Eres un ángel pero... me enloqueces

Preparando la cena

Cuando llegamos a casas estoy exhausta, casi no he dormido y muero de hambre.

— ¿donde dejo esto? - pregunta Haziel, mostrándome las bolsa del supermercado

— en la cocina por favor.

Él hace lo que le pido mientras sonrió al recordar la mirada de asombro de la cajera de la tienda al ver a Haziel.

— ¿y ahora que?

— ahora — digo mientras saco las cosas de la bolsa — voy a preparar la cena

Él me mira con atención sin decir palabra, sin embargo mientras me mira lo veo fruncir el ceño, yo entiendo mi mano y con mi dedo indice y pulgar golpeo su rostro

— ¡oye!

— te va a salir una arruga, ¿que sucede?

— quiero ayudarte

— ¿en serio?

— Si. Estoy usando tu techo, tengo que ayudar en algo.

— ok — sonrió por su ofrecimiento —¿sabes cocinar?

— claro que no - responde con total sinceridad

— de acuerdo - digo pensando en que puede ayudar - ¿que tal si lavas y cortas las verduras?

Él me mira sin entender

— toma estas verduras, ponles jabón, las enjuagas y...

— ¿les doy una ducha?

Yo suelto una carcajada

— si, les da una ducha

—eso si lo se hacer

— genial, tu duchas las verduras y yo preparo lo demás - digo sin parar de sonreír.