✨meant✨

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El destino nunca había estado del lado de Seokjin, no cuando su madre había muerto siendo él muy pequeño, no cuando su padre lo despreciaba por ser un omega, no cuando aunque su vida parecía ser perfecta era un total desastre.

Justo como ahora, el destino volvía a jugarle malas pasadas. Había despertado con un intenso dolor en el vientre y el cuerpo sudoroso, eso solo significaba una cosa, estaba entrando en celo. Justo hoy, hoy que era un día importante para su padre, su intimidante padre que lo odiaba por ser un inservible omega.

El destino siempre había sido cruel y despiadado con Seokjin, así que no debería estar tan sorprendido. Como pudo se levantó de la cama y se dirigió hasta el pequeño mueble donde tenía los supresores y medicinas que cada mes llegaban para él a petición de su padre, quien le obligaba a tomar todo eso para ocultarle a los demás que su hijo era un omega.

Abrió el cajón y después de unos segundos su abarrotada mente recibió el mensaje de que estaba en problemas, en muchos de ellos. Su dotación del mes aún no había llegado y Seokjin no tenía sobrantes, cada vez era más difícil contener y controlar su celo, así que la última vez había terminado con todo. Pero no se había preocupado, el paquete llegaba cada mes sin falta y era colocado en su lugar por la servidumbre de la mansión, no tenía sentido que no estuviera donde debía.

"¡¿Seokjin?! ¿Aún estás aquí? ¿Que parte de que no te quiero cerca de los accionistas no entendiste? No puedo permitir que vean que tengo un hijo como tú, incapaz de dirigir lo que tengo porque es un inútil omega"- grito su padre fuera de la habitación.- "Tienes 15 minutos para irte".

"Sí, padre"- contestó espantado. Tenía que hacer algo, él no podía salir a la calle en este estado. Tal vez en casa de sus tíos podrían recibirlo, Taehyung era un omega después de todo así que debería tener supresores que darle.

Tomó su teléfono celular y marcó uno de los números enlistados para marcación rápida, el de su primo Taehyung. Espero paciente tras los tonos hasta que se dio cuenta de que no iba a contestarle, le llamaría de nuevo pero realmente estaba en una emergencia y él no quería perder más tiempo. Volvió a la lista y marcó entonces el número de Namjoon, a los pocos segundos su amigo contestó.

"¿Jin hyung?"- la voz de su amigo lo tranquilizó un poco.- "¿Pasó algo? ¿Porque aún no has llegado?"- cuestionó preocupado.

"Nam, estoy entrando en celo"- susurró bajo, no quería que su padre lo escuchara si es que seguía cerca o alguna de sus empleadas que más bien parecían espías.

"¿Y eso que tiene de malo hyung? No es como si nunca hubiera pasado antes"- cuestionó su amigo bastante confundido.

"Eso lo se, pero no tengo supresores Nam"- contestó angustiado.

"¿Qué? ¿No deberían haber llegado ya?".

"Sí, pero no lo hicieron y ahora estoy en muchos problemas, padre va a matarme. No se que hacer, no puedo salir en este estado pero tampoco quedarme aquí".

"Yo... déjame pensar unos minutos y no te preocupes, estoy seguro de que pensaré en algo para solucionar esto. Por ahora solamente arregla todo por si tu padre hace algo".

"De acuerdo, gracias Nammie"- dijo para colgar unos segundos después. Corrió a darse una ducha lo más rápido posible y después de salir se colocó unos pantalones y una sudadera holgada, no quería llamar la atención en su estado y además necesitaba estar cómodo.

Reviso de nuevo su habitación sin éxito pues bien sabía que no quedaba ningún supresor. Su teléfono sonó por unos segundos indicando una llamada entrante.

"¿Nam?".

"Lo tengo"- respondió felizmente.

"¿Lo tienes? ¿Que exactamente?".

"La solución".

"¿Y cual es?"- preguntó desesperado al oír los gritos de su padre hacia los empleados de la casa que preparaban todo para la reunión.

"Yo tengo supresores, no lo recordaba, pero están en mi mochila. Bueno, el punto es que puedo ir en unas horas al terminar las clases o puedo enviártelos. Sólo debes esperar en tu habitación".

"¿Estás loco? Tengo que salir de aquí, padre en serio va a matarme sino estoy fuera de aquí en unos minutos"- susurró.

"El que está loco eres tú Seokjin, no puedes salir en pleno celo. Algún alfa podría aprovecharse de ti, tu padre no puede ser tan cruel".

"Él lo es, si no salgo va a echarme a la calle por si mismo en el mejor de los casos".

"¿Y cual sería el peor?"- preguntó Namjoon casi con un tic en su ojo.

"Lo peor es que se de cuenta de lo que pasa y me ofrezca como maldita moneda de cambio para alguno de sus negocios de hoy"- contestó asqueado de tan sólo pensar en los alfas viejos y lascivos con los que solía trabajar su padre.- "Preferiría mil veces terminar marcado por algún alfa de la universidad antes que por uno de esos horribles y ancianos alfas".

"Claro, sobretodo si se trata de cierto pelinegro que yo conozco".

"¡Namjoon!"- le riñó.

"Era solo una broma, relájate hyung"- estaba consciente de la atracción que sentía su amigo por el misterioso alfa, pero nunca había tenido el coraje de acercarse a él, su hyung decía que no estaba para nada cerca de ser del tipo de Min Yoongi, sin embargo Nam pensaba que Seokjin era el tipo de todos.

"¿Vas a ayudarme o no? Todavía necesito salir de aquí"- presiono.

"Esta bien, creo que sé que puede servir".- su amigo espero paciente que continuará.- "¿Te queda neutralizador aún? Vas a necesitarlo si quieres llegar a la universidad en una pieza".

"Espera"- el castaño corrió hacia el baño y buscó entre las gavetas el neutralizador de aroma.- "Lo encontré"- pronunció feliz.- "No es mucho pero seguro dura un par de horas".

"Bueno, te espero aquí, más vale que sepas lo que estás haciendo Seokjin".

"Si si, no te preocupes Nam. Estaré ahí lo más pronto posible"- dijo para después colgar.

Seokjin tomó apresuradamente sus cosas y se colocó lo poco que quedaba del líquido neutralizador en su piel, esperando que fuera suficiente.

Salió de su habitación corriendo e ignorando a todo los trabajadores que hacían los últimos arreglos a su hogar. Salió por la puerta trasera para no llamar la atención y evitar encuentros desagradables con su padre para luego lanzarse hacia su auto y abandonar la mansión como si su vida dependiera de ello.

El destino nunca había estado del lado de Seokjin, excepto tal vez por esta ocasión. Tal vez había esperado, esperado para premiar a Seokjin como este lo merecía después de una vida llena de dificultades.

Tal vez fue cosa del destino que la compañía encargada de llevar sus envíos había perdido su paquete. Tal vez fue cosa del destino que su padre tuviera un importante evento que lo obligó a irse. Tal vez fue cosa del destino que Namjoon decidiera ir en contra de toda lógica con tal de ayudar a su amigo. Tal vez fue cosa del destino que mientras Seokjin salía de casa a toda velocidad, un camión de la compañía de envíos entraba con el encargo atrasado.

Destiny matters +Yoonjin+Where stories live. Discover now