Juego sucio (GYLLENHOLLAND)

Capítulo 1

No lo soportaba, de verdad que no.
Ryan lo hacía a propósito, lo hacía con mala intención, quería molestarlo y lo logró.

Hace no mucho que Jake aceptó (¡y a regañines! En serio, no fue fácil) que lo que sentía por su joven compañero de trabajo era más que una simple amistad. No, era algo más complicado que eso.

Porque para empezar él no quiere besar a sus amigos, no. Él sabía lo que quería y lo que quería era Tom.

Así que lo siguiente que hizo fue contarle a su amigo Ryan y, en realidad, Jake esperaba de todo, de todo menos que su amigo se la pasara acosando a Tom por Instagram.

Lo peor de todo era que Tom estaba fascinado, si ya de por sí no le paraba la boca con "Ryan Reynolds esto", "Ryan Reynolds lo otro" ahora era un constaste: "¿Ya viste que Ryan le dió like a mi foto?" o "¡Mira! Me comentó esto", "¿Debería enviarle un mensaje?".

¿Qué tenía de especial Ryan Reynolds?

Bueno, muchas cosas pero él era mucho más especial.

Jake era tan especial que incluso al declararle sus sentimientos a Tom (¡y vaya declaración! Poco le faltó para ponerse de rodillas y pedirle que se casaran), este lo rechazó.

Seguramente fue el rechazo más bonito y dulce de su vida; incluso para romperle el corazón a alguien, Tom seguía siendo tan amable.

Y a pesar de eso, Tom lo invitaba a salir de vez en cuando (de vez en cuando muy seguido) ¿era algún tipo de premio de consolación?

Como sea, ellos estaban bien y por supuesto que Jake no perdía oportunidad para robarle un beso al pequeño rufían. Él iba a por la medalla de oro.

Entonces ¿en qué momento a Ryan le pareció buena idea perturbar esa paz?

Porque lo estaba desquiciando. Conoce a Ryan de sobra y en primer momento aunque le pareció raro, sabía que se trataba de uno de esos chistes raros con los que se obcesionaba hasta exprimirles el mayor provecho, y eso quería decir: meterse con él hasta que hiciera algo estúpido.

Y Jake sabía que estaba a punto de cometer alguna estupidez.

¿Pero era su culpa? ¿Cómo se supone que debería actuar cuando a Tom le brillaban los ojitos de emoción de esa manera? Ryan estaba jugando muy sucio.

La situación no mejoró con el paso de los días, Jake incluso estuvo a punto borrar la odiosa aplicación de su teléfono, ¿se estaba comportando como un niño? No, era Ryan el que se comportaba como tal.

Cuando su celular sonó sobre la mesa de noche avisándole que tenía un nuevo mensaje, estuvo a punto de no contestar. De no ser porque de reojo alcanzó a ver que era uno de Tom.
Estirando apenas su brazo llegó a él pero la sonrisa en su rostro se borró cuando leyó el texto en pantalla:

"Jakey, ¿Me puedes pasar el número de Ryan?❤".

¿Para qué quería su número? Para empezar, ¿por qué no se lo pedía él mismo por instagram?
Ni si quiera se dió cuenta cuando ya le había respondido un No.

Tom le contestó de inmediato y podía imaginarlo en su cuarto, también sobre su cama, haciendo pucheros.

¿Por qué no??? Por faaa😭".

Jake agradece que se lo pida por mensaje porque sabe que si estuviera viendo los ojitos de cachorro que tan bien le salían a Tom cuando le pedía algo, ya le hubiera dado el número de teléfono e incluso la dirección de su amigo.

"¿Ahora saldrás con él?"

Quizás se había pasado un poco pero desde que el tema Ryan-Instagram surgió, ellos no habían vuelto a salir y ese probablemente, era su mayor enojo.

Antes de que Tom contestara, Jake le envió finalmente el contacto y volvió a colocar su telefono sobre la mesa.

El teléfono volvió a sonar pero esta vez era una llamada. Jake estaba juntando toda la fuerza posible para no contestar pero una vez más la imagen de un Tom con mirada suplicante cruzó por su mente y se vió obligado a antender.

- ¡Jake no seas celoso!

La medoliosa voz de Tom se escuchó al otro lado y Jake colgó de inmediato.
¿Celoso él? ¡Eso podía contar como un insulto!

El teléfono volvió a timbrar.

- Buenas noches para ti también, Tom.

Y pudo escuchar la risa del más joven haciendo que casi se olvide del problema.

- ¿Entonces quieres que salgamos?

- Pues claro.- soltó confundido- no es como si no me la pasara todo el día pensando cuándo será la próxima vez que te bese.

Tom calló, siempre callaba y Jake amaba el poder dejarlo sin palabras. Sonrió con seguridad al imaginarse a un Tom abochornado.

- Pero de seguro tu buen amigo Ryan es un mejor candidato.

- ¿Tú crees?

- Yo creo.

La risa de Tom se escuchó por segunda vez. Jake no le veía lo divertido, para nada.

- De seguro Ryan besa bien.

No, no era divertido y ahora él se quedó sin palabras.

- Jakey. -le llamó con cariño- no te enojes.

- No estoy enojado... ¡Y no te rías!

En respuesta sólo obtuvo más carcajadas. Jake sentía que la vena en su enfrente estaba por explotar.

- No me gusta Ryan Reynolds -dijo cuando pudo calmarse- sólo creo que es cool.

- Y que besa cool.

- No, tú besas cool -dijo hablando bajito, como sí le diera pena.

Jake sonrió.

- Soy bastante bueno, la verdad.

Ambos rieron, disfrutando de sus voces.

- ¿Nos vemos mañana?

- Cuando tú quieras. -Jake le sonreía como tonto al teléfono.

- Muy bien, ¿entonces, donde siempre?

- Donde siempre. Prepara tus labios porque mañana habrá una larga sesión de besos cools.

- Me parece bien -habló con una sonrisa.

- Hasta mañana entonces.

- Hasta mañana.

La llamada terminó y Jake se acostó con una sonrisa en su rostro. Al día siguiente se vió con Tom como habían quedado y lo llenó de besos y mimos hasta no poder más.

Cuando llegó a su casa (ya extrañando al pequeño Tom) se tiró en cama, lanzando sus zapatos por la habitación y haciendo bola sus calcetines. Lo siguiente que hizo fue revisar su celular, le daría una segunda oportunidad a la temida aplicación, incluso había decidido subir una foto de no ser porque:

A vancityreynolds le gusta la publicación de tomholland2013.

¿Había dicho algo de una segunda oportunidad? Al carajo ¡Jake iba a matar a su amigo!

Nota:

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Ryan de verdad se está convirtiendo en un fiel seguidor de Tom en instagram jaja ¡yo creo que se mueren por trabajar juntos!

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