Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La Resistencia—o lo que quedaba de ella—arribó al planeta Crait, donde se encontraba una antigua Base Rebelde. La Almirante Holdo se había sacrificado para que ellos pudieran escapar; y no iban a desaprovechar esa oportunidad.
El planeta era helado; caían copos de nieve y el hielo hacía que se resbalaran, pero dentro de la Base se encontraban protegidos del frío.
— ¿Estás bien?—le pregunto Leia a su Comandante—Lo siento, fue una pregunta tonta.
—No te preocupes—respondió—Era tu hija, yo debería preocuparme por ti.
—Sé que no está aquí con nosotros, pero no se ha ido—dijo Leia—Creo que está viva.
— ¿Dices que puede haber sobrevivido cuando la naves se estrellaron?
—Sé que es imposible, pero ella está viva. La siento—Poe podía ver la esperanza en los ojos de la General—Puedo sentirla, como siento a Luke, a Han, y a...
—Ben.
—Sí—asintió ella. Luego de unos segundos, le preguntó: — Poe, ¿sucedió algo entre ustedes dos?
Poe no contestó al instante.
—Sí, pasó algo—admitió él— Me hubiera gustado tener más tiempo.
—Oh, lo sospechaba. Veía como la mirabas. —dijo Leia. Poe sintió como se ruborizaba, por lo que apartó la mirada—Recuerda lo que te dije. No pierdas la esperanza.
Él asintió.
Leia se dio la vuelta y se dirigió a la entrada de la Base. El viento le provocaba frio, por lo que se cubrió con una capa.
—Ya vienen—murmuró Leia—Cierren la puerta.
Los rebeldes cerraron la puerta y se escondieron. Una nave consiguió pasar y le dispararon, hasta que vieron unas manos en señal de rendición.
— ¡Somos nosotros! —exclamaron de adentro, asomándose.
— ¡Finn! ¡Rose! No están muertos—exclamó Poe— ¿Dónde está mi droide?
El droide naranja y blanco rodo con velocidad hasta él.
Al menos no te perdí a ti pensó.
Comenzaron a poner en funcionamiento los controles de la base, quitando las mantas y el polvo que los cubrían.
—Todos los escudos están activados—dijo Poe—Envíen una señal de socorro al Borde Exterior. Rose, ¿Qué tienes?
—Municiones putrefactas, artillería oxidada y unos Speeders medios destripados.
—Bueno...—murmuró—Vamos a rezar para que esa puerta aguante hasta que consigamos ayuda.
El suelo tembló y comenzó a caer polvo del techo. Finn comprobó con unos binoculares el exterior.
