Cap 03

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RENT A BOYFRIEND / CAPÍTULO 3: UNA REUNIÓN

El segundero del reloj jamás había sido tan lento como estaba siéndolo aquel día. A la espera de que su novio falso llegara a su arreglada reunión, había ordenado un milkshake, el cual estaba cerca de acabarse. Miró una vez más a través de la gran ventana del restaurante, buscando entre las personas de la calle a alguien relativamente familiar. La foto de perfil de Im Jaebum había resultado ser un tanto borrosa, por lo que apenas podría identificarlo por su color de cabello.

Si es que se dignaba a llegar.

¿Existía la opción que el novio falso rechazara a un cliente? ¿Era eso un derecho? No estaba seguro. A pesar de que había puesto un click en "He leído y acepto los términos y condiciones", no había leído nada en absoluto. Sólo esperaba que su política, no incluyera "si el cliente tiene cara fea, el empleado tendrá la libertad de dejarlo plantado".

-¿Se le ofrece otra cosa?- preguntó la mesera acercándose a él. Youngjae se encogió en su puesto.

-Otra- dudó señalando el vaso vacío. La muchacha rodó los ojos y retiró el recipiente de vidrio para llevarlo a la cocina.

Empezaba a decaerse. Aunque había intentado mantener sus esperanzas en alto, el tiempo transcurría y sus nervios parecían incrementar. Si Jaebum no se presentaba, o peor, si se presentaba y no congeniaban... Suspiró, sin querer imaginarse a sí mismo en dicha situación. Cruzado de brazos, continuó observando hacia el exterior, topando miradas con desconocidos y admirando el cielo tornarse anaranjado. Quizás era demasiado tarde.

No vendrá ¿o sí?

Im Jaebum entró al local veinte minutos tarde.

En su defensa, había hecho lo posible para ser puntual. Su trabajo le exigía complacer a los clientes, estar a su disposición y evitar problemas que podrían pasar a mayores, y usualmente lo conseguía. Pero cuando se trataba de Choi Youngjae no era exactamente bueno consiguiendo cosas. Cuando se trataba de Choi Youngjae era difícil tratarlo como un cliente más. Era completamente diferente, y aunque sabía que no debía ser así, no podía evitar sentirlo de esa forma.

Halló al azabache a unas mesas de distancia desde la entrada. Cabizbajo, su teléfono boca arriba en la superficie de madera como si estuviera esperando un mensaje, probablemente uno suyo. Jaebum no necesitó ver su rostro para reconocerlo. Nunca lo hizo, en realidad. Bastaba con ver su cabello desordenado, o su espalda con la camiseta del equipo, o sus zapatillas desgastadas por las prácticas.

Y de repente, como si un rayo lo hubiera golpeado, sacudiéndolo de pies a cabeza, fue demasiado real.

Los ojos de Jaebum se agrandaron al volverse consiente de que el verdadero Choi Youngjae era el que estaba sentado frente a sus narices, esperando por él. Era real, una persona de carne y hueso, que respiraba, caminaba y vivía. Ya no un producto de su imaginación. Ya no un simple recuerdo que podía ignorar con facilidad. La misma persona que no hacía mucho lo había destruido hasta convertirlo en polvo.

La idea lo aterraba.

Inhaló profundo, inflando su pecho y convenciéndose a sí mismo de que no estaba a punto de desmayarse por su presencia. Puedo hacerlo, puedo hacerlo. Tragó saliva mientras daba un paso adelante. Sus piernas temblaban, mas se rehusaba a dejarse vencer, no cuando Youngjae estaba a tan pocos metros, no cuando la oportunidad estaba al alcance de su mano.

rєทτ α вσyƒriєท∂ (¯'·.¸¸.·'¯'·.¸¸.->2jαє <-.¸¸.·'¯'·.¸¸.·'¯)Where stories live. Discover now