Eres un ángel pero... me enloqueces

Para tu información.

—¿rico? - le pregunto a Haziel mientras estoy frente a él.

— si — Responde mientras se come la ultima rebanada de pan francés

— Para tu información soy una excelente cocinera — digo mientras le doy un sorbo al té frente a mi

— te creo - dice mientras se chupa los dedos — ¿ahora que?

— no se tu pero yo voy a darme una ducha.

— ¿y yo que hago?

— termina tu té y después puedes ir a dormir

Digo mientras me alejo con dirección al baño. Tomo una reconfortante ducha que no dura demasiado, cuando salgo no encuentro a Haziel, recorro la cocina, la sala hasta que lo encuentro tumbado en mi cama

Me acerco a él con la intención de reclamarle y decirle que salga de ahí, pero no puedo.

Su cara esta completamente relajada, las bellas facciones de su rostro se ven perfectas. Nariz bien perfilada, las lineas rectas y bien definidas de su mandíbula, sus ojos almendrados y sus labios gruesos y carnosos ligeramente entreabiertos no me permiten molestarme.

— te dejare dormir aquí solo porque tuviste un día largo.

Digo y me voy al pequeño sofá y me quedo ahí, mirándolo dormir.