su habitación, sintiéndose bien al ver su cuarto casi igual que como lo había dejado.

-Todo sigue igual..-Una sonrisa escapó de sus labios. Jimin se tiró a su cama y una risa salió de sus labios.-¿Que acaso mi vida no puede ser mejor ahora? Yoongi está a mi lado, nos decimos que nos amamos, nos besamos y estoy apunto de curarme. Después de tantos esfuerzos por fin voy a ser normal..

O eso creyó.

Las horas pasaron y Jimin jugaba un rato con su hermano menor, obviamente teniendo cuidado su madre le había dicho que tuviera cuidado debido a que Jimin hace un par de horas atrás casi se caía de las escaleras. Pero no fue su culpa, se mareó.

Jimin empezó a oír voces abajo y el rubio rogó porque fuera Yoongi. Dejó a su hermano en la habitación y bajó las escaleras encontrándose al chico de sus sueños hablando con su madre.

-Hyung..-Jimin sonrió, acercándose al mayor.

-¿Cómo estás, Jimin?

-Muy bien hyung..-Sus mejillas estaban sonrojadas y su sonrisa, era la más hermosa para Yoongi.

-Estás en tu casa Yoongi, pasa a la sala.-Invitó la mujer.-Voy a preparar algo.-Sonrió y se dirigió a la cocina.

Jimin al darse cuenta que su madre ya se había ido se abalanzó sobre Yoongi, enredando sus piernas en las caderas del mayor y sus brazos alrededor de su cuello.

-Jimin.. por favor.-Yoongi rió, tomándolo de la cintura para que no se cayera.-Vas a caerte, bobo.

-Mmm..-Puchereó, aferrándose más al mayor hundiendo su rostro en el cuello del mayor.-Te extrañé.

-Pero si solo pasaron un par de horas..

-Suficientes para extrañarte.

Yoongi sonrió ante la ternura que desprendía el menor, era tan bondadoso y buena persona que simplemente todo lo que estaba viviendo con lo de la leucemia y su último diagnóstico no se lo merecía para nada del mundo.

-¿Tú no me extrañabas, Yoongi?-Preguntó, llevando sus pies al suelo, solo mantuvo el agarre alrededor del cuello mientras lo miraba a los ojos.

-Siempre te extraño.-Yoongi lo tomó de la cintura.

-Sigo esperando que me des un beso y así lo podré comprobar.-Rió, llevando su rostro al rostro del mayor tímidamente para después volverlo a ver conteniendo la risa.

-¿Ah sí?-Yoongi enarcó una ceja y se fue acercando poco a poco a sus labios, Jimin cerró sus ojos esperando ese ansiado momento y de un segundo a otro Yoongi lo estaba besando nuevamente.

El mismo sentimiento, el mismo toque, el mismo movimiento y el mismo amor.

Los labios de Yoongi se movían lentamente y suavemente al igual que los de Jimin.

Our Destiny (Tercer Libro) || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora