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Pasaron unas dos a tres horas en el hospital psiquiátrico, hasta que Doyoung pidió volver al apartamento de Yoon Oh, se sentía cansado. Jeno se despidió de los chicos y se fue en moto a su hogar. Taeyong llevó en su carro, al par al edificio de apartamentos del castaño.

—Bueno, nos vemos mañana.—

Se despidió el mayor de los tres al ver como Jaehyun y el azabache se bajaban del vehículo. El castaño dio una reverencia y cerró la puerta del carro, acto seguido, Taeyong arrancó y se fue.

El menor miró al pálido, este parecía mirar a la nada y se abrazaba a sí mismo con el brazo derecho. Yoon Oh tomó el hombro del mayor, llamando su atención. Al encontrarse con sus ojos, el castaño le dedicó  una mirada pacífica, y lo acompañó devuelta al apartamento.

Ya dentro, Doyoung se dejó caer  en la cama exhausto. Jaehyun se removió la chamarra y la dejó colgada en una silla . Acto seguido, se remangó las mangas de la camisa y avisó:

—Voy a preparar la cena. ¿Qué te parece... kimchi?—

El azabache asintió con la cabeza tímido. Yoon Oh preguntó mientras sacaba los ingredientes del refrigerador:

—¿Qué tal si te vas bañando mientras lo preparo?—

Doyoung abrió los ojos como dos platos y tragó nervioso, miró hacia el baño oscuro y le dio miedo. El castaño al no recibir respuesta, giró la cabeza y miró expectante al mayor . El pálido se abrazó a sí mismo y explicó:

—N-No es que sea sucio ni nada por el estilo... p-pero es que...  tengo... mi-miedo de ver algo...—

Jaehyun miró con pena al mayor , suspiró comprensivo y, asintió con la cabeza. Se centró en lavar , partir los vegetales, y respondió despreocupado :

—Descuida, puedes tomar una ducha mañana temprano. Solo ponte pijamas.—

Doyoung asintió levemente con la cabeza y tomó su ropa para dormir. Pero no se dirigió al baño, aún tenía miedo de estar sin compañía  por solo un segundo. Se fue hacia la esquina a un lado del armario y se vistió ahí.

—No mires.—

Pidió el pálido. Jaehyun frunció el ceño levemente y giró la cabeza nuevamente hacia el mayor, no sabía a qué se refería.

—¿De qué hab...las...—

El castaño abrió los ojos como dos platos, Doyoung estaba semi desnudo, solo tenía su ropa interior puesta, su pecho estaba descubierto y sus piernas casi todas expuestas. El azabache al encontrarse con los ojos del menor, se sonrojó y quedó rojo como un tomate, pegó un grito nervioso , y  con la camiseta que se iba a poner, se cubrió el pecho.

—¡N-No vi nada!—

Yoon Oh se fue corriendo hacia el baño y cerró la puerta. Doyoung al ver que desapareció el menor, se cubrió el rostro avergonzado con ambas manos, y acto seguido se terminó de cambiar rápidamente. El castaño dentro del baño, respiraba nervioso, caminaba de un lado a otro, se rascaba la nuca y terminó con lavarse la cara e intentar relajarse. Respiró profundamente y contó hasta diez lentamente. Acto seguido, abrió la puerta del baño y salió. Caminó devuelta al área de la cocina con la cabeza gacha, evitando mirar al mayor.

Ya donde debería estar continuó preparando la cena, kimchi. Todo ese rato fue silencioso, la atmósfera era bastante incómoda, y todo porque Jaehyun fue un idiota y pareció no identificar las palabras "no mires", e hizo completamente lo opuesto, mirar.

Cuando por fin terminó  la comida, sirvió el kimchi en dos platos y los colocó en la mesa. Acto seguido, llamó a Doyoung:

—Ya está listo.—

El azabache lentamente se fue de la cama y caminó cauteloso hacia la silla en donde debía sentarse. Tomó los palillos cuidadosamente y comenzó a comer.

—Perdón.—

Se disculpó Yoon Oh. El pálido abrió los ojos sorprendidos y volvió a sonrojarse, batalló en tragar el trozo y aclaró su garganta.

—S-Solo olvida eso...—

Comentó Doyoung mientras tartamudeaba. El castaño se puso a masticar y colocó la cabeza gacha nuevamente. 



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Terminaron de cenar y lavaron los trastes usados. Doyoung se acomodó en la cama, y se hizo bolita. No estaba listo para volver a la oscuridad, no quería ver nada más de esas cosas perturbadoras que lo aterraban todo el tiempo. 

—¿Estas bien?—

Preguntó Yoon Oh consternado. El azabache sintió un nudo en su garganta y sus ojos se hicieron llorosos , se abrazó a sí mismo y se escondió entre las cobijas. Jaehyun se puso de pie, dejando el tendido en el suelo y dejó encendida la lámpara en el escritorio. 

—Descuida, no sucederá nada más... si sucede, me tienes que avisar lo más pronto posible.—

Doyoung soltó un sollozo y una lágrima se resbaló por su mejilla.

—¿Cómo sabes que nada va a pasar? Aún así... no puedo dormir solo... tengo mucho miedo aunque sepa que no hay nada, no se si es realidad o no... no se si estoy mal de la cabeza o no... ni se si existen los fantasmas.—

Yoon Oh volvió a su tendido y palmeó su lado, pidiéndole al mayor que vaya con él.

—Ven, yo te cuidaré.—

Doyoung lo dudó, pero finalmente, se salió de su escondite de cobijas y se acostó  junto al menor en el tendido. Este apagó la luz, dejando solo la lámpara iluminando poco del apartamento.

—Cierra los ojos, y relájate.—

Susurró Jaehyun mientras acariciaba los cabellos del pálido asustado por la oscuridad.

—Yoon Oh...—

—Mande.—

—Cuando me besaste, dijiste que no sentías nada por mi, ¿cierto?—

El castaño tragó nervioso y su mano se congeló. 

—Si me besas otra vez... ¿dirás lo mismo?—

Doyoung se fue acercando lentamente hacia el menor, sus labios se estaban rozando. Y cuando se conectaron, Yoon Oh no aguantó y decidió besarlo delicadamente.

『𝐌𝐈𝐄𝐃𝐎𝐒』 𝙹𝚊𝚎𝙳𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora